Escrito por: Manuel Trovo

Miro a través de las rejas de mi ventana queriendo divisar a lo lejos el horizonte, pero enseguida mi mirada se ve entrecortada por alambradas y se hace el horizonte más difuso, más lejano. Aun así quiero esforzar la mirada a través de la reja de mi ventana para ver a lo lejos cómo se funde el gris del mar con el azul del cielo, para ver las nubes pasar y la luna brillar, el amanecer de un nuevo día más.

Y sigo mirando, y veo los aviones que llegan y también los que se van. Y pasan los días, las semanas, los meses y la mirada se pierde en la lejanía buscando un atisbo de esperanza que mitigue la soledad y agonía que mi corazón padece, quebrantado por los muros, las alambradas y las rejas de mi ventana.

Miro y miro de noche y de día, buscando la alegría que por perdida doy,  y busco y busco para volver a encontrar esa alegría linda que me da la libertad.

Ahora sólo cuento con mis sueños, con esa mirada interna que se pierde en el espacio del tiempo. Ni las rejas ni la alambrada pueden detener el vuelo de mi mirada.

Ni las rejas ni la alambrada
pueden detener el vuelo de mi mirada

A veces se nubla, a veces se apaga y otras veces no miro por miedo a verme cara a cara con la muerte inesperada, Dios Mío! Dame fuerzas para que pueda seguir mirando a través de la reja de mi ventana todas las maravillas creadas, la ilusión, las ganas de bañarme en la libertad tan esperada que se esconde detrás de las alambradas y de la reja de mi ventana.