Guardianes de uniforme

En diciembre de 2010, durante el puente de la constitución, se produjo el primer estado de alarma nacional que yo recuerde al menos, ya que al margen de lo sucedido en el golpe de estado de 1981 (yo ni siquiera había nacido todavía) no dirimía la existencia de un hecho similar durante toda mi vida. Curiosamente estaba trabajando para las fuerzas armadas españolas en el ejército de tierra, destinado hacia un año en una unidad de instalación de redes informáticas y de fibra óptica, dentro de un regimiento de transmisiones en Zaragoza.

Circunstancias de la vida, nos destinaron durante varias semanas a un cuartel de Jaca, en la provincia de Huesca, para realizar un proyecto generoso. Y el estado de alarma, que implicó directamente a los controladores aéreos durante este periodo nos concentró allí. Sumando curiosidades, uno de nuestros sargentos era controlador aéreo, y se tuvo que marchar con viento fresco ante la urgencia de esta situación. Nunca más lo volví a ver, ya que dejé las FAS en septiembre de 2011, y por una u otra circunstancia nunca coincidimos.

coronavirus-estado-alarma-militares-ume-ejercito-desinfectan-160320En 2017 cuando me mude a Colmenar Viejo con mi pareja, caminaba por un supermercado y ¡Bang, nos chocamos de frente, aquello fue algo grandioso! Decidimos quedar para cenar y charlar del pasado.

Resumiendo un poco, me contó que durante aquel pequeño periodo de tiempo, nunca dudó del trabajo que realizaba. No esperó, ni recibió a cambio ninguna medalla, pero lo más importante, me decía, fue la enorme felicidad por haber hecho bien su trabajo, e incluso mostraba gratitud por aquellos que contaron con él.

La moraleja es sencilla en este caso. Hay muchas, y muy divididas opiniones acerca de si el ejército, la UME, guardia civil, policía nacional, policías autonómicas, etc. debiesen o no estar desplegadas en nuestras ciudades durante esta situación (y donde y como deberían estarlo) que dicho sea, no afecta únicamente a controladores aéreos, nos afecta a todos.

Puesto que el redactor y el propio lector pueden tener opiniones diferentes, le haré saber a este último que desde mi ventana, tal día como hoy, y con una temperatura bastante poco primaveral, puedo ver como caminan por mi calle, colaboran con el orden, informan al ciudadano, los observo a varios de ellos, cargando herramientas y demás equipos porque están trabajando. Además, apaciguan, y ayudan a personas de movilidad reducida y también a aquellas que no pueden valerse por sí mismas ajenas a su condición física.

gracias por
estar ahí hoy

Me da igual lo que opine cualquier político, que solamente por desgranar odio y generar incertidumbre, ya ha ganado unos votos, en la provincia donde resido, la que me vio nacer, o la más distante a mí. Y es que es muy fácil fomentar animadversión, pero lo que está claro, pero que muy claro, es que por encima de cualquier ideal político, religioso, racial o sexual, siempre que necesitas protección, ellos aparecen, los guardianes del pueblo. Este es el caso.

Tú también puedes ser un guardián, yo mismo puedo serlo, predicando desde el ejemplo, el decoro y el respeto todos los días, sin tener que ser necesariamente un ciudadano ejemplar, es simplemente una cuestión de solidaridad, y es que también hay mucha gente que sin vestir uniforme da la cara en estos momentos tan difíciles.

Sois un orgullo para todos, y por si no se había dicho con anterioridad, sois un orgullo también, para todas esas personas que os llegan a despreciar en algún momento de su vida, porque normalmente cuando os necesitan sois los primeros en acudir.

Ahora entiendo cómo se sentía mi antiguo sargento tras aquello, yo también he sentido un orgullo intangible en algún momento de mi vida, y lo sentí cuando formé parte de vuestra familia. Es el momento de decir gracias, gracias por estar ahí hoy.

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