Carlos Mariano

Por Francisco Miranda

Carlos Mariano es un luchador dentro y fuera del ring. Su incorporación a los módulos de respeto del Centro de Mansilla de las Mulas, ha transformado profundamente su vida y la de los demás internos. Un hombre que pasó muchos de sus años de condena clasificado  en   “primer  grado”,  en patios conflictivos y con  no  pocos problemas, hoy mira al futuro desde una nueva perspectiva.

Muchos de los internos que están en este Centro han tenido la suerte de conocerle, y algunos pocos, además de eso, han aprendido con él un poco del arte de los puños. A través del boxeo, un deporte milenario que Carlos les enseñó a amar y a disfrutar, hoy algunos saben que, a veces, conviene más “usar la cabeza” que la fuerza bruta.

En la siguiente entrevista, además, iniciamos juntos un viaje a través de la historia de los módulos de respeto.

¿Cómo has venido a parar a uno de los Módulos de Respeto?

A finales del 2003, cuando llegué aquí, a Mansilla de las Mulas, venía en primer grado. La primera sorpresa que tuve fue que me meten en un “módulo de primer grado”, valga la redundancia. Lo que también era una sorpresa, porque no era habitual que los internos que estuviéramos en primer grado viviéramos en un módulo. Entonces, pasé un período de… dos años. Los internos en primer grado, ni es ni era entonces habitual de que su régimen de vida se desarrollara en un módulo… lo lógico era estar en un “bunker”. Entonces, el espacio, aunque creas que no, pues ayuda a llevar esa historia de otra manera. 

A los dos años, aproximadamente, una semana antes de que se cumplan, recibí la visita de quien es ahora el Director Adjunto de los Módulos de Respeto, Don Esteban. Por entonces, y si no recuerdo mal, era el educador de los módulos 7 y 8, que eran los “módulos de respeto”. Tuve una entrevista con él. Me puso delante unos “Compromisos de Conducta”. Me propuso ir al M-7, y acepté.

Aceptaste, ¿Leíste el compromiso?

 Sí, sí… claro, claro (risas)

La prisión pura y dura acaba con lo poco
de ser humano que puede haber en un preso

 ¿Y llegaste a la conclusión de que podrías mantenerlo y que podrías cumplirlo? ¿Qué te pareció lo del compromiso?

Hombre, lo que recuerdo de la primera entrevista…   Bueno,   evidentemente que leí el compromiso, y recuerdo con bastante precisión que le dije: “Pero, esto… ¿Es así? ¿De verdad?”. Porque, bueno, el contenido del compromiso resultaba   “chocante”.   Cuando   una persona  lleva ya  cierto tiempo en prisión, como es mi caso, resulta muy chocante comprometerse a… Bueno, no eran muchos puntos, pero había dos o tres que tenían bastante “contenido”, a poco que comprendas lo que hay.

¿Fuiste para el Módulo 7?

Sí, para el siete.

Y entonces qué, ¿mucho cambio? Al llegar me refiero,  ya que el módulo llevaba un tiempo ya funcionando…

Sí, había bastantes diferencias con respecto a lo que hay en la actualidad. La esencia sigue siendo la misma. Lo que me encontré, hombre, en principio, cuando una persona llega a un sitio así es un poco recelosa por mucho que hayas comprendido lo que hay en un compromiso de conducta. Siempre tienes tus dudas sobre lo que puedas o no encontrarte de verdad. Pero, y a las pruebas me remito, si llevo ahí siete años, lo que me encontré mejoró mucho la calidad de vida… al menos para mí.

¿Tenían todas las mañanas reunión con el educador, no?

El sistema ya estaba. Podías elegir las actividades que más te gustaran o que te encontraras más a gusto en ellas. El margen de maniobra, no voy a decir de libertad, pero sí de maniobra que tiene una persona cuando llega a ese tipo de módulo, hombre, resulta mucho más liberador…

Tú estabas aquí en la prisión cuando ya se habían iniciado los MR. ¿Sabes de quién fue la idea o por qué se hicieron?

Yo no tuve ninguna conversación con las personas que promovieron este sistema en el Centro Penitenciario de Mansilla. Lo que opino, a nivel personal, es que siempre ha existido un tipo de personas que creen de verdad en la reinserción. Por los motivos que sean, llega un momento que comprenden que la prisión pura y dura, lo que es prisión,   prisión…   lo   único   que consigue es embrutecer y acabar con lo poco de ser humano que puede haber  en   un   preso.  Si   hay  otros motivos  no  los  sé.  Creo  que  hay personas que creen de verdad en lo que significa la palabra reinserción. Entiendo que quieres decirme que hay una naturaleza humanista en el que ha ideado iniciar esto. ¿Crees que pudo haber sido eso, y que hay quien cree en el sistema que está en la LOGP? Porque esa es la conclusión, la rehabilitación y reinserción de los internos, ¿no? El fin primero y último de la prisión… Yo creo que hay personas que creen en ello.

Siempre ha existido un tipo de personas
que creen de verdad en la reinserción

En otras entrevistas que llevamos haciendo con respecto al tema de los orígenes y desarrollo de los MR, algún funcionario ha reconocido, que cuando se abrió esta prisión hubo un momento que tenían serias dificultades con el asunto de la violencia que se estaba generando,  Al punto de que tuvieron que pensar en otras cosas. Entonces, habría sido éste uno de los motivos de decidir arrancar con los MR ¿Tú tenías conocimiento de algo de esto?

Directamente por los funcionarios, no. En el momento en que yo llegué al módulo siete había pocos módulos abiertos. Y no tenía ningún tipo de contacto, pero sí que en otros módulos  cercanos al módulo siete y ocho se veía algún tipo de violencia.

Ahora, concentrémonos en el tema del orden y la limpieza. ¿Cómo lo asumías después de haber estado en aislamiento, donde esto no se veía? ¿Cuántas personas había en el módulo y cómo se repartían las tareas?

Aproximadamente había unas 90 ó 95 personas. Al principio siempre cuesta  un poco adaptarse, pero a veces el problema no era la adaptación, sino de tener  “mucha cara” o de creerse más listo. Había un grupo, y la mayor parte del problema se resolvía por la exclusión del propio grupo, porque no interesaba. Si eres consciente de que tienes una calidad de vida, y que vale la pena luchar por ella, la persona se daba cuenta de que merecía la pena luchar por eso.

Los funcionarios que venían del otro sistema y que tenían otra forma de trabajar, ¿cómo lo llevaban?

En principio, cuando llegué al módulo, había una plantilla fija. Eran funcionarios fijos tanto en el módulo siete como en el ocho. Algo que me chocó era  que tenían  muy claro todo el trabajo que tenían  que  hacer.  De hecho, si eras un tío que cumplía con sus obligaciones no tenías problema.

 ¿Ya existía el sistema de auto-organización? ¿Existían también los grupos en los módulos?

Sí, aunque no había una estructura tan amplia como ahora. No existía la comisión de acogida. La comisión de convivencia  no tardó mucho en crearse. Se conocía como comisión de “intervención”. La asamblea tampoco existía, pero tardó poco en crearse. A partir de la asamblea se crearon otros grupos como la comisión de cultura.

Si eres consciente de que tienes una calidad de vida y que vale la pena luchar por ella, la persona se daba cuenta de que merecía la pena luchar por eso

¿Fue iniciativa vuestra o de los técnicos de Mansilla?

Tanto la asamblea como la comisión de acogida, cultura, deportes… todas surgieron de los internos. La única fue la Comisión de Convivencia, llamada “de intervención”, que surgió por una idea de Don Esteban, que entonces era el educador del módulo siete. Se creó para solucionar los problemas de violencia que surgían entre los internos y actuaba de forma inmediata. Esa fue la única comisión que surgió por parte del Equipo Técnico del Centro.

¿En los inicios de los MR recuerdas alguna anécdota que quieras compartir?

Como anécdota: dos compañeros que se pelearon. Entonces, fueron expulsados por Don Esteban, pero después fueron “rescatados” por él mismo. Los devolvió al módulo un mes después y los puso a vivir juntos: ¡En la misma celda! Como una medida “terapéutica” para que “estrecharan lazos”… A partir de ahí se creó la comisión de intervención. Como iniciativa propia de los internos,   se   crearon   también   las demás comisiones y fueron surgiendo a través de las actividades que se iban creando. Michel (otro interno) empezó representando una Asamblea donde estaban los diferentes grupos.

¿Cómo estaban estructuradas las actividades? ¿Había tantas como ahora?

Las primeras actividades se desarrollaron en el Socio Cultural y no había tantas actividades como hoy. Creo recordar que había francés, el taller ocupacional y poco más…

A nivel personal, ¿Cuáles son los principales beneficios que obtuviste al ingresar al módulo siete? ¿Qué comparación podrías hacer sobre el tipo de vida que llevas en estos módulos con respecto a un módulo normal?

 El principal beneficio era evidente: mantener la mente ocupada, porque si te encuentras todo el día en un patio y en lo único que piensas es en subir, bajar y en comer, llega un momento en el que experimentamos que el tiempo no transcurre. De esta otra forma, el tiempo pasa de otra manera e incluso lo puedes aprovechar. Cambia todo. Cambia la calidad de vida en general, porque tampoco es lo mismo que estés en un sitio donde tengas que apartar la bandeja apartando todo lo que hay alrededor.

Mi situación personal también mejoró muchísimo, ya que mejoró la relación con mi familia. El hecho de que mi gente supiera que yo estaba en un lugar de esas características fue un alivio para ellos. También tengo que estar agradecido porque aquí se amplió la relación con mi hijo y para mí fue todo un cambio positivo, porque se me facilitó todo para que pudiera verlo.

El hecho de que mi gente supiera que yo estaba en un lugar
de esas caracterís­ticas, fue un alivio para ellos

Ahora que tocamos el tema de la familia, en los MR hay un asunto nuevo, que es el de las visitas de la familia al módulo, ¿Qué piensas de eso?

Es uno de los temas que más te beneficia, porque las personas que te quieren y que están cerca de ti, vengan y vean dónde vives y dónde desarrollas tu vida diaria, el trato, la limpieza que hay… No nos vamos a engañar. Eso es bueno para todos. Es una forma de acercar, y no como era antes la prisión, que era una manera de separar… Esto marca la diferencia.

¿Hay algo en esta charla que quisieras resaltar?

Sí, quiero resaltar la diferencia que había entre el antes y el después, y tiene que ver con el colectivo que me ocupa a mí: el de los convictos. Tengo la impresión, pero sólo es eso… me puedo equivocar, pero ahora mismo un porcentaje bastante elevado de personas no sabe valorar lo que tiene. No sé si por desconocimiento, porque no tiene otro tipo de experiencia vital de otras prisiones, o porque los veteranos lo estamos haciendo mal. No lo sé.

La impresión que tengo del módulo donde   estoy,   es   que   un   gran porcentaje de gente da por hecho de que eso lo tenemos ahí, es así en todos los sitios, y que eso es lo que se va a encontrar en todas las prisiones. No se dan cuenta que eso que tenemos ahí no lo dan “por la cara”. Que en los compromisos de conducta muchas veces tienes que dejar de ser teórico porque somos el primer beneficiario y somos el primer actor que tiene  que trabajar las veinticuatro horas del día. Mucha gente cree que eso es así por derecho, que va a durar toda la vida, y que no hay que luchar por ello. No lo defienden. Esa es la impresión que tengo.

O sea, ¿tú crees que la supervivencia de estos módulos está en nuestras manos?

 Sí, así es… por supuesto.

Según la valoración que haces de los MR, ¿qué cosas crees que se deberían mejorar o modificar?

Es un terreno en el que no quiero meterme. Así como te he dicho que el mantener los MR depende de nosotros, sí habría cosas que hacer todavía. Pero en el terreno que pretendes colocarme ahora… No nos corresponde a nosotros. Prefiero no meterme.

¿Corre peligro el futuro de los MR?

Hay circunstancias actuales por las que yo creo que es necesario que esto siga creciendo. Pero sí es verdad que entre la masificación y la modificación de ciertos aspectos del Código Penal, casi me atrevo a decir que el miedo que existe es por la presión de la alarma social. Son aspectos que en un momento determinado, no digo que puedan mandar al traste todas estas historias, pero sí hacer que, como poco, se estanquen.

Muchas gracias, Carlos.

No, gracias a ti.

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7 Comentarios

  1. Siempre causan admiración aquellas personas que atesoran experiencia. Es algo que nadie les podrá quitar nunca.

  2. Un ejemplo maravilloso de autogestión… Mis felicitaciones y ánimos tanto a don Esteban , como a Carlos y al resto de internos…

  3. GRACIAS POR INCLUIR EL ARTÍCULO, LA EXPERIENCIA DE UN INTERNO QUE ACEPTA EL PROGRAMA DE MODULOS DE RESPETO,DESPUES DE SUFRIR EN SU VIDA LA PRISION DURA E INDIGNA, SALUDOS.

  4. HOLA. PEDIROS SIMPLEMENTE QUE POR FAVOR LE DÉIS LA ENHORABUENA A CARLOS DE MI PARTE. SOY SU PRIMA DIRECTA. ÉL SE ACUERDA, FUI LA ÚNICA QUE ACUDÍ A LA CARCEL DE OVIEDO CUANDO EMPEZÓ TODO PARA ÉL Y AUN ESTABA UN POCO DESCOLOCADO. LA VIDA LE HA DADO MUCHOS GOLPES Y ALGUNOS INJUSTOS. SE ACORDARÁ DE LO QUE MI PADRE LE DECÍA QUE PARA ÉL ERA COMO UN HIJO. POR FAVOR, INSISTO DARLE RECUERDOS Y SI QUIERE PONERSE EN CONTACTO CONMIGO LE FACILITARÉ LO QUE HAGA FALTA.
    CARLOS ERES EL MEJOR, TE DISTE CUENTA TARDE PERO AUN ESTAS AHÍ Y TE LO MERECES. UN BESO MUY GRANDE.
    POR FAVOR HACÉRSELO LLEGAR GRACIAS.

  5. No hace mucho escribí un artículo, en “In Voce Magazine” (Revista del CP de Mansilla de las Mulas -León-), en el que uno de los protagonistas es Carlos. Se titula ¿Qué llevan los presos en sus mochilas? Suerte, Carlos.

  6. Gran persona Carlos Mariano, gran boxeador.Y una gran actividad dentro de los centros.
    y mas si el entrenador es como Carlos.Las semanas culturales cargadas de actividades que hacen que te evadas de donde estas y tengas mas fuerzas de luchar.Y teniendo la opción de aprovechar el tiempo ahi dentro para que la reinserción sea mas exitosa. Y tb Gregorio, un psicólogo que se moja.

  7. Yo estube preso en mansilla tube la suerte de entrar en un modulo de respeto y tambien de conocer un poco de carlos entrene con el la verdad siempre lo respete por que a pesar de nuestros errores nos da la oportunidad de conocer personas que te aportan algo bueno en la vida como es el caso de carlos a mi en lo personal me ayudo mucho y nunca dejare de agradeserselo.
    Me gustaria saber cual es su situacion juridica y si ya salio le deseo de todo corazon que logre todas sus metas y que nunca vuelva a caer en situaciones similares.

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