Disfruta cada instante de tu vida
y haz que ese momento sea eterno,
incrusta sus colores en tu alma
y hazla semejante al universo
que refleje por siempre la belleza,
brillante en un mundo tan diverso,
plasmando esa luz en tu mirada
mientras se extiende por todo tu cuerpo,
y cuando las palabras cobren vida
que lo hagan con la dulzura de un verso,
alaben la hermosura de la tierra
con todo su misterio.

Avanza amablemente por el cosmos,
tratando de vencer, feroz al miedo
que quizá aparezca cada día,
para robar tus sueños;
impide que se escapen asustados,
o huyan hacia el cielo,
y allí desaparezcan para siempre
perdidos en el tiempo.

Aprende a recibir cada mañana
los abrazos del viento,
y llévalos contigo por las noches
guardados bien adentro,
transfórmalos en oleadas profundas
repletas de recuerdos,
que surgirán por siempre en cada instante,
cuando te sientas viejo
prendiendo de una forma milagrosa
millones de reflejos
los cuales lucirán en nuestro mundo,
cada vez más diverso;
y entre tantos colores refulgentes,
seguro que seguirás existiendo.

* Poesía Finalista en el Certamen ”Picapedreros”  2014  para escritores del exterior