Escrito por: Pobre mortal

Oda dedicada a Ángel Guinda, Premio de las Letras Aragonesas 2010 y  primer Picapedrero de Daroca, con motivo de su segunda visita a nuestro centro en el día de hoy.

Que si lavi lavisto,  /  ovi lavi lavila,
no si lavi lavisto,  /  be, be, be,  ra-ta-ta-ta-tá…

Tus monosílabos son  /  un zarpazo roto en mi paciencia,
y esos agudos dislates  /  del reino de tu locura
causan tremendas rupturas  /  en mi demencia.

Eres la erre del Renault Alpine  /  que va a doscientos
por las rectas eternas  /  de los Monegros…
Eres, como el vodka con naranja,  /  imprescindible,
el que mete mano en el cine  /  entre dos asientos…
Y eres, entre otras mil cosas,  /  ¡Misión imposible!

Algunos versos de tu claro interior  /  desatrancan mis puertas
y me escarban en la nada…
¿No sería acaso un mal peor  /  que tus rimas quedasen yertas
en el pozo sin agua  /  de las mentes gastadas?

Esto, querido Angel, no es un poema.  /  ¡Es un desplante!
Y, en solidaridad contigo,  /  yo, un aprendiz de poeta
gritar quisiera  /  haciendo un quiebro torero,
(pase de pecho incluido),  /  a esos desplantes tuyos,
que son un «no» rotundo  /  a quien bebe, y no me inundo,
del veneno enlicorado   /  que fabrican, raudos,
aquellos que nos destrozan el mundo…

Y si a alguien le parece tremebundo
todo lo que aquí se está diciendo,
que haga un ejercicio de humildad  /  y de mesura,
( ¡Ay, Señor, que en este charco sí me hundo!),
sin entrar en disyuntivas  /  sin prisas ni premuras,
¡ Y que se lo pregunte a Segismundo!

Sí; / nacemos, como el aire,  /  transparentes,
más, nos volvemos opacos   /  como el mármol;
y esas fiebres  /  que padecemos los poetas,
tan agarradas  /  como la raíz de un árbol,
¿acaso es que nos dan  / aspecto de penitentes?…
¿O acaso es que,  /  sin nada que perder
y sin pelos en la lengua,  /  somos los más valientes?

No obstante, si te lanzas  /  a escribir tales proclamas,
has de saber, querido Ángel,  / que el mundo te harta…
Pero tu no tengas miedo, que eres Guinda…
¡La guinda que se le pone a la tarta!

Con nuestro mayor agradecimiento a las Poetas aragonesas YIN 1960-2010 y a Trinidad Ruiz Marcellán, directora de Olifante, por brindarnos, con su presencia, un memorable recuerdo.