Los internos del Centro Penitenciario de Segovia abren una nueva vía para descubrir la cultura, el medio ambiente y la espiritualidad de la ruta del Santo Eremita.

J. Hernández – Segovia

El Camino de San Frutos se está consolidando como camino de peregrinación, no sólo para los segovianos que veneramos al Santo, sino para todo aquél que quiera recorrer una ruta llena de cultura, espiritualidad, encanto, belleza y tradiciones. Los pueblos por donde discurre el camino se están acostumbrando a recibir al peregrino, y ofrecer su hospitalidad.

En el mes de marzo, un grupo de internos del centro penitenciario de Segovia y del CIS (Centro de Inserción Social) “ANTON ONECA”, junto a voluntarios y educadores iniciaron el recorrido de esta ruta como parte del programa de reinserción de los internos. En esta ocasión la ruta elegida ha sido la llamada “variante de Caballar”, que lejos de relegar a segundo plano la ruta original, aporta al peregrino un mayor conocimiento de los pueblos segovianos, su cultura y tradiciones, entre ellas las famosas “Mojadas de Caballar“, el románico segoviano de la Iglesia de Tenzuela y Muñoveros, dignas de hacer una parada y admirar sus atrios y pórticos. El recorrido discurre entre pinares, robledales, campos de cereal, atravesando ríos y valles con mucho encanto.

La “variante de Caballar”, se inicia en Santo Domingo de Pirón, hasta entonces el camino discurre por Segovia, Zamarramala, La Lastrilla, Espirdo, Tizneros y Basardilla, 18 km que permiten disfrutar de un paisaje de la sierra de Guadarrama bellísimo.

La segunda etapa la iniciaron en Basardilla. Llegando a Santo Domingo de Pirón y dejando a la izquierda el Ayuntamiento, sale el camino que lleva a Tenzuela, donde es obligado parar a contemplar la Iglesia Románica , se continua hacia Carrascal de la Cuesta por la senda del Río Viejo, que está perfectamente señalizada con postes indicativos. La etapa finaliza en Caballar, entrando por la Fuentesanta, donde se realiza el milagro de las “Mojadas de Caballar”, y se sube a la Iglesia donde se encuentran las calaveras de los hermanos de San Frutos, San Valentín y Santa Engracia, y un arco que según cuentan perteneció a la catedral de Segovia.

Un bellísimo paisaje de
la sierra de Guadarrama

La tercera etapa comienza en Caballar y llevó al grupo hacia Muñoveros donde puede contemplarse la Iglesia románica de San Félix, joya del románico segoviano. Tras atravesar el río Cega entre pinares y robledales, los peregrinos continuaron hasta Puebla de Pedraza, pequeño pueblo segoviano donde descansaron y tomaron agua del pilón que les recibe nada más entrar. La ruta sigue por el término de Cabezuela cruzando campos de cultivo y cogiendo el “camino de Rebollo” para entrar en la ciudad de Cantalejo, donde el peregrino tiene toda clase de servicios. La ruta cruza el pueblo y sale por las piscinas y el camping, para coger el camino que llevará a Sebulcor donde concluye la etapa después de más de 22 kilómetros.

La cuarta etapa comienza en Sebulcor, donde es obligado desplazarse unos kilómetros y admirar el Monasterio de la Hoz, las ruinas del convento franciscano enclavado en una de las hoces más bonitas del río Duratón. Esta etapa discurre por las “Hoces del Duratón” parque natural de una belleza sin igual, que llevará al “Puente de Villaseca”, y desde allí subiendo por la carretera tomar el camino que va a la Ermita del Santo, en término de Carrascal del Río. Desde Sebulcor, el camino se adentra por las Hoces del Duratón, y obliga a cruzar el río Duratón, que a falta de un puente, es vadeado sobre los troncos que la naturaleza pone al alcance del grupo para poder atravesar a la otra orilla y continuar el camino hasta el puente de Villaseca.

La ruta finalizó en la Ermita de San Frutos, con una sencilla celebración de Acción de Gracias por haber finalizado la peregrinación, presidida por el capellán del centro penitenciario, Jesús Cano, que les acompañó en la última jornada.

El grupo agradece a las alcaldesas de Caballar, Muñoveros, Cabezuela y Sebulcor, la colaboración con este proyecto y su apoyo durante las etapas; así como la colaboración de Cruz Roja de Segovia y de la Pastoral Penitenciaria, que han sido decisivas en el desarrollo del proyecto.

 * Con agradecimiento a “El Adelantado de Segovia“.