Escrito por: Amador J. M.

En el Centro Penitenciario de Daroca, (Zaragoza), el martes 29 de Junio de 2010, a las 18 h., en el módulo 2, ¡se ha montado un «pollo» monumental!

Con este titular, quiero que conste que no me refiero a ninguna de esas «tanganas» penitenciarias, que obligan a intervenir, de vez en cuando, a funcionarios y jefes, intentando solventar el «importante asunto que se estaba debatiendo», y sí a una actividad deportiva que se ha programado, por primera vez, en el Centro, y que, a mi juicio, aparte de muy amena y divertida, ha sido todo un éxito.

Desde estas páginas queremos expresar nuestro reconocimiento por la Organización de tan divertido evento. Entre los colaboradores asistentes, contamos con la presencia de Jesús Arroyo, (Delegado de ACNUR en Zaragoza) quien, junto a José, funcionario del Centro, llevaron el control de paso; además, disfrutamos de la agradable presencia de Celedonio García, consumado atleta, oriundo de Toledo pero «maño» de adopción, quien ha ejercido de «speaker» (locutor) oficial de este tipo de carreras por los pueblos de Aragón, y en las que ha adquirido una gran experiencia, (y que, además, es capaz de ponernos a todos a cien, pues habla más deprisa que el loro de Fernando Alonso).

Un poco de Historia

La «carrera del pollo» desde sus inicios, ha sido un acto popular de carácter lúdico-festivo donde participaba toda la población en la que se hacía la carrera, unos cuantos corriendo y el resto del pueblo animando a los corredores, con voces, palmas y música, que se celebra desde hace muchos años en varios pueblos de Aragón; su origen se remonta a muchos años atrás, adquiriendo el rango de fiesta típica aragonesa allí donde se celebra.

Antaño los «mozos» corrían descalzos                                                     o con alpargatas de labriego

Antaño los «mozos» corrían descalzos o con alpargatas de labriego alrededor de la plaza del pueblo, donde las «mozas casaderas» iban a animarlos y el premio consistía en un pollo que se entregaba al vencedor, quien además debía bailar al final de la prueba una típica jota maña con la muchacha que eligiera de entre los asistentes.

Actualmente, la más famosa de todas es la de Chodes, (Zaragoza), donde participan cada año atletas de renombre y talla internacional junto a los corredores locales que «no se dejan mojar la oreja» fácilmente.

En el Centro Penitenciario de Daroca

En el Centro Penitenciario de Daroca hemos querido adoptar esta carrera popular, haciendo un humilde homenaje a nuestra tierra aragonesa y nos hemos reunido casi la mitad de los internos del Centro, unos cuantos corredores y el resto de la peña animando a los que corrían, como espectadores. A todos nos alegró mucho la presencia de unas cuantas guapas señoritas de los equipos técnicos y otras de Enfermería, las cuales pasaron, junto a nosotros una tarde muy amena y en la que, además, nos reímos mucho todos, pues el evento resultó de lo más divertido.

El tiempo no acompañó mucho; estaba nublado, pero las nubes nos respetaron un poco y no llovió; mejor así para los corredores, que se mantuvieron algo más frescos. Destacamos también la excelente deportividad de todos los participantes y el «buen rollito» que mostraron los asistentes, sin incidentes de ningún tipo y con un ambiente de lo más lúdico.

A una señal del Director de Carrera, Jesús Arroyo soltó el «cohete virtual» que daba la salida a los corredores mayores de 35 años, «los abuelos atletas del Centro», quienes hicieron gala de la magnífica forma física que poseen.

En el grupo A, mayores de 35 años, participaron 14 corredores.

La clasificación quedó así:

En el grupo B, menores de 35 años, contamos con 12 corredores.

El resultado fue el siguiente:

En la Manga final, el 1er. Clasificado del grupo A y el 1er. Clasificado del grupo B, a una única manga de seis vueltas, se decidió el vencedor de la carrera, que fue Mharek S., quedando  como ganador absoluto de la «carrera del pollo». Tras la ceremonia de entrega de premios, el ganador tuvo que bailar una típica jota aragonesa, como exigen las normas de la carrera, entre los aplausos de los asistentes.

Destacar, por último que el famoso «pollo», a través de su secretario personal, nos hizo llegar un comunicado de prensa en el que nos rogaba que excusáramos su asistencia, pues tenía cosas más importantes que hacer en Playa Bávaro, (República Dominicana), donde se recuperaba del «stress» que había sufrido en la última carrera a la que asistió…

Por último, queremos agradecer al Centro la invitación que nos hizo a los redactores de La Oca Loca para asistir al evento, y el amable trato que nos dispensaron y sugerir que nos agradaría mucho, de cara a las próximas Fiestas Navideñas, que nos organicen otra carrera de este tipo que podría ser « La Carrera del Pavo», entre turrones y cava español.

Desde la primera edición de la «CARRERA DEL POLLO PENITENCIARIO», deseando repetir esta amena  actividad, informamos para todos nuestros lectores, en vivo y en directo.

Entrevista a uno de los participantes

Hemos querido también sondear la opinión de un corredor participante en este evento y para ello nos ha concedido la siguiente entrevista:

Buenas tardes, estimado compañero. ¿cómo te llamas y en que módulo «veraneas»?

Soy Juan Bautista E. V. y resido en el módulo 3, un nido de atletas, porque es bueno el mantenerse en forma y más donde estamos; Yo, habitualmente hago «cardio», que es correr y también practico musculación y yoga.

¿Qué te motivó para participar en la carrera?

El espíritu deportivo y de participación y, en especial, el compañerismo. Lo más importante no es ganar, si no participar y así lo hemos hecho.

El pollo, cuando vio el percal y la cara                                                       de algunos, como que decidió «darse al piro»

¿Qué impresiones te ha trasmitido esta carrera del pollo?

Que ha sido un evento muy peculiar y diferente a los esquemas tradicionales del atletismo, ya que, además de hacer deporte, nos hemos divertido bastante. Pero hemos echado de menos al famoso «pollo», que, por lo visto, estaba de baja y convaleciente; desde aquí le deseamos una muy pronta recuperación, que lo estamos esperando para la próxima carrera.

¿Qué has sacado en positivo de esta carrera?

La gran satisfacción de poder compartir con los compañeros de los demás módulos una tarde de diversión, socializando, con ello, la rutinaria vida penitenciaria.

¿Y qué conclusiones prácticas sacarías de la carrera?

Hombre, pues que contribuye a nuestra agilidad física, en primer lugar; y, además, nos permite seguir «en forma», por si en un futuro tenemos que zafarnos de algún malhechor o alguna vez de una «errónea» persecución por parte de «la brigadilla»…

El buen humor, ante todo. Alguna anécdota sobre la carrera…

La locuacidad del «speaker», que no se callaba ni aunque le metieran la cabeza en un cubo lleno de agua y también eso de correr a ritmo de «jota baturra»…

¿Qué faltó en la carrera para ser completa?

Por supuesto, unas cuantas «cheers-leaders» autóctonas, vestidas de joteras, el burro y un   buen botijo con agua fresquita… ¡Ah, y un grupo de joteros, también!

¿Algo más se nos queda en el tintero?

Pues ya que lo dices, unos ramos de flores para los vencedores y algunos «besitos» de las «cheers-leaders» mañas; (señores organizadores, tomen nota para próximas ediciones).

¿Ganaste algún premio y en que consistió?

Sobre todo la satisfacción de participar, pero como premios en sí me llevé 10 cafés a cuenta de la organización y algunas camisetas. El pollo, cuando vio el percal y la cara de algunos, como que decidió «darse al piro»

¿Qué te parecería repetir la experiencia?; y, si así fuera, ¿volverías a participar?

Sería magnífico. Sin dudarlo, volvería a participar y animaré además a otros internos…

Muchas gracias por concedernos estos minutos, Juan Bautista; aunque tú bien pudieras ser ya un «abuelo corredor», desde aquí te deseamos que sigas haciendo deporte… ¡que el ritmo no pare!