Escrito por:  Rosa Castro. www.aragoninvestiga.org

¿Se acaba el petróleo? Esta es la pregunta con que José Antonio Turégano, investigador del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza, inició su conferencia en el centro penitenciario de Daroca (Zaragoza), actividad de divulgación científica, organizada por la Asociación Ciencia Viva con apoyo de la Cruz Roja.

Este experto, responsable del Grupo de Energía y Edificación desde 1987 y pionero en Aragón en temas de aprovechamiento solar activo y pasivo, centró su intervención en la actual crisis económica, energética y ambiental. Apuntó que hay realidades que plantean todo un reto a los científicos como el Cambio Climático, el incremento de la población mundial y la alternativa de la energía solar.

Turégano, Doctor en Ciencias Físicas y profesor del Departamento de Ingeniería Mecánica, expuso en unos minutos el gran valor que tiene la energía en el mundo globalizado actual, presisando también que todas las energías son solares, incluso la de tipo nuclear, siendo cada vez mayor la demanda de todas ellas, porque “a medida que avanza el desarrollo de la sociedad, mayor es el consumo energético”.

¿Cuáles son las consecuencias del abuso de energía? Este científico, autor del diseño de la primera vivienda de diseño bioclimático construida en Aragón (1984), expuso cómo los desequilibrios medioambientales dan lugar a la deforestación, contaminación, reducción de la biodiversidad y al cambio en la composición de la atmósfera. “Estos daños en los ecosistemas naturales repercuten provocando desequilibrios sociales”, señaló ante una veintena de reclusos de este centro penitenciario interesados por el ámbito científico.

¿Cuáles son las consecuencias
del abuso de energía?

Con tono divulgativo y gran pasión en su discurso, este científico autor de diversas obras sobre energías renovables, como el “Inventario Energético de Aragón”, “Atlas Solar de Aragón” y los “Datos Climáticos de Aragón”, expuso ejemplos de cómo hay países que entran en conflictos bélicos por el control de los recursos energéticos o minerales. Dio como ejemplo el coltán, como se conoce al material resultado de la contracción de dos minerales: la columbita, óxido de niobio con hierro y manganeso y la tantalita, óxido de tántalo con hierro y manganeso. En África, la explotación de este material está ligada a conflictos bélicos y a condiciones de semiesclavitud además de desastres medioambientales, con graves repercusiones en especies protegidas como los gorilas o elefantes. Así, países como la República Popular del Congo han entrado en guerra por el control de este material muy codiciado, porque está presente en la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores, videojuegos, armas inteligentes o implantes médicos.

Al hablar de la población mundial, cifrada en más de 6.697 millones de personas, este científico aragonés señaló la desigualdad existente entre unos continentes y otros. Así, Asia, Oceanía y África presentan un crecimiento más fuerte, “tienen un instinto de especie”, como se denomina científicamente al comportamiento que impulsa a tener más hijos cuando la mortalidad infantil es mayor. En cambio, “en Europa, al no existir apenas mortalidad infantil, hay un instinto de contención”, precisó Turégano, señalando que estos problemas actuales ya fueron postulados por los científicos, cuando en los años 60 se reunieron destacadas personalidades intelectuales internacionales, para buscar soluciones e implementar un nuevo orden mundial. Este encuentro dió lugar al nacimiento del denominado Club de Roma.

El petróleo que gastamos en un año
ha tardado un millón de años en producirse

El tema de la crisis económica también fue abordado por este investigador, señalando que las especulaciones bancarias están detrás de esta grave situación financiera. Y junto con estas economías en números rojos, el consumo de petróleo sigue en aumento. “El petróleo que gastamos en un año ha tardado un millón de años en producirse”, y ya hay una fecha o punto final de este hidrocarburo natural:  “En solo 200 años ya nos habremos comido este recurso de la Tierra”,  aseguró este científico, en este centro penitenciario zaragozano, recalcando que hay que educar para la eficiencia energética y la puesta en marcha de los recursos renovables.

“La incorporación de la arquitectura bioclimática contribuye un 50% en la mejora de eficiencia energética en los edificios de nueva construcción”, señaló este experto en Energías Renovables, enfatizando cómo la humanidad va hacia un futuro constituido por las denominadas megalópolis o grandes ciudades, que excluyen a la mayor parte de la población y originan zonas marginales. El cambio climático también hará estragos en la población mundial, “las consecuencias afectarán a cientos de millones de personas de manera impensable”, subrayó este Doctor en Físicas, que detalló cómo ya son palpables esos cambios de temperaturas paralelos en la Antártida, donde se ha reducido el espesor medio del hielo y se han desprendido grandes bloques de hielo.

Tras esta intervención, muchas fueron las cuestiones que los reclusos de Daroca lanzaron a Turégano, centradas en aspectos energéticos o relacionadas con el desarrollo de la sociedad actual.