- La Oca Loca - https://www.revistalaocaloca.com -

¿Somos corrompibles?

Posted By Lucas Porta On 13/05/2015 @ 09:00 In Opinión | 1 Comment

La pregunta se resuelve fácil: sí. Potencialmente todos podemos caer en el lado oscuro de la fuerza a poco que nos tienten con unos despreciables y atractivos incentivos. Otra cosa ya es hacerlo de facto. Y ahí quería yo llegar. ¿Qué causa la perdición en unos y por qué no en otros? ¿Por qué ciertos sujetos sucumben con facilidad y otros necesitan taza y media de tentación servida por una exuberante demonia de cuernos operados y sonrisa buscarruinas? ¿Acaso hay algo más aparte de nuestra conciencia para traspasar los límites de la moralidad?

BlackCardEn esta sociedad en crisis, con tanta gente regateando la pobreza con menor o peor fortuna, con tantos caudales acumulados en las mismas cajas fuertes, por motivos de estraperlo legal o mangoneo sumergido, que para el caso lo mismo da que se autoconcedan indemnizaciones millonarias o que se lleven la pasta a la brava y sin preguntar, en esta sociedad pútrida y ennegrecida como las relucientes tarjetas Black, decía, no se sabe si todos los corruptos lo son por enfermedad, vicio, oportunidad o impunidad. Y no es baladí determinarlo, porque no es igual tener poca conciencia que sensación de blindaje.

Para que me entiendan, si ustedes se encuentran una cartera por la calle, seguramente la devolverán íntegra. O tal vez no. Nadie va a enterarse de si han obrado mal a no ser que presuman de su botín en instagram –estupideces más gordas se han visto–. Sin embargo, si pueden llevarse un frasco de colonia sin pagar es bastante más factible que no lo hagan, y no solo porque el hecho delictivo incluye una intencionalidad activa frente a la pasividad del hallazgo anterior, sino por miedo a que les pillen.

Cuándo empieza mi temor
a ser reprendido

Las personas tienen un punto de incorruptibilidad que se supera con mayor o menor dificultad en cuanto las circunstancias acompañan y uno se siente acomodado en su zona de confort. Yo tengo claro que hay fronteras que nunca cruzaré, pero no puedo determinar hasta dónde manda mi moral y cuándo empieza mi temor a ser reprendido. En los exámenes escolares, por ejemplo, no creo que nadie dejara de copiar por dilemas de conciencia. No. Lo único que mantenía a los zagales alejados de la corrupción era el mismo miedo a las seguras represalias. Garantizando un riesgo cero, todos hubiéramos copiado hasta las erratas del libro de texto.

Barajando tan inconsistente argumento, si los políticos y los criminales cometen fraude, robo o cualquier otro hecho delictivo es porque tienen mayor hambre que prudencia, porque su ansia de acaparar les enloquece; o porque las medidas de control están fallando y se sienten más arropados que un duque empalmado firmando autógrafos millonarios como si fuera Cristiano Ronaldo, que ese es otro que también daría para un ensayo mastodóntico, pero hoy no procede. No. No existe la pureza. Si pudiéramos ser Mister Hyde y cometer mil atrocidades sin ser reconocidos, a buen seguro las haríamos. La conciencia no es más que un mini demonio disfrazado de ángel que te dice que seas bueno cuando lo que quiere es que no te juegues el cuello. La honestidad, casi siempre, es miedo a dañar nuestra imagen a los ojos de los demás.


Article printed from La Oca Loca: https://www.revistalaocaloca.com

URL to article: https://www.revistalaocaloca.com/2015/05/somos-corrompibles/

Copyright © 2011 Revista La Oca Loca. Todos los derechos reservados.