Presentación del magazine leonés “In Voce”

Todo proyecto se inicia con un sueño. Pero no debemos imaginar el sueño como una isla utópica y, por lo tanto, imposible de ser encontrada. El soñador no necesariamente debe ser visto como alguien que vive alienado. Por el contrario, él es una persona que tiene una visión del futuro. Y en este caso, el futuro no es un instrumento de alienación sino de intervención en el presente.

Cuando el Consejo de Redacción de In Voce se reunió por primera vez con los miembros de la Dirección del Centro Penitenciario de Mansilla de las Mulas, teníamos un objetivo común: realizar un proyecto diferente a lo que habitualmente se denomina una “revista penitenciaria”.

Es decir, sin el típico discurso carcelario viciado de la crítica despreciativa al sistema, carente de contenido cultural o informativo y cargado del estilo corrosivo del remordimiento y la denuncia fuera de contexto que no lleva a ningún lugar, o sea, no hacer una revista “taleguera” al uso.

Creemos haber alcanzado nuestra meta no sin antes trabajar muy duro, dejando muchos temas en el filtro previo y realizando revisiones sobre revisiones de nuestros textos,  lo que nos permitió elaborar los contenidos que Usted leerá también en esta revista digital.

Con este proyecto nos planteamos como objetivo primordial “sacar la prisión a la calle”. Por lo que podemos observar todos los días a través de los distintos medios de comunicación y también por las manifestaciones de las personas que por un motivo u otro visitan el Centro, la sociedad en general tiene una visión muy distorsionada, alejada de la realidad y equivocada de las prisiones de nuestro país.

Asimismo, una gran parte descono­ce los fines constitucionales y legales de la privación de libertad; éstos no son otros que devolver a la sociedad individuos rehabilitados, reinsertarlos y que formen parte de los “activos” de la misma. No se es consciente, a nuestro juicio, de la labor que desarrollan dentro de las cárceles la Dirección, Equipos Técnicos de Trata­miento (educadores, psicólogos, trabaja­dores sociales…), equipo sanitario (médicos, ATS…), terapeutas, ONG’s y, cómo no, funcionarios de a pie, cuya labor resulta en todo caso fundamental para el buen -o el mal-funcionamiento de un Centro.

Teníamos un objetivo común: realizar un proyecto diferente
a lo que habitualmente se denomina una “revista penitenciaria”

En un sistema penitenciario (como el que ya está implantado con los Módulos de Respeto de León) es un instrumento básico en el éxito del mismo dado el carácter vocacional que se precisa para desarrollar su trabajo. Pretendemos que IN VOCE sea un medio de información y una canal de expresión de cuantos estamos privados de libertad, con el fin de hacer ver la realidad de las prisiones y, de una forma especial, dar a conocer el sistema penitenciario implantado en este Centro de Mansilla de las Mulas, por medio de los denominados MÓDULOS DE RESPETO que ya están siendo exportados al resto del Estado, e incluso, a otros países.

La pérdida de la libertad y la restricción del espacio físico no conducen a la barbarie, al contrario de lo que muchos piensan, gran parte de los que permanecen en prisión aprovechan su tiempo, adquieren hábitos normalizados de conducta, ejercen la solidaridad y el altruismo con sus compañeros, demuestran interés por los asuntos sociales y; todo ello confiere dignidad a la persona presa, independientemente del delito que ésta haya cometido.

Queremos, desde una perspectiva crítica pero constructiva, abordar los temas penitenciarios que nos conciernen, así como los asuntos sociales y de otros ámbitos. Por eso, como el lector podrá comprobar, nuestra revista está divida en dos bloques: uno penitenciario y otro de temas generales.

Queremos llevar la información objetiva a nuestros compa­ñeros, abrir el espacio a las diferentes opiniones, abordar distintos temas desde un triple punto de vista. Pues existe el modo de ver las cosas de uno, el modo de ver las cosas del otro y las cosas como realmente son. Y a partir de ahí, que cada cual saque sus propias conclusiones.

De qué valen nuestras vidas si no es
para enriquecer la vida de los demás

También queremos abordar desde una mirada crítica temas sociales, ecológicos y, sobre todo, humanos; divulgando nuestro trabajo en el interior de la prisión, concienciando a los compa­ñeros reclusos y al resto de la comunidad acerca de la importancia de preservar nuestros valores, nuestra dignidad y ubi­cando a la humanidad como una parte más de la Naturaleza y no trascendente a ella. Abrimos el espacio a la diversidad cultural y a la comunidad cosmopolita que forma la población penitenciaria; a la historia y cultura local de la región donde estamos ubicados, León.

Por último, queremos SER ÚTILES a nuestros compañeros lectores. Pues de qué valen nuestras vidas si no es para enriquecer la vida de los demás. Hemos puesto de nuestra parte todo el esfuerzo necesario para lograrlo. Esperamos que les guste.

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3 Comentarios

  1. GRACIAS POR PUBLICAR NUESTRO ARTICULO DE REDACCION IN VOCE. PABLO,LEÓN.

  2. Gracias a ti, Pablo, por llevar a cabo un proyecto tan magnífico en León y brindarnos la oportunidad de compartirlo con nuestros lectores.

  3. SALUDOS A LOS CENTROS. P. DE ARAGON, ESTAMOS ABIERTOS A VUESTRA COLABORACION, VOSOTROS TAMBIEN HACEIS UNA LABOR PARA BRINDAR. PABLO.

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