Malas compañías

Escrito por: Del Río

¡Ay, cuántas cosas podría contar estando en libertad! Tal vez muchas, tal vez pocas o ninguna. Estamos a mitad de año y deseo felicitaros a todos y desearos la pronta libertad.

Malas compañíasAmigos y compañeros, yo no soy quien para daros consejo, pero sí para daros mi opinión, y ésta es que la prisión, no es lugar para animales, por lo tanto no nos comportemos como tales. Procuremos apartar de nuestro alcance el alcohol. Yo sí voy a procurar hacerlo, pero claro, es mucho el tiempo que tengo que estar aquí y lo tengo más fácil que algunos de vosotros.

Mirad , he querido quitarme la vida tres veces y no lo conseguí, pero ahora que estoy cuerdo, “ bueno, no borracho “, si supiese que volvería a caer y a beber el resto que me queda en libertad, sería capaz de hacer un pacto con el diablo. Pero también sé algo que antes no sabía, que afuera tenemos donde acudir y ese lugar es AA que allí tendremos esa mano, que sin interés alguno vela por cada uno de nosotros, cualquier día, a cualquier hora, y en cualquier lugar, aprovechémosla, pero demos algo a cambio (el querer dejar de beber).

Primero yo, en mi caso, me echo la culpa
y luego el alcohol, que me acompañó

Yo, amigos, podría contaros montones de situaciones vergonzosas, pero como ya soy un poco mayor, sólo voy a deciros que el hombre se califica por su personalidad y compostura. En ese sentido, no deseo recordar en estos momentos, cuantas malas composturas, contestaciones y vergüenzas he cometido. Sólo deciros que me siento orgulloso de haber recuperado a toda una familia, aunque también siento pena y dolor eterno por el mal que he causado a otra familia arrebatándole la vida de un ser querido ¡ Le pido perdón cada día!.

Me gustaría que cada Miércoles con mis palabras y experiencia alguno pensase ¿qué es la vida y cuánto dura ésta? Y si merece la pena pasarla por alto y no enterarse del tiempo tan precioso que dura un día. Por eso deciros que he perdido tantos días, tanto tiempo, que cuando llego cada Miércoles al taller de Nueva Vida, miro y veo caras nuevas, y me digo “ aquí tengo que hablar yo “.

Sí, porque he pasado tanto esta vida, que podría hablarles durante horas. Pero no, yo sólo deseo que un instante después de escuchar, pusieses la mente en duda de seguir bebiendo o no. Amigos y compañeros solo tenemos una vida, hagámosla más corta o más larga, más alegre de corazón o más alegre de mentiras y maldecid el alcohol, maldecid la sed de veneno y mentiras, de pérdidas de familias, de pérdidas de seres humanos por nuestra culpa; y digo nuestra culpa, porque, primero yo, en mi caso, me echo la culpa y luego el alcohol, que me acompañó.

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1 comentario

  1. Todos hemos hecho más de una tontería. Nadie hay que se salve de hacerla. Tal vez tuvimos suerte de que esa tontería no nos arruinase la vida.
    En algún momento podrás compensar tal daño, que por otro lado, probablemente no fue intencionado.

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