En el rodaje de “De tu ventana a la mía”

Escrito por: Silvia C.

Durante dos días me he asomado a la ventanica del cine. En cuanto me enteré de que necesitaban figurantes para una película que se rodaba en Aragón, me apresuré a apuntarme, y mira que no soporto siquiera que me hagan fotos… pero esto no me lo podía perder, había que superar esa fobia para disfrutar de una experiencia que prometía  ser inolvidable.

No recuerdo haber pasado tanto calor en mi vida. El primer día que fuí debió de ser el más caluroso del verano y yo con jersey de cuello alto, camisa y cazadora, (por si acaso refrescaba); a mi amiga Ana le pusieron un vestidico (de invierno claro) y una gabardina forrada con borreguillo; el resto de figurantes igual, de invierno, pero nadie se quejaba, era tanta la ilusión y había tantas cosas nuevas por aprender… que no perdíamos detalle, eso sí buscando la sombra.

A través del objetivo de una cámara descubres cosas                           que el ritmo de vida que llevamos no nos permite observar

El segundo día, estuve con Arancha y su amiga Yoli, y el tiempo nos respetó un poco más, la mañana fue más fresquita. El procedimiento el mismo, a las 8 de la mañana Arantxa y su ayudante nos daban la ropa que nos teníamos que poner y pasábamos por maquillaje y peluquería donde Silvie nos maquillaba con una habilidad y una rapidez que me impresionó, qué mujer, te pintaba la raya del ojo en medio segundo sin temblarle el pulso, claro, se nota que se dedicaba a eso. Y Noe… ¡amazing! Nada más entrar por la puerta te miraba y en un segundo veías como ya tenía claro como te iba a peinar. Yo que me estoy tres horas en la peluquería cada vez que voy, y él en diez minutos peinaba a dos de vez, eso es arte y eficacia.

De allí al rodaje, caminando por Zaragoza, pensando en lo que estábamos haciendo y metiéndonos en el ambiente de la peli, descubrí los rincones tan maravillosos que tiene esta ciudad. Es curioso, si te detienes a mirar, a través del objetivo de una cámara descubres cosas que el ritmo de vida que llevamos no nos permite observar.

El equipo que está trabajando en este rodaje es increíblemente humano. Me impresiona lo profesionales que son, no pierden un detalle, están muy coordinados, siguen su guión, improvisan cuando toca hacerlo y no dudan ni un segundo y además están pendientes de las personas que van de figurantes, que no les falte de nada, de repente abren un camión y te sacan dos sillones y un sofá!!!, te montan el saloncito en la plaza San Felipe o donde haga falta, te preparan el catering a la hora prevista para el almuerzo (esto es sagrado, me decían).

 Hacen que para aquellas personas que no han trabajado nunca en este oficio ni se pueden imaginar lo que hay detrás de unas imágenes y un guión, sea una experiencia inolvidable.

Luisa Gavasa me ha encantado. No paraba de trabajar y no parecía cansada, no se cansaba de repetir las veces que hiciese falta las mismas secuencias y siempre dando esa sensación de calma, de serenidad, elegante y discreta, sin aires de Diva como alguien podría pensar por ser persona famosa. Lástima que mi timidez me hiciese perder la oportunidad de tener una foto con ella, porque lo cierto es que atendió igual a medios de comunicación que al resto de  personas que se le acercaban en los descansos.

Te montan el saloncito en la                                                                   plaza San Felipe o donde haga falta

Y José Luis Esteban ha estado charlando un poquito tras hacerse una foto con nosotras, y nos transmitía la ilusión que tiene puesta en esta película. Un hombre muy sencillo, amable, culto, y con una voz… cautivadora, preciosa, aunque creo que en esta ocasión no la podremos disfrutar mucho. Lástima que me perdiese El Buscón, su próximo trabajo en el teatro no me lo puedo perder.

Paula Ortiz, directora de la película, explica, en la web de la productora, cuales son sus intenciones y nos habla de la vida de tres mujeres que tienen algo en común, “les cortaron sus alas”, y nos mostrará sus historias, sus pensamientos, sus sueños, sus recuerdos… Estoy convencida de que podremos ver reflejadas en miradas y gestos de ese magnifico reparto de actrices y actores muchas vivencias que nos harán estremecer. Si queréis ver algo más sobre el rodaje podéis entrar en esta página, hay unas fotos muy chulas: http://www.amapolafilms.es/ventana/.

Lo cierto es que todo esto me recuerda a ese cuadro de Dalí, “Muchacha en la ventana”, una mujer que se asoma por la ventana donde hay un hermoso paisaje, y parece que comienza a soñar…, me encanta, me produce mucha calma mirarlo. Y no puedo evitar acordarme también de aquellas mujeres que miran por una ventana con barrotes, sin un bello paisaje pero con los mismos sueños de libertad. Mujeres y hombres, da lo mismo, el sueño es el mismo. Algún día, en lugar de mirar tras una ventana, cruzarán una puerta para hacer realidad todos sus sueños.

Espero que cuando vea la película, me remueva muchas cosas, y me haga sentir lo que han pasado estas mujeres a las que, seguro, se les puede poner muchos nombres. De momento la experiencia la he disfrutado. Por cierto, que mi única aportación ha sido pasear con un señor de Lituénigo, muy simpático por cierto, pero qué bien lo hicimos!! Estábamos súper concentrados, metidos en el papel…

Para la próxima os pido consejo a los del taller de cine de Daroca, que seguro me hace falta.

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