Geografía ausente

Me disponía a estrenarme como articulista para vuestra revista y, dado que he llegado a esta gran familia desde la literatura y siendo que este próximo sábado tengo que bajar a Baños de la Encina (Jaén) a presentar Geografía ausente, libro de poemas ganador del XX Certamen Nacional de Poesía Pepa Cantarero, he pensado que qué mejor que compartirme desde la poesía.

Geografía ausente es un poemario de 1982 que guardaba, entre otros, en esa cajita de lunas donde vamos coleccionando las cosas íntimas que nos emocionan y nos conectan con la vida; esas pequeñas cosas que nos definen, a la vez que conforman no sólo nuestra forma de ser sino la de estar y la de relacionarnos con el mundo. Debo admitir que me ha dado cierto vértigo enfrentarme, tantos años después, a las huellas de ese José Ramón ni siquiera treintañero, que andaba lidiando, dando palos de ciego, con el aprendizaje de casi todo y, por consiguiente, también con el aprendizaje del amor. Los recuerdos cambian, se modifican con el tiempo; las vivencias y la experiencia misma hacen que, conforme vamos creciendo y madurando, cobren otras aristas y otras pátinas de color. Se desvanecen y aparecen de forma caprichosa. Pero las páginas escritas quedan tal cual, detenidas en el instante preciso, suspendidas en la emoción concreta del momento, como si fueran viejas fotografías, a salvo del olvido. No hay posibles trampas ni cartón.

Geografía ausente es la crónica de una ruptura amorosa; el relato secuencial en el tiempo del duelo que nos lleva a digerir y asumir el dolor y la frustración que, de rebote, comportan los finales de cualquier etapa vital que hayamos vivido como fructífera y creativa; la historia de un naufragio. No es, pues, salvo un recorrido emocional por esa andadura que, desde el abandono o el desamor -da lo mismo-, todos hemos vivido en algún momento de nuestras vidas. Andadura teñida aquí, de acuerdo, por ese arrebato más violento quizá que imprimen la juventud y la inexperiencia en esos arduos senderos del amor.

Podría haberme compartido con cualquiera de los poemas que componen Geografía ausente. He elegido este y no otro, quizá porque también con él fui finalista este mismo año en el III Certamen Umbral de la Poesía de Valladolid.

¡Por el amor, que no por la derrota!

¿Qué hubo antes del mar;

antes de nuestros ojos – pupilas confundidas

erosionando el pubis de un sol deshidratado;

antes de nuestras ingles – volcán de lluvia blanca,

habitado por algas y animales marinos?

 

¿Qué hubo antes del fuego;

antes de consumirme en tus pezones tibios

-dulzura abotonada

sobre un espejo humano de barro combustible;

antes de que las bocas, en una boca sola,

inflamaran antorchas de pasión sin memoria

y ocultos surtidores de líquidos calientes?

 Geografía ausente foto

¿Qué hubo antes del aire;

antes de que tus alas injertaran el vuelo

para rozar sin vértigos el vientre de los astros;

antes de respirarte y respirar contigo

los callados secretos que la tierra dormía;

antes de que tu aliento – relámpago invisible

penetrara mis poros suavemente

alojando en la carne gotas de luz y vida?

 

¿Qué hubo, di, qué hubo?

¿Qué hubo antes de amarte?

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