Mi primera referencia a Prisiones Sin Fronteras y mi primera huella hacia una emoción compartida por mucha gente. Solidaridad, ayuda, fidelidad hacia un mundo mejor. Llámenlo como crean ustedes oportuno. El uso del término lingüístico queda en segundo plano; Fuera de la corteza, en la sabia, subsiste el sentimiento, la angustia por hacerlo mejor, pequeños Gandhis en las Indias de nuestros sombríos y sedentarios corazones; ¿Por qué no?

Un modelo penal de Reeducación, de Resocialización, de Reinserción social, imperfecto, pero que suma, que cuenta, que positiviza todo lo que hay a nuestro alrededor; Intramuros también. Prisiones Sin Fronteras, agonizante ante la naturaleza humana que secuestra y borra cualquier atisbo de superación personal, lucha por equilibrar con justo compromiso la voluntad del entorno humano penitenciario y de la sociedad.

Solidaridad, ayuda,
fidelidad hacia un mundo mejor

Dirigido hacia jóvenes interlocutores, lozanos proveedores de la gracia de la pubescencia, motores abismales en el cambio hacia un mundo más humano y sensible, Prisiones Sin Fronteras debe forjar un camino que allane y cultive un pensamiento de superación, de entrega, y de compromiso sincero, haciendo que estos mismos jóvenes adquieran la idea de que un mundo mejor es posible y sobre todo, que es real. Muy real.

He aquí que mis primeras palabras de una serie de humildes textos en lo venidero forjen en esta incipiente asociación un modo de ver la vida diferente, sencillo y sobre todo, y ante todo… bello.