El cambio climático está en todas partes, y sobre todo está dentro del pensamiento  de cada uno de nosotros, excepto  los escépticos y negacionistas  apoyados por grupos que no se identifican con el valor de los espacios comunes porque se identifican con ellos.

Conocemos el sentimiento que nos invade cuando no sabemos cómo actuar ante la mayor externalidad de la economía de mercado: la emisión de gases de efecto invernadero.  Si no nos importa sus consecuencias, no existe el problema. En este caso la estrategia  es muy sencilla: no actuar y  pasivamente esperar el desarrollo de los acontecimientos.

La industrialización no nos ha venido dada, más bien ha sido alimentada por los combustibles fósiles  ¿Preferimos no saber (“no entiendo”)? Pero el precio de ignorar hace más grande el problema; más grande hace más probable el fracaso.

Lo más difícil para el hombre que camina no es tropezar, sino dejar de caminar. Ocurre siempre con los primeros acuerdos internacionales, son los más difíciles. El protocolo de Kioto, lejos de ser la solución, estableció un compromiso con objeto de reducir los gases. En 2015 se cerró el acuerdo de París con un claro objetivo, que a finales de siglo no  se superen los 2º  de temperatura con respecto a los niveles preindustriales. Ahora estamos en el comienzo de la transformación que nos toca vivir.

La economía lineal de fabricar, usar y tirar tiene sus días contados. La economía circular viene empujando.

Tenemos que poner el énfasis en la cooperación, y no tanto en el juego “Halcón (estrategia agresiva) – Paloma (estrategia conciliadora)”. En una escena de la película “Rebelde sin causa”, James Dean compite en una carrera de coches en dirección a un precipicio en la que pierde el primer conductor en saltar del coche. Si los dos competidores eligen la opción más competitiva (Halcón), el incentivo de ganar tendría el peor de los resultados: la muerte. Donald Trump es un experto en la estrategia del conflicto. ¿Podemos comprender la respuesta de Trump: “no me lo creo”? Se trataba de un informe de la propia Casa Blanca respaldada por 300 científicos detallando (1.656 páginas) los efectos del cambio climático en la economía, la salud y el medio ambiente ¿Cómo ha llegado a esa conclusión? Se puede responder “así”. Pero mi pregunta es ¿se debe?

La amenaza más seria  es la indiferencia de nuestras actitudes y la inacción de las instituciones. Se podrá no entender el efecto invernadero pero no evitar sus efectos catastróficos.