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Clases de Yoga: Capítulo I (2ª parte)

Posted By Daroca (Zaragoza) On 30/04/2014 @ 09:00 In Apuntes,Aragón,Miscelánea | No Comments

Escrito por: P. Juan M.

2) El triunfo mediante la concentración

Para cualquier objetivo que pretendamos conseguir, necesitamos siempre de la “CONCENTRACIÓN DE PROPÓSITO”, “DE PENSAMIENTO”, “DE SENTIMIENTO” Y “DE ACCIÓN”; ella debe polarizar, como el imán todo aquello en que intervenga. Las grandes personalidades han descollado por “UNA INFLEXIBLE FIJEZA DE PROPÓSITO Y DOMINIO DE LA MENTE”. El progreso, cualquiera que sea, ha de realizarse mediante “LA ACTIVIDAD SISTEMÁTICA Y PERSISTENTE DEL DOMINIO DE LOS DESEOS Y CONCENTRACIÓN DE LA MENTE”.

yoga sutra patanjaliLos epicúreos”, corriente filosófica, de antaño concentraban la mente en el presente y trataban de vivir de acuerdo con las leyes naturales. No permitían que la mente se detuviera a “LAMENTARSE” en nada ya pasado, ni que tuviera “TEMOR O ANSIEDAD” por el futuro. “Los estoicos”, fijaban la atención “sobre todo aquello que caía bajo su dominio”, y rehusaban molestarse por nada que no estuviera dentro de su poder o propósito, o malgastar el pensamiento y la emoción con ello.

Patanjali, el gran maestro del Yoga Hindú, declaraba que “el hombre sólo podía llegar a su verdadero estado mediante la afortunada práctica del completo dominio de la mente”.

El hombre que “logra el conocimiento” es tan decidido en su propósito que aprende hasta en las cosas más fútiles. Tal es el poder de la mente, que con su ayuda todo llega a servir a nuestro propósito, y tal el poder del hombre que puede doblegar a la mente a su voluntad. La práctica regular del dominio de la mente, hecha en “forma sencilla, cura la indecisión, el azoramiento, la ansiedad y la inquietud, así como las enfermedades que ellas acarrean: debilidad, indigestión, insomnio, etc.” Es el mejor medio para escapar de la envidia, los celos, el resentimiento, el descontento, la desilusión, el engaño, el orgullo, la ira y el temor.

“Sin la concentración no puede efectuarse la formación del carácter, y con ella no puede fracasar”. TODO ESTUDIO SE TORNA FÁCIL Y PROSPERO EN PROPORCIÓN A LA CONCENTRACIÓN MENTAL CON QUE SE HACE, Y LA PRACTICA INCREMENTA ENORMEMENTE LOS PODERES REPRODUCTIVOS DE LA MEMORIA.

 

2) Más elevados objetos

A este respecto escribe Annie Bessant en la “Sabiduría Antigua”:

El estudiante debe empezar a practicar una extrema temperancia en todas las cosas, cultivando un estado ecuánime y sereno de la mente; su vida debe ser limpia y los pensamientos puros, manteniendo el cuerpo en estricta sujeción al alma, y la mente adiestrada para ocuparse en nobles y elevados asuntos. Debe habitualmente practicar la compasión, la simpatía y la ayuda a los demás, indiferente a las molestias y placeres que puedan afectarlo. Debe cultivar el valor, la constancia y la devoción. Annie Besant 1925

Una vez que por la perseverante práctica ha aprendido a dominar la mente hasta cierto punto, de modo que puede mantenerla fija en una sola línea de pensamiento por algún tiempo. Debe comenzar un más rígido adiestramiento por la práctica diaria de la concentración sobre algún tema difícil o abstracto, o sobre algún objeto de devoción elevado.

Esta concentración consiste en el fijar de la mente en un solo punto sin vagar y sin entregarse a las distracciones que causan los objetos externos, la actividad de los sentidos o la mente misma. Se la debe dominar hasta conseguir una imperturbable tranquilidad y fijeza, de manera que gradualmente aprenda a retirar su atención del mundo exterior y del cuerpo, cuyos sentidos permanecen quietos y tranquilos. Mientras, la mente vive intensamente con todas las energías recogidas interiormente, lista para aplicarse aun solo punto del pensamiento, el más elevado que pueda alcanzar. Cuando es capaz de mantenerse así con relativa facilidad, está lista para un nuevo paso, en que por un poderoso y calmado esfuerzo de la voluntad pueda lanzarse por encima del más elevado pensamiento a que pueda llegar mientras obra en el cuerpo físico, y en tal esfuerzo elevarse hasta unirse con la conciencia superior, y así liberarse del cuerpo“.

 

Para cualquier consecución siempre es necesaria la “CONCENTRACIÓN DE PROPÓSITO”. El aspirante debe conseguir la unidad de propósito y el dominio de la mente. De la vida superior que está más allá del cerebro encontraremos detalles en los libros teosóficos, y también como abre ante el hombre infinitas perspectivas de conocimiento y poder, muy por encima de todo lo imaginable, dentro de las limitaciones del cerebro.

La literatura religiosa está llena de notables ejemplos de la visión elevada hasta las cosas invisibles mediante la mente extasiada. Los yoghis y faquires hindúes dicen poder conseguir la visión -de lo ausente, del pasado y del futuro, el telescopio y el microscopio- psíquico, el poder viajar invisiblemente en el cuerpo sutil y otros…todos alcanzables por medio de la concentración. Maravillosos estos efectos, fascinantes el estudio y la práctica que a ellos conducen. No menos interesante y eficiente es la aplicación de la concentración al juego de nuestros sentidos normales, y para extender nuestro poder y conocimiento sobre el mundo que nos rodea en la vida diaria.

¿Qué significa, entonces, esta concentración, y qué prácticas hemos de seguir para obtener el dominio de la mente? No quiere decir que debamos estrechar, limitar, confinar nuestros pensamientos y actividades. No significa retirarse a las selvas o a las montañas ni tampoco perder la simpatía e interés por todo lo humano. Ni significa que la corriente de la vida se ha secado en nuestras venas como el río del desierto en el árido estío. Sino que toda nuestra vida está inspirada en un solo propósito. Significa pensamiento y actividad siempre crecientes y más amplias simpatías, pues estamos siempre alertas para usar todas las cosas en un grande y único objeto.


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