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Entrevista a Juristas en prácticas

Posted By Zuera (Zaragoza) On 28/06/2022 @ 09:15 In Apuntes,Aragón,Miscelánea | No Comments

Las prácticas que han desarrollado en la prisión, ¿son de fin de carrera? ¿cuál ha sido el motivo de realizarlas aquí? ¿ personal o por azar?

Actualmente, el Plan Bolonia que está implantado en las universidades exige, para determinados grados y másteres, la realización de unas prácticas relacionadas con la carrera o másteres en cuestión que se haya cursado. En concreto, hemos estado por el grado en Derecho, el doble grado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas (DADE) y por el máster en Sociología de las Políticas públicas. En nuestro caso, las prácticas son obligatorias, pero del amplio abanico de instituciones o lugares para hacerlas, hemos elegido al ámbito penitenciario por diversos motivos:

Marta: Yo, personalmente tenía bastante claro que quería orientar mi futuro profesional hacia este camino, por tanto, las prácticas han sido una oportunidad perfecta por dos motivos: el primero, para terminar de descubrir que realmente es a lo que quiero dedicarme y eI segundo, para aprender Derecho Penitenciario, que actualmente es una rama que no se cursa en el grado en Derecho.

Marta: Durante la carrera la rama del Derecho que más me ha llamado la atención ha sido el Derecho Penal, por lo tanto que las prácticas las quería enfocar en este ámbito, además de aprender así Derecho Penitenciario, que corno ha comentado mi compañera María, es una rama que no se cursa en el Grado y que me interesaba conocer También he tenido siempre en mente estudiar Criminología, ya que me parece un campo de la ciencia muy interesante, y pensé que el hecho de hacer las prácticas en un Centro Penitenciario ampliaría mí campo de visión en cuanto al estudio de la prevención y el análisis de la criminalidad, y el hecho delictivo. Por todo ello, puedo decir que la realización de estas prácticas me ira ayudado a orientar mi idea principal en cuanto a mi futuro profesional.

Cecilia: En mi caso, cuando estudié la carrera de Derecho no tuve la oportunidad de realizar las prácticas en el Centro Penitenciario, y ahora cursando el master, se me presentó la oportunidad y no pude rechazarla ya que también estoy interesada por el Derecho Penal, por el Derecho Penitenciario y soy una persona que cree en la reeducación y la reinserción.

 

Todos tenemos un concepto genérico de lo que es un jurista, pero ¿nos podríais concretar en qué consiste esta labor?

Un jurista es aquella persona que se dedica a estudiar o ejercer al Derecho. Juristas son jueces, abogados, fiscales, profesores de derecho, entre muchos otros Especialmente, en cuestión penitenciaria, se lo denomina jurista a el/la encargado/a de llevar toda la cuestión legal, formal y protocolaria que la ley y reglamento en materia penitenciaria exigen (coloquialmente, “papeleo jurídico”), así como a resolver cualquier duda que los interesados internos tengan sobre su situación penal, procesal o penitenciaria.

 

¿Cómo se accede a este puesto en un Centro Penitenciario?

Al ser una institución de naturaleza pública (del Estado), el acceso a este puesto viene determinado por una oposición.

Consiste en realizar un examen con tres partes (primera parte tipo test, segunda parte tipo oral –cantar un tema”-, y la defensa de un caso práctico) y también una parte especifica de Inglés. Hay aproximadamente unos 152 temas diversas materias (Derecho penal, Derecho procesal, Derecho penitenciario, Criminología, Derecho administrativo  y Derecho Laboral).

La convocatoria es estatal, y suelen salir pocas plazas: en los últimos años de 13 a 15 puestos para toda España, y suelen presentarse de unas 350 a 400 personas más o menos.

 

¿Cuáles son las funciones de un Jurista en un Centro Penitenciario?

Las funciones son varias. El jurista está en la junta, el equipo y en la comisión disciplinaria. Realiza los informes correspondientes al tema legal de las personas que están en los módulos que tenga asignados, las solicitudes de acumulación de condenas, convenios de Estrasburgo o traslados a otro país, estudiar la viabilidad (desde el punto de vista legal) de ofrecer permisos, terceros grados o progresiones a primero. Vamos, todo lo que es el tema legal penitenciario. Y aparte de eso, pues resolver dudas como, por ejemplo, la satisfacción de la responsabilidad civil, entre muchas otras.

En concreto en el C.P de Zuera solo hay tres juristas, y teniendo en cuenta que en la actualidad hay bastante más de mil personas, el trabajo que hay que hacer por jurista es inabarcable, sobre todo si se pretendiese acudir a realizar entrevistas previa Junta, como sería lo ideal.

 centro penitenciario de Zuera

Supongo que, cuando decidieron venir a realizar prácticas, tenían una visión de lo que es una prisión (al igual que nos ocurre a los internos cuando dicen que tenemos que cumplir condena) ¿Ha coincidido con lo que habéis encontrado?

Posiblemente la estética es lo que más nos impactó, en un principio; nos lo esperábamos todo más lúgubre, sucio y oscuro, con muchísima seguridad física y con poca libertad de movimiento, tal y como muestran LAS películas americanas. Hay bastante desconocimiento por parte de la sociedad del ámbito penitenciario. Sólo aquellos que han estado internos, trabajando o tienen alguna vinculación con la prisión saben que nada tiene que ver con la imagen que siempre se ha transmitido.

La sociedad está bastante dividida: unos creen que las condiciones son precarias y tercermundistas y otros que son como un hotel de cinco estrellas (esta postura ha sido Intensa con la inauguración del nuevo Centro Penitenciario de Málaga, que cuenta con unas instalaciones impresionantes). Pero en realidad es como un pueblecito con las necesidades básicas -talleres, sociocultural, gimnasio, etcétera-. Las celdas sí que nos las imaginábamos un poco así, pero con baños comunes del módulo. Con ello queremos decir que las Instalaciones no están para nada mal. Pero ello no quita que sea una prisión; al fin y al cabo, por muy bonita que sea la jaula, los barrotes además de ser físicos son también mentales.

 

¿Qué sería lo que mejoraría, añadiría, o quitaría? de un centro Penitenciario como éste, de España y del Mundo.

En nuestra opinión, bastante utópica e Improbable de conseguir, las cárceles tendrían que tener un modelo universal. No es justo que personas con el mismo delito, por el hecho de estar en países diferentes cumplan condena en prisiones con condiciones tan desiguales. Al fin y al cabo, cumplir condena en un una prisión en España es un privilegio si lo comparamos con otras como por ejemplo en Honduras o incluso en el mismo ámbito europeo. La verdad es que en este aspecto España podría sor uno de los países que encabezan el ranking de prestaciones de calidad en prisiones. No obstante en los últimos años se ha ido degradando la cobertura económica que se venía ofertando; de ahí que haya tanta falta de personal. Sin duda alguna eso sería algo importante -por no decir primordial- que añadir. La insuficiencia de personal especializado es algo más que evidente, (no solo juristas, también psicólogos, educadores y trabajadores sociales), con la consecuente  sobrecarga de trabajo que limita en cierto modo las entrevistas y comunicaciones con los Internos. Al fin y al cubo son las piezas fundamentales, que permitirían favorecer a una reinserción y reeducación social. Es como todo en la actualidad con los recortes, la sanidad, la educación…, si vas quitando cartas de un castillo de naipes, al final se cae, y si no se cae es porque afortunadamente hay personas que aguantan y se involucran al doscientos por cien en su labor.

 

Cuando han cruzado conversaciones entre profesionales que han trabajado con internos o internas, ¿han notado  problemáticas distintas?

El problema principal que nos han transmitido es la existencia de un único módulo de mujeres de manera que no se pueden dividir en función de su situación penitenciaria ni penal. Lo que puede llevar a traer conflictos, porque claro, si algunas son incompatibles o hay conflicto entre ellas no se las pueden llevar a otro módulo, porque no lo hay.

Por otro lado, hemos ido a entrevistas tanto en módulos de hombres como en el de mujeres y las problemáticas que hemos notado que abunda en el de mujeres es sobre el tema de hijos su preocupación, las comunicaciones, cuando van a salir para estar con ellos, etcétera. Ello no quita que muchos de los hombres con los que hemos tenido entrevistas no se preocupen por esos temas, ni tampoco quiere decir que todas las mujeres las que han tenido esas dudas o preocupaciones. Simplemente fue una sensación con la que nos  quedamos.

 

Al realizar las entrevistas a internos con sus tutores/a imaginamos que han visto con anterioridad el expediente de a quien iban a entrevistar, ¿coincide con lo que desprende el “Informe Personal” con lo que ustedes ven en cada interno?

Los expedientes penitenciarios constan de 3 partes- la penal y la procesal (autos, sentencias…) y la penitenciaria -en ésta última consta toda la información relativa a la situación  penitenciaria tales como pueden ser los expedientes disciplinarios, la entrevista inicial, acumulaciones de condena, etcétera-. En el expediente suele aparecer toda la información relevante para un jurista. No obstante, la información más actualizada en cuanto a la situación familiar y personal de la persona en cuestión, su estado y otras variables como su personalidad constan en los expedientes de los  educadores, psicólogos y trabajadores sociales.  Muchas veces con los datos que figuran en los expedientes nos podemos hacer una idea del problema jurídico que puede haber e incluso intuir la conducta y personalidad (lo que no deja de ser en ocasiones estigmatizador y preconcebido). Este tipo de ideas que prejuzgan a alguien, al final, como en la vida en el exterior, veces coincide y a veces no. No obstante, también  que tener en cuenta que hay expedientes con muchos partes que han podido darse por diversos factores (consumo de drogas, abstinencia, disputas con otros Internos, etc.) que concurren de manera ocasional, y que normalmente no están presentes en la entrevista. Además se sabe que el jurista está en la Junta y  sería perjudicial adoptar determinadas conductas.

 

Tras alguna conversación con los internos, ¿ha sentido en alguna ocasión que la condena bajo un punto de vista penal no coincide con su punto de vista como profesional?

La respuesta correcta a esta pregunta desde el punto de vista profesional sería decir que el juez o tribunal que han conocido del caso y ha sido conocedor de todos los hechos y pruebas, y que en su virtud del abanico legal han impuesto una pena, ésta es completamente legal y legítima. Desde el punto de vista personal esta respuesta variaría ya que una cosa es la legalidad y otra cosa es la justicia e injusticia. Nosotras sí que en algunas ocasiones hemos puesto en común que había condenas que nos parecían bastante más desproporcionadas a lo que nosotras (si fuéramos juezas) hubiéramos impuesto. Luego también ha habido condenas que nos han parecido bastante cortas en comparación con situaciones similares de otros delitos de la misma naturaleza, y otros delitos que a nuestro parecer son más ‘graves’ (desde nuestro punto de vista personal y estrictamente subjetivo) que otros, y que sin embargo la pena es similar. El problema radica en que la potestad de juzgar la ostentan muchos jueces, ya que de otra manera sería inviable que la justicia llegase a todo el mundo, pero a  su vez implica que cada juez, dentro la discrecionalidad legal imponga una u otra condena. Sin embargo en un Centro Penitenciario ya no hay que juzgar, quien está cumpliendo condena es porque ya ha sido juzgado y la está ejecutando y por tanto, la labor de un jurista se basa en esta segunda cuestión (la ejecución).

 zuera

¿Creen que el sistema penitenciario Español funciona? Si o no y ¿por qué?

El establecimiento de una pena tiene dos objetivos: el punitivo (“castigo” o cumplir condena) y el reeducador/ reinsertador. Para decir que al sistema penitenciario español funciona o no funciona habría que analizar primero si estos dos objetivos se cumplen y en la magnitud en la que son o han  sido efectivos. Está claro que el objetivo de cumplir condena si se satisface, no obstante el reeducador/reinsertador  tendría que ser analizado desde una perspectiva posterior, esto es, una vez cumplida la condena y tras la vida en el exterior. La configuración del Sistema Penitenciarlo está diseñada para procurar suplir aquellos rasgos, que provocan conductas delictivas por patrones de comportamiento o estilos de vida que minimicen o eliminen cualquier probabilidad delictual o de reincidencia. Esto se hace mediante el PIT o determinados programas orientados a determinados perfiles delictuales, pero no son obligatorios y quizás esto sea una traba para que el sistema penitenciario en ocasiones no funcione (ya que si no se realiza el programa el problema puede persistir tras la puesta en libertad). Es una cuestión Bastante compleja, habría que ir  caso por caso para determinar un porcentaje que nos permitiese saber cuántas personas no han reincidido tras su paso por prisión.

 

Opinan que la labor de un trabajador en prisión es un componente de la junta de tratamiento sin más, o es el de una persona  que ayuda a los internos. ¿Por qué?

Por supuesto que toda aquella persona que quiera trabajar en prisión debe tener una vocación especial. La ayuda, apoyo y procuración del cambio y mejora en el comportamiento de los internos debe ser fundamental. El lado humanitario debería  ser un requisito imprescindible para trabajar en prisiones. Sí que es cierto que un ocasiones tiene que ser duro que tras haber depositado toda tu confianza en una o varias personas veas que no hay cambio por su parte, pero no tiene porqué ser  un impedimento para ayudar a quien de verdad quiere cambiar, e incentivar a mejorar a aquellos que no quieren o no reconocen su problema.

 

¿Elegiría una prisión como destino profesional para ejercer su carrera? ¿Cuáles son los motivos?

Marta: A mí sí que me gustaría trabajar como jurista en prisiones. Realmente el Derecho Penitenciario junto con el Derecho Penal son las ramas del Derecho que más me apasionan.

María: Después de haber hecho las prácticas y conocer la función de un jurista en prisiones, he de decir que  me ha encantado la experiencia y que sí elegiría una prisión como destino profesional, porque he  podido conocer de primera mano cómo funciona una prisión, que funciones debe realizar un jurista y he ampliado conocimientos tanto en Derecho Penal y Derecho Penitenciario y, también, he podido conocer otras materias o ramas como son la Psicología o la Criminología, ciencias que conviven con el Derecho en los Centros Penitenciarios y que también me parecen apasionantes. Además quiero destacar el factor humano que va unido al ejercicio de una profesión en el ámbito penitenciario porque como nos han mencionado muchas veces durante las prácticas, debemos tener siempre presente que trabajamos para personas y que el valor humano es fundamental.

Cecilia: Realmente sí elegiría la prisión como destino profesional ya que después de haber realizado las prácticas en el centro penitenciario de Zuera, he comprobado que es un trabajo muy bonito nada monótono, en el que si tienes como han dicho mis compañeras, empatía, ilusión y un buen trato con  todas las personas, puedes obtener mejores resultados. Espero encontrarme con mis compañeras en prácticas en un futuro trabajando allí.

 

Qué le ha llamado más la atención y algo que destacaría de estos días de prácticas.

Algo que nos ha llamado mucho la atención es ver cómo ha  cambiado  la  visión  de las  primeras expectativas que teníamos al llegar a un Centro Penitenciario, a la realidad que te encuentras, muy distinta a las imposiciones sociales, lo cómodo  que te encuentras dentro del C.P. gracias  a lo agradables que han sido tanto los trabajadores como  los propios internos que nos han tratado con mucho respeto.

 

En los días de prácticas ¿Ha tenido algún caso que usted destaque como más duro?

Lo más duro es el horario. El C.P está bastante lejos de Zaragoza, donde vivimos todas y por tanto hay que madrugar muchísimo. Luego por la tarde tenemos clase, por lo que terminamos el día agotadas, pero imaginamos que como la mayoría de los trabajadores.

También ha sido duro ver como personas se derrumban por su situación en prisión y circunstancias personales y familiares. No es de agrado ver como alguien lo está pasando mal y que tú no puedes hacer nada para evitarlo solo puedes aconsejar.

 

Y por último, ¿hay alguna anécdota merecedora de comentar?

La verdad es que creo que todas recordaremos muchas conversaciones con internos, educadores y otros profesionales en las que unas veces hemos aprendido muchísimo y otras veces nos hemos reído mucho. También creo que nos acordaremos  mucho de la tortilla de patatas de la cafetería, las sonrisas al darnos los buenos días de nuestra tutora, a la cual le estamos muy agradecidas y muchas más cosas. Ha sido una experiencia inolvidable de una forma de crecimiento personal.

 

Queremos agradecer a todos los profesionales e internos, con los que hemos coincidido que nos hayan acogido  tan bien y nos hayan tratado de esta forma. Gracias


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