Libertad a través de las ondas radiofónicas

Escrito por: Isabel López

La condena de privación de libertad supone la restricción y, en muchos casos, la anulación de los derechos inherentes a nuestra condición de ciudadanos libres, responsables y autónomos. Sea llamada condena o sea entendida como la necesidad de reprender conductas que han supuesto la violación de esa responsabilidad, habiendo puesto en peligro el equilibrio de la sociedad, no disponer de esos derechos se convierte en la manera de reconducir el camino y de trabajar por la reeducación y reinserción de los internos que hoy están en prisión.

Nuestro sistema penitenciario no se basa únicamente en el pago de una penitencia por una mala conducta, sino que el paso por la prisión debe ser entendido en un contexto mucho más amplio como la oportunidad de aprender de los errores y descubrir otras formas posibles de vivir en sociedad. Y es en este contexto en el que entra en juego el trabajo de multitud de profesionales que, desde sus especialidades, muestran a los internos un nuevo camino por el que guiar su libertad una vez salgan de prisión. Este es el caso de Valentín Reinoso, educador del Centro Penitenciario Tenerife II e impulsor del proyecto “Radio Realidad”, un taller que da voz a los internos, quienes rompen las barreras del espacio y el tiempo y recuperan su libertad a través de las ondas radiofónicas.

La inquietud profesional de Valentín de ofrecer a los internos herramientas que no sólo mejoren y amenicen su estancia en prisión, sino que, además, les formen para labrarse un futuro, se vio complementada con la ilusión de dos veteranos de la radio: Cipriano García e Ian Montgomery, padrinos del proyecto y voluntarios de Cruz Roja, que junto a Naima Díaz, responsable de los talleres de Cruz Roja en Tenerife II, han hecho posible que “Radio Realidad” hoy haga honor a su propio nombre.

“Radio Realidad” les ha dado la oportunidad de sentirse libres,
de descubrir facetas de ellos mismos que no conocían

El Taller de Radio se encuadra dentro de una variada oferta formativa que se les ofrece a los internos del recién inaugurado Módulo de Respeto, quienes después de asumir el compromiso de cumplir las reglas y normas regimentales de este tipo de módulos, trabajan día a día por su propia reinserción. La clave se halla en que sean ellos mismos los que se autogestionen, siempre bajo la supervisión de los profesionales penitenciarios, y marquen las pautas de una convivencia respetuosa. Si bien el camino no ha sido fácil, el empeño de este grupo de profesionales ha ido moldeando lo que un día comenzó siendo sólo una idea entre amigos hasta convertirse en una oportunidad para un grupo de internos que tienen nombre y apellidos, que tienen su propia historia, sueños y esperanzas y que, sobre todo, quieren  aprender de sus errores.

Con Ian en la parte técnica y Cipriano como ‘director de orquesta’, cada miércoles se encienden los micrófonos y se da paso a la libre comunicación de los pensamientos y las opiniones, uno de los derechos más preciados por las personas que viven en prisión. Para ellos, según sus propias valoraciones, “Radio Realidad” les ha dado la oportunidad de sentirse libres, de descubrir facetas de ellos mismos que no conocían, de ser capaces de expresarse y hacerse entender por medio de la palabra, un arma poderosa y convincente.

“Radio Realidad” es fruto de un arduo trabajo en el que se han combinado diferentes metodologías de trabajo: charlas-coloquios, pequeñas dosis de teoría periodística, clases prácticas con los recursos técnicos, debates, además de la participación desinteresada de diferentes profesionales de los medios de comunicación de la isla que han visitado el centro penitenciario para enseñar a lo internos a manejarse en el medio de Marconi. Esta última ha sido de las experiencias más enriquecedoras. El paso de trabajadores de los medios por el taller ha supuesto un aprendizaje mutuo y recíproco.

Lo que el primer día era miedo al micrófono o pánico
a hacer el ridículo, hoy ya está superado

Los compañeros de los medios aseguraban que después de compartir su tiempo con los internos, se habían disipado muchos de los prejuicios con los que cualquier persona puede entrar en una cárcel. Al fin y al cabo, nos comentaban, habían visto personas normales y corrientes que habían cometido un error  en un momento puntual de sus vidas o también, ¿por qué no decirlo?, que habían tropezado dos veces con la misma piedra. Esta es la reinserción que debemos conseguir, no sólo que el interno, ciudadano de pleno derecho una vez esté en libertad, se sienta uno más en la sociedad, sino que sea la propia sociedad la que lo vea como uno más. 

El proyecto ya está llegando a su fin y la inauguración de “Radio Realidad” pronto será un hecho con fecha, pronto se abrirá la frecuencia para que “Radio Realidad” sea un espacio de expresión, diálogo, reflexión y creación donde estos internos del módulo de respeto sean transmisores y generadores de un producto radiofónico de calidad que ayude al resto de población reclusa a estar informados y a aprender a disfrutar de la magia de la radio. Y por qué no, se lleguen a hacer conexiones con otras radios y mostrar a los ciudadanos que hay quien aprovecha las oportunidades y que la reinserción es posible. Estas son las premisas del grupo de voluntarios que trabajamos cada semana con ellos, ofreciéndoles nuestra formación y experiencia y recibiendo el agradecimiento en forma de trabajo bien hecho. A día de hoy, ya no son sólo reclusos de un centro penitenciario, ahora se han convertido en presentadores, técnicos, guionistas, redactores… que hacen de la palabra su instrumento de expresión.

En el trabajo diario hemos comprobado cómo los internos ven valoradas y mejoradas sus capacidades creativas y expresivas, así como su estado anímico. Lo que el primer día era miedo al micrófono o pánico a hacer el ridículo, hoy ya está superado y se ha convertido en profesionalidad y respeto a este medio de comunicación. Han trabajado muy duro desde la seriedad por el proyecto y ante todo pensamos que han aprendido a creer en ellos mismos, a comprobar que son capaces de todo lo que se propongan. Los internos del taller de radio de Tenerife II han conseguido hacerse con las riendas de un proyecto que seguro les ofrecerá posibilidades laborales, pero sobre todo les ha ofrecido la oportunidad de cambiar el rol de preso por el de comunicador. Al fin y al cabo, sabemos que han dado un paso más para la reinserción. Ya están, como expresa el lenguaje radiofónico, “en el aire”.

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5 Comentarios

  1. hola soy Manuel Villa, interno del C.P.Tenerife, y colaborador de Radio Realidad.Para nosotros es todo un orgullo pertenecer al grupo de la radio.
    Desde aqui dar las gracias a Cipriano Garcia ,Ian Mongomery y Valentin Reinoso, porque si ellos nada de esto habria podido ser lo que es hoy,

  2. bueno yo soy hijo de unos de los ke componen el grupo de radio relidad y estoy orgullosos de ellos es una cosa muy emotiva un saludo a todos…..

  3. Gracias Manuel pero, en realidad, nada de esto sería posible sin gente como tú y los demas chicos que, realmente, quieren empezar de nuevo con la cabeza alta y la vista puesta en un futuro diferente, lejos de los errores del pasado.Si con lo que hacemos allí dentro logramos, en alguna medida, que esto sea una realidad, una vez más podré decir que ha merecido la pena tanto esfuerzo por parte de todos.Un saludo a todos y ánimo.

  4. ya no estoy en el centro penitenciario,sino en el cis mercedes pinto.y hecho muchisimo de menos esos miercoles de libertad en la radio.Desde aqui saludos,fuerza y que sigan asi todos y cada uno de los componentes de radio realidad, y deciros que sois los mejores,y que fue un orgullo haber pertenecido a un equipo como el que teniamos.

  5. El proyecto “Radio Realidad” me parece una gran labor social, me parece muy bien que quieran ayudar a los internos a través de todo tipo de proyectos.
    No voy a contarles mi vida, ni mi historia, pero quiero contarles algo que está relacionado con el primer programa emitido el 28 de octubre del 2011 Canarias Mediodía desde el Centro Penitenciario de Tenerife II. Este día era mi cumpleaños. Hacía un poco más de un año que yo no sabía nada de mi padre, quiero dejar constancia de que el año pasado no supe nada de él este mismo día. Pero este año, viene una persona de mi pueblo y me dice que lo habia escuchado por la radio felicitandome por mi cumpleaños y que el programa se emitia desde la cárcel. Yo no tenía ni idea de si esto era o no verdad, pero todavía estoy en estado de “schok”, comence a buscar por internet y encontré el programa y sí era mi padre. Llamé al centro penitenciario Tenerife II y me lo confirmaron, pero me dijeron que no me podían dar ningún tipo de información, que me comunicara con las chicas de asunto social, lo hice, llamé y hablé con ellas, les dije que me explicaran lo que tenía que hacer para poder ir a verlo o si podía hablar con él, me dijo que primero tenía ella que hablar con él y decirle que yo me había puesto en contacto y quería ir a visitarlo y si él quería lo podía ir a ver. Yo le dije a la chica que si él me había nombrado en un medio de comunicación, seguramente era que quería que me enterara y lo fuera a visitar. Estuve dos días esperando la llamada y como no me llamaba volví a llamar y resulta que mi padre no quería verme ni a mí, ni a mi hermana, porque no quiere que la trabajadora social nos dé ningún tipo de información.¿Qué les parece? No sé ni cuánto tiempo va a estar ahí, ni porque está, ni porqué no quiere verme, hay muchas incognitas. Pero quiero dejar constancia de que esto me ha creado un problema emocional bastante fuerte, pónganse en mi lugar. Y mi pregunta es la siguiente. ¿Ustedes creen que este hombre merece que le dejen un micrófono para que diga lo que quiera? Como pueden dejar que dé el nombre de su hija, que diga dónde vive, sin saber si ella sabe dónde está. Yo sé que el problema lo tiene mi padre porque nunca le ha importado su familia y le da igual lo que nos pueda pasar, espero que en el Modulo de Respeto, que es dónde se encuentra de verdad le enseñen a RESPETAR a los demás, o mejor dicho a sus hijas.
    Me despido dejando una cuestión encima de la mesa:
    ¿Creen que todos los internos tienen derecho a que les pongan un micrófono delante?
    Voy a darles mi respuesta personal: Yo creo que pueden opinar lo que quieran sobre ciertos temas y me parece perfecto que tengan algo de lo que puedan disfrutar dentro y pasar el tiempo, pero nunca deben dejar nombrar a su familia sin conocer la historia de su vida. Porque probablemente yo no le importo ni le he importado nunca, pero él no deja de ser mi padre, y gracias a Dios no tengo sus sentimientos, soy mejor persona.

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