El día que dejé de ser mortal…por un rato (Gracias a MUSETHICA)
Escrito por: Fabián.
El día anterior al evento preparamos la sala de audiovisuales, una sala que medirá unos 15 x 5 mts. , que estará muy bien para ver una película o escuchar una charla y que en un primer momento no esperas que suceda lo que después ocurrió en ella.
Y entonces llegó la hora, acomodamos las sillas, agregamos alguna más, para que se den una idea, hay una capacidad para 30 sillones, a los que sumamos unas 10 sillas más, y el comentario sencillo y sin más preámbulos fue, “pues nada, mañana vendrá a tocar un cuarteto de cuerda”…
Sin cartelería previa, sin más, solo asistimos los que de corriente estamos en la escuela, y nadie tampoco, al menos en lo personal me dijo ven a escuchar el concierto. Sí, claro, un “esto te gustará “o “no te lo pierdas” pero, vamos lo que aconteció, superó todas mis expectativas.
Un cuarteto de cuerda, pero claro, ¡de nivel internacional!, ¿acá en el Centro Penitenciario? , cuán grande fue mi sorpresa al escuchar afinar un violín, ¿estoy soñando? , no y me fui acercando a la sala y al correr una cortina roja que hay separando la sala del fondo, pues ahí estaban, 4 músicos, 3 violines y un contrabajo afinando.
Ya no sé qué pasó, me senté y comenzó el concierto. No sé cuándo se llenó la sala, pero estaba a 4 metros como mucho de los artistas, en vivo y en directo, un privilegio que ningún mortal tiene, y al sonar los primeros acordes, los violines me atravesaban el cuerpo y el bajo hacía temblar mi alma y me elevaron al cielo y dejé de ser mortal por un rato.
Gracias, aquí les dejo unas palabras que se me ocurrieron con vuestra música, gracias: