“YO PENSABA QUE TENDRÍAN QUE ESPERARME A MI Y HOY HE SIDO YO EL QUE HE TENIDO QUE QUEDARME A ESPERAR PORQUE ME NECESITABAN”

Hoy hemos empezado nuestro verdadero “Camino de Santiago”, la etapa que transcurre entre las campiñas gallegas, entre Sarria y Portomarín. Impresionante paisaje de eucaliptos, pinos, animales varios (caballos, vacas, cerdos, ovejas y avestruces, si habéis leído bien avestruces).

Lo que más nos ha impresionado sin lugar a dudas ha sido la cantidad de gente que hoy hemos encontrado en nuestro camino, en su camino. Esto nos da idea de la cantidad de gente que vive esta experiencia y de la que nosotros somos participes.

La caminata ha sido intensa, entre árboles, lo que ha aminorado la sensación de calor, nuestro paso ha sido incluso más ágil gracias a esto.

Y por fin llegamos a Portomarin, al albergue Ferramenteiro, donde como siempre nos han acogido con una gran sonrisa nuestras hospitaleras preferidas, las siempre alegres Lorenas.

Y finalmente hemos desplegado nuestro habitual mural ante la sorpresa de los peregrinos que nos acompañan en este albergue, incluso alguno de ellos ha estado pendiente de nuestras reflexiones.

En fin queridos lectores, ahora con el buche lleno tras la cena, con el cansancio reflejado en nuestros rostros, y con unas ganas tremendas de dormir, nos despedimos y os deseamos: BUEN CAMINO.

Y por cierto os dedicamos esta maravillosa frase a todos aquellos que tenéis ganas de escribir y no lo hacéis:

“La vida para vosotros, y para nosotros más”