Escrito por: Pedro B.

Nunca me había planteado ser jurado de un Festival de cine; en realidad, ha sido una experiencia fascinante y ardua. En poco más de seis días (en dos ediciones) hubo que analizar la cantidad de cortometrajes que uno vería habitualmente a lo largo de seis o siete meses.

Todas las cintas gozaban de bastante calidad, algunas pertenecían a argumentos muy diversos, así que cada uno de los quince miembros del jurado tuvimos que afinar nuestra percepción para comprender desde qué código y creencias provenían, o contra qué se rebelaban. En realidad, me cautivaron casi todos los cortometrajes, unos por las imágenes, otros por el montaje, más de un actor o actriz por una original actuación – mención especial a los que, con valentía, abordaron temas polémicos -, y no faltó el más convencional que transportó, con exquisito rigor clásico, la comedia o el drama.

Los miembros del jurado eran internos que, como yo, aman el cine. Ninguno de ellos moderó sus emociones, al contrario. Vivimos unos días profundizando en estos sentimientos que nos regala el cine y que se exacerban, aún más, cuando careces de la libertad necesaria para vivir tu propia vida. Pues es, entonces, cuando, de verdad, vives y sientes a través de cada personaje que se proyecta en la pantalla, con sus preocupaciones, sus alegrías, sus penas y su manera de comportarse ante las situaciones que enfrenta.

Cuando careces de la libertad necesaria                                                  para vivir tu propia vida

El voto del jurado fue para el film “Il mondo mío” de José M. Fandós y Javier Estella, con guión de Óscar Sipán y Mario de los Santos. Este corto se llevó el Premio Intramuros 2010 con el que el Centro Penitenciario de Daroca participaba en la 15ª edición de este gran festival y, así, culminaba un intenso año de cine en el que, invitados por la SCIFE, nos visitaron Ciro  Altabás (ganador del Premio Intramuros 2009 con su “Manual práctico del amigo imaginario-abreviado-”) y dos grandísimas actrices: Luisa Gavasa y Lucía Alvarez.

En este año 2011, el voto ha sido para el cortometraje “A vinos” de Verónica Sáenz, por su complicada sencillez, maestría en la interpretación y dirección, y cuidada factura.

Gracias, una vez más, a la S.C.I.F.E. y a su director José Antonio Aguilar, por sorprendernos cada año con nuevos regalos cinematográficos.

Además, todo este gran trabajo del Taller de cine del Centro penitenciario de Daroca va culminándose, poco a poco, con distintos proyectos. Así, el pasado año 2010, el cortometraje documental “El gitano poeta” realizado por nuestro Taller de cine, se encontraba seleccionado entre los diez documentales de la sección oficial de este festival.

Y, por cierto, ya contamos con varios proyectos documentales y de ficción para el año próximo. Desde aquí invitamos a todos (actores, actrices, guionistas, directores, etc.) a participar en estos y otros proyectos, que como todos los nuestros se viven de dentro a fuera y de fuera adentro, consiguiendo que nuestra Prisión sea menos cárcel para nosotros.

No quiero desaprovechar esta ocasión para dar las gracias, nuevamente, a todos los que han colaborado para que estas decimoquinta y decimosexta ediciones de la Semana de Cine e Imagen de Fuentes de Ebro haya tenido el alcance escénico y divulgativo que se merece.

Nosotros, un grupo de hombres, hemos disuadido por unos días los duros momentos que vivimos por la falta de libertad, para conseguir alcanzar un sueño: ser jurado de un Festival de cine.