“Nunca desistas de un sueño. Solo trata de ver las señales que te lleven a él”
Paulo Coelho

Hemos comenzado el camino a tientas, y es que nos hemos levantado antes que el Sol. Eran cerca de las siete y media de la mañana cuando nuestras infinitas ganas nos han llevado a emprender la marcha. A oscuras, envueltos por la penumbra, tan solo veíamos al compañero que teníamos delante, pero sin miedo, porque la confianza mutua que nos tenemos no deja lugar al desamparo.

Saliendo de Sarria, hemos desayunado pozales/barreños de café en Barbadelo, atravesando y almorzando opíparamente en Ferreiros (nombre que proviene de los hospitaleros que arreglaban con clavos los zapatos de los peregrinos) y culminando en Portomarín a una hora récord. Por motivos ajenos a nosotros nos ha sido imposible acceder a la Iglesia de San Nicolás, pero eso nos ha brindado la oportunidad de realizar un ejercicio de transmitir con palabras lo vivido hasta el momento.

Elena y Nacho han desplegado un enorme mural que simula las etapas del camino, parecido a un laberinto, y nosotros nos hemos encargado de llenar los espacios vacíos con las palabras que se nos han venido a la mente. No han faltado valores tan sólidos como el agradecimiento eterno a su labor, la esperanza de corregir nuestros errores y el compañerismo de este gran grupo al que tengo la suerte de pertenecer. Rompiendo las reglas básicas del juego, debo decir que no hay palabras capaces de describir todo lo que sentimos. Próxima parada: Palas del Rei.

Que nosotros nos vamos
a degustar un caldo gallego

Una jornada más, debo transmitir saludos de Fran para toda su familia y felicidades a su tía Amparo por su cumpleaños, de Óscar para BarbieBorder y de Giuseppe para sus abuelos, su tía Rosa y su prima Erika. También de Jhorkelin para mami.

La tecnología GPS, parece que nos es esquiva y tendremos que esperar a llegar a Daroca para poder colgar las etapas y los tiempos realizados, que este año van siendo de récord. Pero mañana, ah mañana será otro día y veremos los récords que seremos capaces de alcanzar.

Bueno un saludo, buenas noches y buen camino peregrinos, que nosotros nos vamos a degustar un caldo gallego y una de esas rubias gallegas que nos encontramos por el camino y que no paran de decirnos “cómeme”. Pues eso, BUEN CAMINO.