Escrito por: José R. Alcantud

Se llega custodiado desde el juzgado, donde el magistrado decide que sigas apresado.
No serás tan malo, cuando a prisión te llevan en un coche sin ser esposado.

Todo son sorpresas; cacheos, fotos, toma de huellas, preguntas y respuestas, que no tienes ni idea de cuando acabarán. Acto seguido le toca el turno al médico, que pregunta cómo estás, que si te drogas, no por dios, fenomenal. Si eres alérgico a algo, que si esto que si lo otro. Procura decir la verdad, aunque no lo creas en la mentira te pillarán.

Te dan la primera comida y a ingresos te llevarán. Ahí pasarás dos días, con un desconocido que no conoces de “na”. Te asomas a la ventana, por si de la gente que ves al pasar conocieras a alguien que te pudiera orientar. De la cama a la ventana y de la ventana a la cama. Desayuno, comida y cena hasta que a dormir te vas. Trabajo te cuesta pero, al fin, caerás. Así dos días en que todavía no sabes donde estás.

Todo son sorpresas; cacheos, fotos,
toma de huellas, preguntas y respuestas

Llega esa mañana en que recibes tus cosas y al módulo asignado te has de entregar. Te presentas al funcionario Don … que de guardia está. Se te designará una celda, donde vivir te tocará, con uno o dos “compis”, que de tu agrado no serán. Suerte tendrás si donde caes hay televisión, si no, comprar o alquilar te tocará.

En el patio empezarás a ver esa realidad: que si tienes tabaco, invítame a un café, etc., etc. Verás las primeras rencillas, peleas de las que uno se apartará. Te activarán los teléfonos más necesarios y si al cabo de un mes no presentas contrato, te los inhabilitarán. Llamarás a tu letrado que te dirá que todo va especial. Como es de oficio ni te voy a contar: “Letrado de oficio, condena a tiro fijo“.

Cuando haces ya una buena amistad, a ese amigo de conducción se llevarán. Parece mentira que vengas a conocer aquí dentro a esa persona y no en plena libertad, ya que es un ejemplo de persona, con muy buena voluntad. No dejarás de escribirte con él, sabiendo que muy pronto lo verás, pues con él tendrás futuros proyectos para trabajar legal.

Lo mejor aquí dentro es emplear bien el tiempo, con cursos que se imparten en el centro, escuelas, oficios, lecturas, etc… Aquí todo funciona con instancias hasta para ir a orinar. Mucho cuidado con desinformarte porque algún parte rondarás. Te unirás o apartarás de esa delincuencia, sólo de ti dependerá.

Se llega a coger cariño a todos los funcionarios, digo a “todos” ya que en su buena labor están, luchar por tu seguridad, dentro de las normas de esta comunidad, tan difícil de llevar. Cuando ya encuentras tu sitio, puede ser que te llegue la mala noticia, que de conducción te vas. Vuelta a empezar de cero, vuelta a empezar.

El fracaso no te sobrecogerá, si tu determinación para alcanzar el éxito es lo suficientemente poderosa.