Escrito por: Peregrinos de Daroca

Hoy despertamos con el ‘Ave María’ de Schubert que los Hospitaleros del albergue Pequeño Potala de Ruitelán nos ponen a las 6 de la mañana para que vayamos activándonos. Después podemos oír, mientras nos desperezamos, a los tres tenores con el aliento de Plácido Domingo y su VINCITORE. Hoy es el día en que venceremos al O Cebreiro que nos espera y nosotros acudiremos fieles a su cita.

Hoy, los peregrinos nos miramos las caras más detenidamente. Vemos tensión en los rostros por lo que nos espera.

Lo que todos tenemos claro es que hoy en la mochila tendremos que cargar un plus de esfuerzo y sacrificio, aunque con los ánimos recibidos a través de los comentarios de estas páginas de nuestros fieles seguidores (Os rogamos que nos sigáis animando todos los que nos leéis) es mucho más fácil. Ahora nuestro compromiso es firme. “O Cebreiro vamos a por ti”.

Como todas las mañanas, Trini nos da el pensamiento del día, con el que nos podremos encontrar a nosotros mismos en los momentos de mayor dificultad.

Alexandru, fiel también a la cita matutina, activa nuestros músculos para preparar el reto. Rafael nos da la señal para empezar: “Buen camino PEREGRINOS”, y hoy este peregrino es con mayúsculas.

Hoy es el día en que
venceremos al O Cebreiro

Después de tomar un café reconfortante a los pies de O Cebreiro, comenzamos, al romper el alba, el ascenso con mucho ímpetu, lo que hace que a la ½ hora el grupo empiece a disgregarse. Empezamos a desprendernos de las chaquetas que cuelgan detrás de las mochilas, justo a los primeros rayos de sol se humedecen las frentes y no por el rocío. El paisaje es espectacular se ven los valles con las “rubias Gallegas” pastando y algún que otro peregrino tirado en la cuneta cogiendo aliento, pues la subida “no es fácil”, así como los paisanos que van para las pallozas a alimentar su ganado.

Mientras ascendemos, vamos cruzando algún que otro riachuelo. Nos emocionamos viendo los acebos en flor, los hórreos llenos de mazorcas de maíz secándose, los castaños, los nogales, en fin, pura naturaleza. Después de 2 horas culminamos venciendo al O Cebreiro, donde nos espera una brisilla que nos invita a arroparnos de nuevo. Visitamos la Parroquia, sellamos y nos miramos “No ha sido tan complicado”. Es el momento de relajarnos y disfrutar de la victoria. El grupo se dispersa, unos visitan la Basílica, otros las tiendas de souvenir, lo importante es disfrutar por haber conseguido lo que tanto temíamos ayer.

Con la alegría en el cuerpo y la relajación de la victoria nos olvidamos de lo que nos queda, y tras 2 horas de un agradable paseo volvemos a la cruda realidad: “el alto del pollo”. Dios mío, nadie nos ha avisado, nos ha pillado a traición.

Todos nuestros males se curan cuando nos reciben en el Albergue de Fonfria “Reboleira”, donde nos reciben maravillosamente y nos alojan en una Palloza espectacular habilitada como albergue. ¡Esto es vida!

Antes de escribir este artículo los peregrinos visitamos la página Web de nuestra revista La Oca Loca. Nos volvemos a emocionar por los mensajes de apoyo. Batis se acuerda de los Migueles del camino, pues hoy, San Miguel, es su Santo.

Buen camino peregrinos, mañana nos vemos.