Escrito por: Carlos Sanz

Ni la Semana Santa ha conseguido enfriar esa euforia generalizada que envuelve al fútbol español. Cuatro clásicos en un mes, es algo impensable para los aficionados.

Ya llevamos dos y hemos podido dar buena cuenta de los resultados. En el primero hemos podido comprobar cómo un club del historial del Real Madrid, quedaba conforme con el empate, dando por perdido el torneo liguero a manos, presumiblemente, del F.C. Barcelona. En el segundo, el resultado ha sido un puñal para el barcelonismo y una euforia sin control para los madridistas. Ganar la Copa del Rey, parece que es el no va más. Y a partir de ahí, se arremete una dura crítica hacia el F.C. Barcelona de Guardiola, aludiendo a que el ciclo se ha terminado.

Quedan los dos clásicos de la Champions y por eso me apresuro a jugar a adivino y pensar por un momento con la posibilidad de que sea el F.C. Barcelona el ganador de la eliminatoria y el equipo llegue hasta la Final de la Competición Europea.

Escuchaba hoy en una rueda de prensa como su entrenador, decía que ganar la competición liguera parecía una obligación y que ganarla, era algo sencillo al alcance de cualquiera. Bien decía Guardiola, al ser criticado en demasía por la derrota de su equipo en la Final de la Copa del Rey, que será al final de temporada cuando se deba hacer balance de todo lo conseguido. Y de momento en la mitad de los clásicos, el Real Madrid ha ganado la Copa del Rey, pero el F.C. Barcelona, tiene la Liga casi en sus vitrinas.

Y que nadie olvide que el fútbol español
necesita urgentemente una reestructuración

En dos semanas, los dos clásicos que nos faltan, dejarán a cada uno en su puesto. Guardiola versus Mourinho o lo que es lo mismo, F.C. Barcelona contra Real Madrid. Si el equipo catalán es capaz de llegar y ganar la Champions, ¿dónde se meterán y esconderán todos estos que ahora dicen que la etapa de Guardiola ha terminado?

Mejor no jugar más a adivino, como antes decía . Que sea el destino quien ponga a cada uno en su sitio. Y que nadie olvide que el fútbol español, necesita urgentemente una reestructuración. Está fracturado, roto, desnivelado y de esta forma, es difícil, tener una competición en la que todos puedan disputarla.

En dos semanas decimos adiós a los clásicos y nos quedamos con la realidad diaria. La que marca nuestra liga. La de los pobres, la de los ricos, la de los que deben, la de los que no pagan. Que se vayan rápido los clásicos por favor.