¿De quién se trata?
Escrito por: Juanito Bananas
En este Mundial de fútbol hay muchas estrellas pero todo el mundo olvida a la más importante de todas. ¿De quién se trata?
- Juega todos, toditos los partidos.
- Corre como nadie, de campo a campo, por el centro y por las bandas. Nadie lo ha oído nunca quejarse, ni nunca ha insultado a un árbitro, ni le han sacado una sola tarjeta por juego sucio.
- No falla un entrenamiento. No tiene lesiones graves. Lo más que está fuera del campo es apenas un minuto.
- Nunca abandona a su club. Siente los colores como nadie.
- No le importa el dinero, ni la fama, ni salir en la tele o los periódicos. Sólo quiere jugar, jugar y jugar. Y no veas cómo juega. ¡Flipas, colega!
- Raro es el partido que no marca, al menos, un gol. Y es que, claro, está en todas las jugadas. Sus compañeros, sin él, no saben elaborar nada que valga la pena.
- Los porteros, cuando se acerca, le temen. A los defensas los pone más que nerviosos. A los centrales los vuelve locos y los delan teros se lo rifan para que les pase un buen centro, rematar ellos y llevarse las flores y los aplausos.
- Y es que es un chico muy completito: le gusta el regate corto, el regate largo, la triangulación, el auto pase…; le encanta la chilena, va como Dios en el juego aéreo y, a veces, hace verdaderas locuras: arte, magia y encaje de bolillos.
- Como es chico/a para todo, juega a otros deportes, a muchos, muchísimos. Joven aunque suficientemente preparado/a. Completito. Y no veas la pasta que da a ganar. Y el entretenimiento, que nos tiene a todos embobados. Porque más que el deporte, que es cosa seria y formal y de nervios y tensiones, y de intereses y disputas… a él/ella le gusta, le encanta, le chifla el puro juego, por amor al arte: por eso es el/la favorito/a de los niños, que lo adoran, y él/ella a ellos. Es moderno/a y antiguo/a, muuuuuuy antiguo/a. De campo y playa. De mírame y tócame. De vámonos por ahí a hacer el gamba. De picos pardos, a reír, a no pensar, a disfrutar. Es verbenero/a. Le va la marcha, la samba y la sandunga. Está en todas partes, como los/las chicos/as malos/as.
- Y corre, salta, y rueda y gira. Y pasa de todo, y siempre está de moda.
Así que es …
Él es el verdadero jugador número 23. ¿Dije que era chico? Sí, y con varios nombres. Lo llaman El Esférico, El Cuero y El balón. Pero también es chica. Quizás, seguro, ella se siente más femenina que otra cosa. De ahí su superioridad, entre tanto tío. Los buenos locutores saben que a ella le gusta que la llamen “La Pelota”… tan sencilla y humilde… La Pelotita.
Los que lo conocen bien, saben que no le importan las patadas, aunque, sobretodo, le encanta que le traten con respeto, le acaricien, le bailen. Eso sí, nada de pellizcos: todos tenemos nuestras cosillas.
Más simple y sencillo no lo hay, pero es tan bonito, tan precioso, tan dicharachero que le imitan las pompas de jabón, y las sandías, las uvas y las perlas, las naranjas… Bola es El Sol, pelota La Tierra, pelotita La Luna. Bolas son Las Estrellas y Los Luceros.
¡Y luego dicen que una bola es una mentira! Los desnuditos van en bolas, y los que beben, bolingas. Los presos nos vamos de bola cuando salimos a la libertad.¡ Ay!
¡Baila la vida su danza! El destino del balón es rodar y rodar. Sube y corre y salta. Va y viene. Y bota… y rebota. Pero cuando le dejan tranquilo, él solito se busca el punto más bajo, a ras de suelo, y se queda en silencio, muy quieto, quietecito.
¿En qué pensará? Seguro que dormirá rendido de tanto jugar. Y soñar… ¿qué soñará? Imposible saberlo, pero seguro que sus sueños son como él: REDONDOS.