Existe un dicho popular en la comarca del Campo de Cartagena, lugar al cual me une un fuerte vínculo familiar, social y vecinal en el pueblo de Torre Pacheco, que dice: “Si quieres saber quién es tu amigo y quien te quiere de verdad en esta vida, lo sabrás cuando vayan a visitarte al hospital o a la cárcel”. Lamentablemente para mí doy fe que es así en un 99% de los casos. Pero esto tan solo es una opinión muy personal y, no quiere decir que tenga razón.

Recibí correo de un amigo de Murcia (ciudad), en su interior, venía una tarjeta de invitación del Rector de la Universidad de Murcia, para asistir, a un acto anual que se celebra en el Hemiciclo de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia. Premio al Solidario anónimo 2018. El premio que convoca anualmente la Universidad de Murcia por medio de la Decana de la facultad de trabajo social, la plataforma del voluntariado de la región de Murcia, el Ayuntamiento de Murcia, la fundación Caja Murcia, la fundación Antonio Campillo.

Este premio va destinado a reconocer la actividad solidaria, humanitaria y desinteresada realizada de forma habitual por personas físicas y por entidades sociales que hasta la fecha  no hayan tenido ese reconocimiento. Se valorara especialmente el mayor anonimato de las personas y entidades en su quehacer y trayectoria altruista y solidaria. El acto de entrega del premio, una escultura del escultor Antonio Campillo, un bronce que representa una mujer sentada que tiene en su regazo la figura de un niño, se celebra  el día 13 de diciembre, ese día es la conmemoración de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Juan Varea va a ser reconocido con el premio Solidario Anónimo   2018 en su XIX edición que concede la Universidad de Murcia a través de la Facultad de trabajo social y la plataforma regional del voluntariado.

Desde que conocí a Juan Varea pude darme cuenta y sentir la auténtica dimensión de esas personas especiales que nos muestran con el claro ejemplo de, su forma de ser y su actitud nos invitan a crear una sociedad que todos deseamos sea más humanizada. Acompañando a todo gran hombre hay una grandiosa mujer: Eugenia su esposa, un matrimonio que nunca deja de creer en las personas y en mi caso siempre he sentido sus manos tendidas a mí sujetándome en todo momento, esté en la cárcel de España en la que la D.G.I.P. decida tenerme y ya van… unas cuantas.

A quienes conocemos a Juan solo nos cabe darle las gracias por ser una persona llena de solidaridad, entregada y servicial. Tiene un corazón sensible y entiende que la vida no es egoísmo y ambición, sino donación, dar lo mejor de uno  mismo. Juan es quien hace que la expresión “ todo  el mundo va a lo suyo, nadie hace nada por nadie si no consigue algo” no sea cierta. Creo que es un merecido reconocimiento y valoración a toda una vida de lucha y compromiso por los demás. En un mundo lleno de avaricia, codicia, violencia y poder, Juan es un signo de Esperanza.

Juan Varea es ese espejo donde hasta el malo más malo del mundo desearía verse reflejado, ser como Él, un ejemplo a seguir.

Desde el quinto mundo:  AMENVAR.