Salida programada a Pamplona

La vida en prisión, y al decir “vida” queremos decir las 24 horas de cada día de lunes a domingo y así durante meses y años, está rígidamente organizada por unas normas regimentales destinadas a controlarnos en todo momento, al margen de nuestros deseos e intereses. No pretendemos eludir nuestra responsabilidad, ya que la mayoría, si estamos aquí dentro es por algo. Pero lo cierto es que esta ausencia de participación, de implicación en alguna actividad que realmente te pudiera interesar suele provocar un enorme desánimo, mucha impotencia, una merma de nuestra ya baja autoestima y un aislamiento respecto del mundo exterior, que dificulta enormemente una futura adaptación a la situación de libertad.

De ahí que agradecemos especialmente iniciativas que rompen estos esquemas, como las salidas terapéuticas realizadas a modo de excursión por las cercanías de Daroca, y las visitas de conferenciantes del Programa ciencia Viva, de la SCIFE, de la Asociación Aragonesa de Escritores y de la Biblioteca de Aragón, de la Universidad de Zaragoza, de voluntarios de la Pastoral Penitenciaria, Cruz Roja y otras ONG’s, así como los que acuden a título particular (como Luis J. García Bandrés y otros) para ayudarnos en el Taller de Arte, en los modestos  rodajes de nuestro taller de cine, etc., puesto que nos permiten ocupar nuestra mente provechosamente adquiriendo cultura, trabajando en equipo, y, sobretodo, sirviéndonos de nexo de unión con la realidad de afuera.

Por ello, en los últimos tres años se han realizado, a modo de excursión de Fin de curso y enmarcadas en el correspondiente Programa de reinserción y adaptación a la vida exterior (fin primordial de las penas privativas de libertad), Salidas Terapeúticas Programadas “especiales” por su carácter cultural, por su temporalidad anual, por su carácter de premio para la decena de compañeros que las han disfrutado en cada ocasión, y por la implicación de personas y organizaciones del exterior que las hacen posible (Cruz Roja española, el Programa Ciencia Viva, Cáritas y la Pastoral penitenciaria, Manuel Toharia y la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, Javier Armentia y el Planetario de Pamplona, etc.).

Deseamos, pues, que los desgraciados acontecimientos acaecidos no empañen el buen hacer de “casi” todos nosotros, pues creemos que es ésta la primera vez que ha ocurrido una evasión de este tipo en Daroca, en toda su historia. Las generalizaciones suelen ser injustas pero en este caso lo son todavía más.

escapar a dónde, con quién,                                                                        por cuánto tiempo y con qué objeto

Además, seamos claros, esto es la cárcel, y la tentación de escapar siempre está ahí. Pero escapar a dónde, con quién, por cuánto tiempo y con qué objeto. El patio está lleno de vidas truncadas, pero la mayoría, con el pasar de los años, nos damos cuenta de que es necesario, para tirar adelante, albergar, en nuestro interior, una pequeña esperanza de vivir con los tuyos sin temor al futuro, intentando recuperar el tiempo perdido entre estos muros. El contacto con la cultura, con sus protagonistas y su ámbito, te hace replantearte muchas cosas, ampliando tus puntos de vista sobre las cosas, y casi forzándote a darte cuenta de lo “pequeño y reducido” que es el mundo en el que, hasta entonces, habías vivido.

A continuación, os presentamos el relato de la penúltima Salida Terapeútica Programada cultural anual, la del pasado curso 2008-09, en que compañeros nuestros tuvieron la fortuna de visitar el Planetario de Pamplona.

 

 

Crónica de la Salida Programada a Pamplona. 24 de junio de 2009.

Como finalización del Curso 2008-09, se eligió a varios compañeros para realizar una salida terapeútica programada consistente en una excursión científica al Planetario de Pamplona. Éramos trece internos de todos los módulos acompañados por cinco miembros del Equipo Técnico.

El año anterior, correspondiente al curso 2007-08, algunos de nuestros compañeros habían tenido la fortuna de visitar la EXPO-ZARAGOZA 2008. En dicha ocasión, presentábamos el cortometraje “H 2 cero” realizado por nuestro Taller de cine, y, por ello, la organización de la EXPO, Cruz Roja española y  Cáritas nos ayudaron decisivamente en dicha salida.

En esta ocasión, la Dirección del Planetario, Javier Armentia, que gracias a Miguel Carreras y el programa Ciencia viva nos había visitado e impartido una amena conferencia introductoria, fue quien cursó la invitación correspondiente.

A las nueve salimos, desde Daroca, en autobús con destino Pamplona. Para la mayoría de los internos era su primera salida desde hace mucho tiempo. Estábamos tan sorprendidos como alegres. Antes de llegar a Pamplona hicimos una parada en un Área de Servicio para estirar un poco las piernas y desayunar.

Una vez en Pamplona nos bajamos en el Parque Yamaguchi para empezar nuestra visita. En un rincón de este parque es donde está situado el Planetario, en donde se exhibía, además de la proyección de cielo nocturno, un reportaje sobre el viaje de Charles Darwin con su nave HMS Beagle con motivo de la celebración del 200 aniversario de su nacimiento.

Sobre las doce y media comenzó la proyección del Planetario donde pudimos observar la formación del sistema planetario y vimos, a la vez, el cielo nocturno del Hemisferio Norte y Sur, así como un reportaje sobre los descubrimientos de Charles Darwin. Una vez finalizada, el director del Planetario nos dio una charla aclarándonos más detalles sobre el famoso viaje de Charles Darwin en su nave HMS Beagle a América de Sur y los eventos preparados en todo el mundo para celebrar el 200 aniversario del nacimiento del científico.

Cuando salimos del Planetario nos dirigimos a la hermosa Ciudadela, un parque alrededor de una fortificación amurallada construida en los siglos XVI y XVII, considerado como el mejor ejemplo de arquitectura militar del Renacimiento español. Aprovechando las sombras de los viejos árboles comimos el bocata y disfrutamos del magnífico lugar contemplando la vida cotidiana de los Pamplonicos, siendo lo más hermoso, al criterio de los participantes, el césped y su olor, los árboles y la vista sin obstáculos sobre la ciudad, (visto que nuestra vida carece de estos elementos). Otro detalle de este parque es que sirve durante las fiestas de San Fermín como lugar de acampada para los aficionados más jóvenes y con menos dinero, según la propia experiencia de un miembro del grupo.

Posteriormente, visitamos el casco viejo de la ciudad haciendo el recorrido de los encierros de San Fermín. Primero, los corralillos, donde dan salida a los toros, ya que estaban montados por la proximidad de las Fiestas; luego, subimos por la cuesta de Santo Domingo a la Hornacina de San Fermín, donde nos detuvimos un rato dando nuestros saludos al Santo. En la Plaza Consistorial, la que cruzan los toros en el recorrido, paramos delante del famoso Ayuntamiento, para hacer una foto del grupo como recuerdo de nuestra excursión a Pamplona. Continuamos por la Calle de Mercaderes y la conocidísima Calle de Estafeta hasta la Telefónica. Por último, nos  dirigimos a la Plaza del Castillo donde pudimos disfrutar de un buen café con hielo, sentados “a la sombra” en una terraza, terminando, tranquilamente así, un precioso día, ya que eran las cinco y había que regresar al centro.

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