Limpiando mis cajones

Escrito por: Jesús

Limpiando mis cajones me sorprendí rompiendo papeles viejos, y sacudiendo cajones, hurgando en mi pasado y echando a la basura lo que en algún momento guardé. Mis cajones llenos de notas, papelitos, pilas viejas, agendas caducadas y mil cosas que en otro momento atesoré, hoy me doy cuenta que ya no tienen sentido.

cajónGuardamos compulsivamente, por si en algún momento lo necesitamos, y al pasar los años nos damos cuenta que vivimos rodeados de cosas sin utilidad, recuerdos vanos, aferrándonos a ellos por si algún día los vamos a ocupar. Un boleto de metro, que fácilmente tiene 15 años, la garantía de una radio que ya ni existe, el manual de un televisor que le regalé a mi madre hace más de 10 años, notas de supermercado, tarjetas de felicitación, y la invitación a una boda de gente que ni conozco; llaveros, etc… Tiré tantas cosas que llené dos cajas grandes, que fueron directas a la basura. Por fin, el orden, y el espacio suficiente para cosas nuevas que algún día serán parte de mi pasado y que probablemente nunca las llegue a ocupar.

Me doy cuenta de que también he atesorado sentimientos que nunca pienso reutilizar, como el odio, los celos, la ambición desmedida, el egoísmo; y que ahora me encuentro echando a la basura junto con ese par de cajas con recuerdos, quedando más espacio para la compasión, la paciencia, el amor y el perdón.

Queda más espacio
para llenarlo con lo mejor de nosotros

Teniendo en orden la casa, y orden en mis sentimientos, siempre queda más espacio para llenarlo con lo mejor de nosotros, para llenarlo de amistad y de comprensión, que en el camino de la vida, nos servirán más que cualquier tesoro. Es importante tener en orden toda nuestra casa, con sus habitaciones, para lo espiritual, lo material y lo físico.

Me di cuenta de que es muy importante mantener un espacio vacante, siempre limpio y disponible en todo momento, porque nunca sabremos cuando lo vamos a necesitar. En algún momento, o en algún lugar, tal vez alguien requiera de ese espacio en nuestro corazón, para encontrar alivio a sus penas, y reconfortarse en un corazón amigo, con la confianza de que quien lo escucha sabrá comprenderlo, para compartir sus penas y alegrías.

Bien, hoy es un buen día para limpiar nuestros cajones y poner nuestras cosas en orden, empezando por nuestro corazón.

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