Pequeño gorrioncico amigo

Escrito por Jordi F.

El “Pequeño Gorrioncico Amigoes un poema sobre un hecho verídico. Surgió en mí al ver a un gorrioncico muy pequeñín que había sido recogido en el patio por un compañero. Inicialmente solo presté la atención que va un poco más allá de la mera curiosidad. Me vino a la memoria en no pocas ocasiones, la extraordinaria película de Burt Lancaster  “El Hombre de Alcatraz”, en la que el dramatismo de su largo cautiverio, se ve mitigado al entregar éste su tiempo a la cría de un pequeño pajarillo.El hombre de Alcatraz

En el devenir de los días que siguieron, la atención hacia este animalito se fue incrementando. Jesús lo fue alimentando y cuidando, dada su larga experiencia ornitológica. Mi sorpresa, así como la de otros internos y no pocos  funcionarios, fue que este animal, con su bulliciosa alegría y ganas de vivir, parecía haber sido puesto allí en ese preciso momento, para ser disfrutado por todos nosotros, y a su vez mitigar – al igual que en “El Hombre de Alcatraz” – la tristeza que supone la vida en cautividad; algo que este pajarillo tan joven parecía, también, conocer.

Poco a poco, inició sus breves vuelos por el patio, tejiendo una extensa red sonriente entre todos nosotros. A la par que, al ver sus constantes progresos levantando el vuelo, imaginábamos las distintas direcciones que tomaríamos cada uno cuando saliéramos finalmente de prisión.

Desde ese momento “sólo quise entender” la bella alegoría que a modo de mensaje, nos estaba regalando sabiamente a nuestro confinamiento; ésta fue mi gran suerte, un tanto imposible, y por la que escribí la poesía que, a continuación, les presento. ” Los ideales son como las estrellas. Nunca los alcanzamos, pero al igual que los marineros, trazamos nuestro curso gracias a ellos”.

 

El pequeño Gorrioncico Amigo

 nuestro gorrioncico
Gorrioncico, gorrioncico lindo
pequeño gorrioncillo niño,
 flor aromada de olvido
sembrada de miel y trigo.
 
Pequeño gorrioncico niño,
a nuestro lado traído
para llenar el amor
que, en nuestro viaje, perdimos.
 
Tu alma nos despertó
de un largo sueño cautivo,
alegrando nuestros rostros
tierno fruto y flor de lirio.
 
El Dios que tu alma lleva
nos bautizó de indulgencia,
dejando una bella estrella
para velar nuestra espera.
 
Pequeño gorrioncico mío
a nuestro lado posado,
el día que alces el vuelo
la alegría será llanto.
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