Sistemas de producción
Escrito por: Lucía I. García Cebrián.
A la hora de elaborar un producto, las posibilidades de fabricación se resumen en los tres sistemas productivos habituales: producción artesana, producción en masa y Justo a Tiempo. Desde un punto de vista teórico todos ellos están bien definidos, pero en la práctica lo que se puede observar son procesos productivos en los que predominan las características de uno de ellos, pero que tienen rasgos de los demás, por lo que en la realidad no suelen encontrarse en el estado puro que muestra la teoría. Una vez hecha esta consideración podemos pasar a ver cuál es la esencia de cada uno de ellos.
La producción en masa posibilita la fabricación de grandes lotes de un producto homogéneo, es decir, se pueden elaborar muchas unidades, pero todas ellas han de ser idénticas, no permite la variedad (o lo hace a un coste excesivo). Para ello ha de contar con máquinas especializadas en una tarea que, precisamente, son capaces de repetirla muchas veces por unidad de tiempo (y producir mucho) a cambio de que esa tarea sea siempre la misma (lo cual impide la variedad). Este tipo de máquinas suelen ser costosas, por lo que su amortización y los costes fijos que generan son altos. En contrapartida, la producción en masa no precisa de personal con alta cualificación, pues las tareas encomendadas a los recursos humanos se han simplificado hasta el máximo, con lo cual los costes variables se reducen.
Las características de la producción artesana son las opuestas: requiere una alta cualificación por parte de los trabajadores, pues a ellos se les pueden encomendar actividades muy variadas dentro de lo que sea su oficio o formación laboral, y las máquinas que se precisan son de uso general, es decir, dentro de la tecnología que utilizan pueden realizar una variedad de tareas, pero no son capaces de llevarlas a cabo muchas veces por unidad de tiempo. En consecuencia, las empresas que optan por la producción artesana no van a poder atender un gran mercado de masas, sino uno reducido, pero a cambio están preparadas para ofrecer una variedad de modelos en su producto.
Si se pretende iniciar un negocio,
puede ser el sistema más conveniente
Querría dedicar más espacio al sistema de producción artesana puesto que en tiempos de crisis, de preferencias cambiantes por parte de los consumidores y si se pretende iniciar un negocio, puede ser el sistema más conveniente.
En primer lugar hay que reconocer que la producción artesana no es un sistema de producción anticuado que ya no tenga razón de ser en la actualidad y tampoco hemos de relacionarlo con sectores de bajo nivel tecnológico; por ejemplo, la construcción de barcos o satélites espaciales puede considerarse artesana en el sentido que aquí le damos.
En segundo lugar, puesto que la formación de los trabajadores y la versatilidad de las máquinas que utiliza permiten la realización de una variedad de modelos dentro de lo que es el producto de la empresa e incluso fabricar objetos únicos, puede ser el sistema de producción a implantar por parte de las empresas que quieran ofrecer exclusividad a sus clientes; un ejemplo de este caso serían los talleres de alta costura.
Por último, sería un sistema productivo a recomendar al inicio de una actividad empresarial fundamentalmente por dos motivos: favorece la adaptación a los cambios en los gustos de los consumidores porque la versatilidad de la mano de obra utilizada y de las máquinas instaladas permiten fabricar más variedad que en la producción en masa y al no necesitar máquinas caras de uso específico la inversión a realizar por parte de una empresa que va a instalar un sistema de producción artesano va a ser mucho menor.
En tiempos de crisis se observa que las pequeñas empresas resisten mejor que las grandes; en parte se podría justificar esta evidencia porque utilizan sistemas de producción artesanos que, dentro de unos límites, facilitan la adaptación a las fluctuaciones en la demanda de los consumidores al generar unos costes fijos menores. El razonamiento que lo explica es el siguiente: la inversión inicial en máquinas es baja, por lo que su amortización y sus costes fijos son menores que en otros sistemas productivos; por lo tanto, no son necesarios grandes volúmenes de producción para repartir esos costes fijos entre todas las unidades elaboradas.
Por último, sea cual sea el sistema productivo elegido por la empresa, es conveniente tener presentes y aplicar algunas de las recomendaciones del Justo a Tiempo tales como evitar toda clase de despilfarro, ir a la raíz de los problemas para buscar su solución y preocuparse constantemente y en todas las etapas productivas de la obtención de la calidad. Asimismo, la Reingeniería de procesos también proporciona una serie de consejos útiles para cualquier empresa que se podrían resumir diciendo que cualquier negocio, tenga o no éxito, debe revisar constantemente las premisas de las que parte, no tiene que dar nada como definitivo y ha de buscar nuevos medios para llevar a cabo su actividad.