Viaje a los recuerdos

Escrito por: Miguel Miranda Aranda (Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y del Trabajo. Universidad de Zaragoza)

 

Huyendo del follón que se organiza en Zaragoza durante los primeros días de las fiestas del Pilar, decidí viajar, aprovechando el puente, hacia tierras de Soria y recuperar los escenarios de mi infancia y navegar por el mundo de los recuerdos. De la Virgen del Pilar a la de los Sotos, en Vinuesa. Allí pasé varios veranos, de campamento, haciendo excursiones hacia la Laguna Negra y acampadas entre los inmensos pinares.

De viaje

Después de cuarenta años, quería volver a percibir los olores del bosque, y pasear por aquellos senderos y pisar el mismo sitio en el que jugábamos al futbol o hacíamos concursos de camuflaje o nos bañábamos intentando inútilmente coger a mano alguna trucha con la que compartíamos el río. El pinar estaba igual de espectacular, más bonito si cabe por los colores del otoño, invadido por mucha gente, autobuses de catalanes incluidos,  con una cesta en la mano recogiendo setas. En lo alto, la misma Laguna Negra, misteriosa y fría. Y un poquito más abajo la misma pradera en la que nos sentábamos alrededor de un acordeonista que se llamaba Francisco e improvisábamos un espectáculo al que gustosamente se sumaban cuantos turistas compartían la excursión.  Y el sonido de los cencerros al atardecer.

Recuerdo que entonces, las vacas volvían solas al pueblo tras pasar el día a su aire, pastando entre los pinos y las mujeres salían a su encuentro para acompañarlas a casa. Ahora ya no, se quedan en las granjas de las afueras y Vinuesa, limpia e inmaculada, se ha especializado en recibir al turista amante de los montes y ha construido en estas últimas décadas una oferta abundante de hoteles y restaurantes.

caballo en libertad

Por lo demás todo sigue igual: el escudo preconstitucional en la fachada del Ayuntamiento y la placa encabezada por José Antonio en la pared de la Iglesia, como si nada importante hubiera sucedido en este país en todos estos años. Pero, qué quieren que les diga. En el mismísimo templo del Pilar siguen colgadas las dos bombas, recuerdo de la misma guerra, alimentando la fantasía de un postrero milagro, eso sí puesto en boca de las creencias y tradiciones propias de eso que llaman la “religiosidad popular”. Pero ahí siguen porque los que pueden, no las quieren quitar. En contra de la razón y del sentido común. Por lo demás la Virgen de los Sotos ya no está y su albergue está abandonado desde hace más de diez años al menos, convertido ahora en lugar de botellón y citas clandestinas. Da pena porque uno piensa que seguramente otros colegios, algunas organizaciones juveniles, alguna ONG, podía seguir utilizando aquellas instalaciones y podrían  volver a poner en activo aquel paraje en el que muchos durante quizás más de cuatro décadas disfrutamos de la naturaleza y del compañerismo. Quizás esta situación de ruina el Ayuntamiento de Vinuesa la podía cambiar. Y de paso cambiar también algunos símbolos del pasado que ya están fuera de  lugar, exactamente igual que las bombas del Pilar, mostrando más sentido de la historia que el arzobispado y el cabildo zaragozano.

perspectiva de recuerdos

Quizás en mi próxima visita para la que no esperaré otros cuarenta años, algo haya cambiado para mejor. La esperanza es lo último que se pierde, dicen, ¿no?

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7 Comentarios

  1. Hola buenas tardes:
    Soy una joven de 26 años que como usted también pase mi infancia en ese albergue. Fueron mis mejores veranos de esa época, guardo recuerdos inolvidables con muchísimo cariño. De hecho soy lo que soy gracias a ello: una de mis mayores ilusiones de mi adolescencia era poder sacarme el título de monitor de tiempo libre para poder participar y llegar a ser la clase de persona que tanto me enseñó, aportó, ayudó y ,por supuesto, me marcó cuando era sólo una niña. Pero cuando por fin llegó ese momento me enteré de su cierre.
    Fue una gran decepción y aún mayor desilusión para mí. Desde ese momento una única idea rondó por mi cabeza: volver a darle vida a aquello y que esa experiencia pudiera influir, aportar y sobre todo ayudar a las próximas generaciones como lo hicieron conmigo y con tantos niños que estuvimos allí. Como ya le he dicho siempre había tenido esa idea en la cabeza pero nunca me había dado por usar las nuevas tecnologías para ello. Esta tarde se me ocurrió buscar por internet y me encontré con este artículo.

    Por un lado me llevé una sorpresa al ver que alguien más aparte de mi se acordaba de esos hermoso parajes, pero por otro lado se me calló el alma al suelo al ver el estado en el que se encuentra.

    Hace un tiempo pensé crear un evento en el facebook pero nunca me había atrevido. Su foto, en la que aparece en la explanada, me ha decidido a hacerlo. Con ello pretendo juntarnos el mayor número de gente posible que comparta nuestra opinión e ilusión y que con un poco de suerte logremos volver a darle vida a ese paraje tan hermoso. Por ello le pido por favor su permiso para poder utilizar su foto, la cual creo que ayudará a sensibilizar a la gente que tuvimos la suerte de disfrutarlo. A su vez le ruego que si le apetece o le gusta mi iniciativa se una a ella.

  2. Yo tambien estuve en mi infancia durmiendo siestas sobre los helechos , a la sombra y con aroma permanente de los inmensos pinos y bañandome en el revinuesa , alli pase noches de ilusion , viendo peliculas en el salon multiusos , se comia , se oia misa , se hacian reuniones y algunas noches cine , mientras las vacas paseaban alrededor , tambien he visitado la ruina actual y he sentido cierta nostalgia ante un pasado lejano (en mi caso hace sobre cincuenta años ) , recuerdos de marchas a Urbión , la oscura y misteriosa Laguna y el agua fria y clarisima del rio, pero cuánto siento, ya en un periodo de mi vida con escaso futuro , que un recuerdo bonito , impregnado de melancolia , también esté sórdidamente impregnado por ese terrible y sórdido asunto de las dos españas , mantenido vivo de forma totalmente extemporánea, por alguien mas joven y bien informado .

  3. Mi primer verano alli fue en el 77,que gozada,estuve unos 25 años despues visitandolo y me dio mucha pena verlo en esas condiciones. Con lo que hemos disfrutado alli, excursiones, fuego de campamento por la noche,cuando subiamos las escaleras para coger las primeras las literas,coger cabezudos en el rio…no hay derecho a que lo hayan dejado perder asi, un lugar tan bonito y con tanto encanto.He pensado en volver a verlo pero vuelvo a casa con un nudo en el estomago de ver aquello ahora, con lo que he disfrutado alli de pequeña.Habia que hacer algo para que volviera a revivir y nuestros hijos pudieran disfrutar de ello.Yo desgraciadamente no tengo fotos de aquellos veranos por lo que agradeceria que alguien me las facilitara a mi correo. Un saludo

  4. Hola, yo tengo 30 años, también pasé allí mis mejores veranos, recuerdos que nunca borrare, gente que aunque no he vuelto a ver jamás olvidare y no descarto encontrarme en el camino, veladas,excursiones, risas, juegos, todo lo que recuerdo es bonito.
    Verlo ahora encoge el corazón de todos los que lo tenemos en el.
    Saludos

  5. Yo también pasé unos veranos maravillosos en ese entorno tan natural. El colegio de Santa Ana en Calatayud organizaba campamentos de 15 días en el mes de julio y yo no me perdí ni uno. Fui de los 9 a los 15 y me dio una inmensa pena cuando ya no pude ir más. muchas veces me he preguntado qué habría sido de ese albergue asi que te doy las gracias por la información. Mis recuerdos me llevan a los baños helados en el rio Revinuesa, a los helechos y las fresas silvestres, a las marchas a Quintanarejo y al embalse de la Cuerda del Pozo. A las veladas nocturnas y como no a los juegos en la pradera rodeados de vacas y Naturaleza intacta. Recuerdo que dormíamos en literas de 3 y que nos despertaban con música. Ya de mayores dormiamos en tiendas al otro lado del rio. Creo que este edificio era de la Iglesia o se lo cedian para campamentos. Espero y deseo que vuelva a llenarse de niños y de alegría. Contad conmigo si queréis hacer alguna iniciativa.

  6. Yo también estuve allí por el año 1983 y 1984, con mis hermanas, hasta izamos la bandera al día siguiente de nacer mi tercera hermana…., qué pasada. El otro día, volviendo de viaje, decidí ir a Vinuesa para enseñarles a mis hijos y esposa dónde pasé unos veranos de mi infancia, compartiendo momentos y lugares maravillosos con chicos y chicas pertenecientes a la diócesis de Tarazona, yo soy de Magallón, bueno que me enrollo, como os he dicho fui para enseñárselo a mi familia, me costó un poco encontrarlo, y cuando lo hice, me llevé un chasco grandísimo al ver que estaba abandonado, casi se me quitan las ganas de comer, bueno que ni bajé del coche. Con esto quiero decir a los dueños, no sé si pertenece todavía a la diócesis de Tarazona, que podían poner un poco de empeño para que este maravilloso lugar volviera a recobrar la vida que tuvo en la década de los 80.

    Un saludo.

  7. Miguel, creo q te acordarás de mí, pasamos unos veranos juntos ahí, la verdad q tengo muy buenos recuerdos de aquella época, por una parte quisiera volver por ahí pero pienso que me lleve una desilusión.

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