- La Oca Loca - https://www.revistalaocaloca.com -

La intrusa

Posted By Gloria Mateo On 08/02/2013 @ 09:00 In El sueño de | No Comments

Me acabo de dar cuenta. Ya se ha acabado mi tranquilidad. Te has atrevido, descarada, a colarte por algún resquicio, invadiendo mi vida, mi intimidad, lo más sagrado.

En cierto modo me estás echando un pulso. Has sido astuta; demasiado lista. ¿Acaso quieres burlarte de mí? No me vas a amargar, si es lo que te propones. Seguramente has aprovechado que he bajado la guardia sin darme cuenta, pero estoy dispuesta a batallar por recuperar mi espacio. Te ganaré la guerra, no te quepa la menor duda.

No lo puedo remediar. Vuelvo a centrar la atención en ti. Trato de distraerme. No lo consigo. Los pensamientos, recurrentes, me cercenan y me devuelven tu imagen. Una emoción negativa se está instaurando en mi interior: el odio invasivo que se desparrama por todos mis músculos y los contrae. No ha sido de repente, sino de forma sibilina.

Me estás cabreando y no quiero darte protagonismo.

¡Será posible! Después de todo eres insignificante: menuda, fea y muy, muy poca cosa… En definitiva, puedes pasar desapercibida. ¡Pero para mí, no! Mira por dónde, especialmente en estos días, ando en estado de alerta. El ambiente que se respira lo requiere.

Mi amor propio se rebela. ¡Te voy a quitar de en medio! No sé cómo, pero lo haré. Esto ya es un reto. Eres una intrusa y voy a ir a por ti. Mi objetivo es hacerte desaparecer. Voy a pensar cómo. Tengo que urdir una trama. Será un asesinato premeditado y lo voy a cometer a plena luz del día.

Estás poniendo en peligro
mi calma emocional

Me exacerbas; te has hecho notar. Bueno…yo, como mujer atenta a todo, te he visto. A saber si realmente estabas esperando el momento propicio para ti. Eres desagradable y estás poniendo en peligro mi calma emocional. ¡No puedo admitirlo!

raseraSigilosa te sigo. Despacio…sin que te des cuenta. Ni un movimiento brusco por mi parte, ni una ráfaga de aire en movimiento. Vas a mi habitación. ¡Esto es el colmo!¡Te estás permitiendo tocar hasta mi ropa! ¡Invades mi cama! ¡¿Qué te habrás creído? La autoestima comienza a darme un toque de advertencia: te estás dejando avasallar, te está ganando terreno, ella… ¡tan poca cosa a tu lado!

¡Te voy a matar! Ya me estás afectando hasta a mi dignidad y pones en tela de juicio mi capacidad cognitiva. Voy a la cocina con cuidado. Abro el cajón y saco una de mis armas culinarias. Calma…tranquila. Todo va a salir bien. Hasta ahora, no te has percibido de que te he espíado desde que has entrado en mi casa. ¡Chapeau por mí!

Vuelvo al lugar donde voy a cometer el asesinato. Te veo. Estás muy quieta. Eso quiere decir que te sientes segura. ¡Tú, una intrusa, estás segura! ¡Y yo, la legal, me siento puñeteramente alterada!

¡Zassssss!, te doy fuerte con la rasera. He ido por tu espalda. Te he pillado a traición. Aturdida, te revuelves. No puedo dejarte viva, tienes que morir. ¡Zasssssssss! ¡Ya te he quitado de en medio!

¡Acabo de matar a una m o s c a a a!

O…¡¿qué habíais pensado los que estáis leyendo esto?!

¿Verdad que lo he hecho bien? Me he cargado a la intrusa.

¡Quien no lo haya intentado alguna vez que levante el dedo!

 


Article printed from La Oca Loca: https://www.revistalaocaloca.com

URL to article: https://www.revistalaocaloca.com/2013/02/la-intrusa/

Copyright © 2011 Revista La Oca Loca. Todos los derechos reservados.