Portero de noche: “Cine y más…”

Venganza

Escrito por: José Antonio Aguilar

Casi siempre la traducción de los títulos de las películas y sus doblajes dejan mucho que desear y sobre todo dan que pensar. Una película que nace con el título de “Venganza” no se le puede llamar “En un mundo mejor”, el espectador que se sienta en su butaca y observa, siente rabia contenida al sentirse engañado por una maniobra de atracción comercial, y aunque el título quede de lo más esperanzador, es todo lo contrario a lo que la directora pretende en “Hævnen” (Venganza).

“Hævnen” es el manejo exquisito de una historia que confronta en un continuo ir y venir, dos elementos siempre bien diferenciados con dosis infinitas de psicología aplicada. El contraste entre África y Europa, el norte y el sur, mujeres y hombres, la vida y la muerte, lo blanco y lo negro, el cielo y la tierra, el agua y la arena, todo esto salpicado de una confrontación en torno a la violencia silenciosa, doméstica y geopolítica, entre ricos y pobres, niños y adultos.

El mal y el bien interior que afecta a los protagonistas de esta historia, que como todos, nacemos de una misma forma y la vida y las circunstancias nos llevan a vivir o a subsistir al precio que sea y de la manera que nos sea posible. Esta vida individual con la sombra de la soledad de fondo, nos hace buscar el camino de la existencia, sin pensar en el peligro de esa cínica ambigüedad moral.

Una película que nace con el título de “Venganza”
no se le puede llamar “En un mundo mejor”

Hace unos años los chicos y chicas del mundo jugaban, compartían juegos y sobre todo imitaban a sus héroes favoritos que nacían de los cuentos, de las historias que nos contaban nuestros mayores o del cine, luego también de la televisión. Cuando el domingo veíamos los tres mosqueteros en pantalla grande, la semana siguiente era un duelo de espadachines, cuyas armas estaban construidas con los palos de las escobas de nuestras madres y de los trozos de una vieja botella de detergente, con el único fin de entretenerse. Hoy los juegos son el riesgo, el peligro. Los chicos empiezan por no tener héroes que imitar, la apatía y la falta de padre, madre o ambos, dejan paso a la soledad y ausencia de amigos, que sumado a la falta de plazas y parques con quienes compartir, se ven avocados a una luminosa pantalla de leds con todo tipo de información, que más que enriquecernos a veces les convierte en monstruos.

La soledad los silencios y sobre todo los abismos que nos muestra la directora de “Hævnen”, nos introducen en una severa reflexión sobre lo que tenemos y quienes somos, donde habitamos, con quien convivimos y cuales son nuestra metas, si las tenemos. Si a esto le sumamos la reflexión sobre quien o quienes y donde nos educan, obtendremos la respuesta de nuestros comportamientos, en una filosófica reflexión.

La sala de cine llena,
un Globo de Oro, un Oscar

Muchas preguntas me surgen después de ver esta fantástica película magníficamente interpretada por dos niños que son sin duda los protagonistas de esta historia dura acerca de la soledad, no menos real que lo cotidiano y contemporáneo que nos toca vivir.

Un cine que nos llega y casi lo sentimos, una doctrina llamada “Dogma” tan nórdica, tan europea, tan arriesgada a veces y tan cercana siempre. La sala de cine llena, un Globo de Oro, un Oscar y la satisfacción de nuevo de ver cine en el amplio sentido de la palabra.

Yo quiero vivir en un mundo mejor, no cabe duda, pero no en ése de soledad y de venganzas.

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