Cinco pintores

Tres pintores jóvenes, consolidándose en las Salas de exposiciones de toda España; un artista polifacético, escritor, periodista, pintor, escultor, y además maestro del último componente de este singular quinteto, quien desde nuestro Centro penitenciario de Daroca ha descubierto su gran pasión. Amigos nuestros, en plena ebullición artística.

Georges Ward

En una primera impresión nos encontramos ante un pintor con un estilo inconfundible, optimista y colorista, que está inspirado en la naturaleza, con unos cuadros en los que las protagonistas son las plantas, las flores y los insectos. Su apellido “Ward” en inglés quiere decir “guardián”, pero en libanés “Rosa”. Como él bien dice, “estaba predestinado”.

desierto de Atacama IIGeorges Ward nos presenta escenarios habitados por diminutos seres de colores imposibles y formas llenas de perfecta armonía que casi todos conocemos y comparten nuestra vida.

Este universo está interconectado con el nuestro, nos circunda y envuelve de una forma permanente; un mundo que nos ha acompañado desde siempre y permanece dentro de nuestra esencia.

Georges Ward es un artista que se inspira en lo más puro y sagrado, la naturaleza, y nos lleva a través de unos escenarios llenos de vida, sensibilidad y enigmas.

Recientemente, con gran éxito de crítica y público, ha expuesto su obra última en el Centro cultural Ibercaja Guadalajara y en la Sala CAI Barbasán de Zaragoza. Para mayor información: http://georgesward.com/

¿Cuándo nace en ti el deseo de pintar?
Aparece de muy niño.

¿Qué cualidades crees que necesita poseer un pintor?
Sensibilidad, habilidad, concentración y magia.

¿Cómo has llegado hasta tu estilo actual?
He pasado por muchos estilos después de mi formación básica aprendiendo distintas técnicas y practicando el realismo, el cubismo, el puntillismo, el surrealismo, la abstracción…hasta llegar a un tipo de realismo onírico, que es el que hago actualmente.

detalle¿Qué quieres expresar con tus obras?
Sensaciones, sentimientos, explosiones de color, conciencia del medio ambiente…

¿Pueden la belleza y el realismo caminar juntos?
Por supuesto.

¿En qué técnica te desenvuelves con mayor comodidad y por qué?
El acrílico y el óleo, por que me permite plasmar lo que yo quiero y representar una infinita amplitud de sensaciones.

¿En qué te inspiras para realizar tus obras?
Básicamente en la naturaleza, que para mi representa lo puro y lleva un enlace directo con la magia e incógnitas de la vida.

En este país, ¿se puede sobrevivir pintando?
Si, el problema que tiene el artista hoy en día es que no puede permitirse el lujo de dedicarse exclusivamente a pintar sino que debe desenvolverse tanto en los medios de comunicación (internet, televisión, radio, prensa…) como en distintos círculos y ambientes. Tiene que saber venderse ya su pintura es parte de el.

Marisa Royo

Ya fue el pintor Balthus quien afirmó que “la pintura no se explica, se siente”. Esta reflexión surge a propósito de la plácida contemplación de la pintura de Marisa Royo, delicada, sutil y rica en matices. Pintura para sentir y disfrutar, que nos traslada a un universo tangible de animales, flores, plantas, telas…, o idealizado, de arquitecturas imposibles, donde la imaginación y la fantasía están presentes por medio de un rico lenguaje visual en el que no faltan las referencias simbólicas.

gato violeta

Dentro de un realismo mágico, con la sólida apoyatura de la técnica pictórica, la artista describe seres y objetos reales, reinterpretados desde su visión interior transformadora. La técnica que utiliza es sobria, recurre al soporte de madera y al acrílico como procedimiento. Emplea un colorido potente, intenso, con acusados contrastes de gamas frías (azules oscuros) y gamas cálidas (anaranjados).

¿Cuándo nace en ti el deseo de pintar?
Un verano de muy niña en el que hacía mucho calor y me reunía con mis amigos en un patio a pintar.

sueno¿Qué cualidades crees que necesita poseer un pintor?
Sensibilidad, técnica y pasión.

¿Cómo has llegado hasta tu estilo actual?
Pintando mucho.

¿Qué quieres expresar con tus obras?
Mi mundo interior.

¿Pueden la belleza y el realismo caminar juntos?
Sin ninguna duda.

¿En qué técnica te desenvuelves con mayor comodidad y por qué?
El acrílico sobre tabla por que me permite trabajar tanto el empaste como la aguada y seca rápidamente. En el caso de la escultura me gusta mucho el alabastro por la manera en que atrapa la luz.

¿En qué te inspiras para realizar tus obras?
En el mundo que me rodea.

En este país, ¿se puede sobrevivir pintando?
Si, se puede pero combinándola con otras actividades como por ejemplo la enseñanza artística.

Agnes Daroca

Comienza a pintar siendo niña, admirando a Dalí, Picasso y sus primeros profesores Pascual Berniz y Ángel G. Rueda. Sigue su formación en la Escuela de Artes de Teruel y luego en la de Huesca se forma en Diseño Gráfico.

Cuenta con varias exposiciones colectivas e individuales, además de una treintena de premios. Después de un paro creativo, en cuanto a obra gráfica se refiere, Agnes vuelve a sacar a la luz obras nuevas que crea para los más cercanos.

Su obra, fiel reflejo de la personalidad de esta artista afincada en Zaragoza, es alegre, optimista, de colores vivos. Su originalidad sorprende. Su visión detenida comunica todo esto y mucho más.                                                                                                                  Más información en: http://agnesdaroca.wordpress.com

¿Cuándo nace en ti el deseo de pintar? Temprano, mi ilusión era tener el estuche lleno de lápices de Alpino. Sobre los 8 años comencé con clases en el colegio y luego seguí con particulares. A los 13, me lo tomé más en serio cuando Ibercaja me cedió una sala para exponer.

¿Qué cualidades crees que necesita poseer un pintor? Creo que un artista tiene que ver más allá de la forma, tiene que ponerse en la piel de lo que ve. Aunque de los artistas que conozco, puedo sacar de todos una cualidad que veo fundamental, la humildad.

¿Cómo has llegado hasta tu estilo actual? Mi estilo… creo que voy cambiando según las experiencias y las técnicas que voy descubriendo. Me cuesta mucho llevar siempre un estilo fijo.

¿Qué quieres expresar con tus obras? Ideas, conceptos, mundos…

¿Pueden la belleza y el realismo caminar juntos? Sí. Cada uno encuentra la belleza en cosas diferentes, la realidad que nos dicen que no es bella, es eso, algo que nos dicen. De cada uno depende ver la belleza de otra manera a la establecida.

¿En qué técnica te desenvuelves con mayor comodidad y por qué? Bueno, suelo mezclar de todo. Uso papeles, telas, acrílicos, lápiz, textos, acuarela… lo que voy cogiendo, todo lo que me sirva para expresar…

¿En qué te inspiras para realizar tus obras? En propias historias que monto o vivo.

En este país, ¿se puede sobrevivir pintando? En España es complicado, según como te muevas. Ahora, tienes el mundo abierto a golpe de clic para poder mostrar tu trabajo, de uno mismo depende el esfuerzo para que sea conocido, no necesariamente reconocido.

Gonzalo Bujeda

Su relación con el mundo de las artes plásticas, tanto como pintor, crítico o informador, viene desde 1964. Como Luís J. García Bandrés -su verdadera identidad- mantuvo una estrecha relación con lo sucedido en el mundo de las artes plásticas, tanto en Aragón como fuera de ella. Especialmente en los años 70 y 80.

la carta de vinosLa primera exposición individual de Gonzalo Bujeda es de 1992 cuando él decide hacer acto de presencia en la parte más activa del escenario cultural. Desde entonces han sido 16 las muestras presentadas preferentemente en Aragón, aunque su obra también ha llegado a Barcelona, Madrid o Valencia.

Su estilo trata de avanzar y personalizar en los logros de las últimas tendencias no figurativas. Los temas parten de sus circunstancias reales y cercanas -vivencias, conocimientos- plasmados cuantitativamente a la medida de cada uno de los espacios. No pinta y luego busca una exposición. Acepta una propuesta y después desarrolla la idea. Su obra tiene un sentido informativo, casi es la ilustración de una historia. Posible influencia de su trabajo como periodista.   Más información en: http://zaragozaciudad.net/gonzalobujeda2/

 

¿Cuándo nace en ti el deseo de pintar?
Fue una manera instintiva y autodidacta. En el colegio, me atrajo el arte. Después, tuve a una buena biblioteca a mi disposición donde conocer, al menos en blanco y negro, a los grandes maestros. También, cuadros de buenos pintores catalanes, dónde aprender a diferenciar la grafía de una pincelada. Mi primer óleo lo hice a los 14 años. Era un paisaje del natural. Después, copié a pintores que iba descubriendo y que me interesaban, hasta que los temas y la técnica se fueron haciendo más personales, aunque siempre utilizando óleo. Llega un momento en el que te haces responsable de todo lo que ha sucedido anteriormente y tratas de subir a ese tren, formar parte de una historia tan larga como la de la humanidad.

preposición¿Qué cualidades crees que necesita poseer un pintor?
Conocer y comprender el pasado. Ser honesto. Responsabilizarse con el futuro. Tener curiosidad y deseos de “contar” a los demás aquello que ves, cómo los ves y cómo lo sientes por medio de la pintura..

¿Cómo has llegado hasta tu estilo actual?
Pintar es viajar, aunque tiene también algo de misión, de aventura a lo desconocido. Tú te planteas un destino. Puede ser que nunca llegues a él. Es lo más probable y lo mejor, pero debes llevar en tú “equipaje” todo lo necesario para sacar el mayor provecho del lugar del trayecto en el cual deseas detenerte por que hay algo que te atrae y deseas conocer. No importa que esté muy cerca del inicio. Lo importante es avanzar y descubrir en soledad. Mi trabajo es narrativo.

¿Qué quieres expresar con tus obras?
Cada exposición responde a una propuesta para un espacio muy concreto y con un tema concreto. Me gusta pintar a la medida. El primer reto, el primer espacio a dominar no es el del soporte, es el de la galería dónde muestras una propuesta. Dependiendo de su tamaño, la “narración” será más o menos extensas, con más o menos cuadros.

¿Pueden la belleza y el realismo caminar juntos?
La belleza es un concepto que depende de la realidad, de la verdad. ¿Es bella una escultura rota? ¿Son hermosos unos fusilamientos? Si son o fueron parte de la verdad, sí. Si te salen desde dentro, provocados por lo que te rodea, también. En cualquier época, en cualquier estilo parte de la realidad más inmediata.

Planos de un arquitecto¿En qué técnica te desenvuelves con mayor comodidad y por qué?
Con el tiempo vas elaborando tus propias recetas. A mi me gusta trabajar con elementos inmediatos, rescatando y dando otro significado a cosas que están en un segundo plano. Pinto con tierras, con tizones, con cenizas. De manera voluntaria, esto tiene bastante de primitivo. Me gusta volver a los orígenes pero con la lección del tiempo aprendida. Incluyo en mis obras objetos como piedras, ramas, hierros oxidados, lacre, ceras. Creo que una obra es otra manera de medir el tiempo.

¿En qué te inspiras para realizar tus obras?
Una vez elegido un tema, hago unos bocetos que en muchas ocasiones, nada tienen que ver con el resultado final. Pero es el inicio del viaje. Luego, poco a poco, hay que encontrar el cabo del ovillo y tirar de él todo lo lento o todo lo rápido que haga falta. En esos momentos ya no solo pintas tú, también hay un dictado superior que te va indicando por dónde seguir, pero el punto inicial es lo vivido o lo añorado.

En este país, ¿se puede sobrevivir pintando?
Unos pocos, sí. Hoy, autor y espectador están muy distanciados por dos motivos: el escaso conocimiento general de la evolución y presente del arte; el costo, excesivamente elevado de éste.

Adán Zurita

por Adán Zurita

Mi recuerdo más recóndito es de cuando cursaba la escuela primaria. Mis maestros flipaban con las caras picasianas que pintaba en cualquier pared, en cualquier trozo de papel. Más de un coscorrón me llevé en la cabeza. No le preste atención, pero dentro de mi sabia que tenía un don, por la reacción de la gente cuando veía algún dibujo que realizaba por casualidad. Pero siempre pensé que si eso era una virtud o un don, el destino y el tiempo lo pondrían en mi camino.

Cumplidos los cincuenta y de regreso a la prisión de Daroca tras una conducción, estaba en el módulo sin destino, es decir sin trabajo, y cual fue mi asombro que al pasar por la cartelera de anuncios veo uno que pone “Curso para pintores noveles”. Era la ocasión.

Nosotros

Luís J. Gª. Bandrés, el profe, amigo y compañero, es la persona más positiva que he conocido en esta vida. Me recibe y me pregunta “qué pinto”, y yo le digo que “no pinto que la pinto. Ja, ja, ja.”. Me da una lámina y pintura, y como soy un charlatán me pongo a hacer bromas con mis amigos y paisanos sudamericanos. De broma en broma, con el codo se me cae el frasco encima de la lámina, y para que el profe no me llame la atención, le paso el pincel y con el color amarillo hago tres rayas como si fuera un ovni. Cual fue mi asombro que se acerca el profe y me dice que no lo toque porque acabo de plasmar una obra de arte. Mis amigos, los sudamericanos que vieron toda la escena, no paraban de reírse, ja, ja, ja.

Lo he contado tal cual pasó, pero luego cual fue mi asombro al ver que los maestros, educadores y funcionarios no paraban de alabar mis láminas. Don Luís me aconsejaba y no paraba de incentivarme, se me quedo grabado lo que un día me dijo: “Hay que canalizar esa forma de mente que tienes de pintar. El tiempo es relativo y la mente es libre”.

Mi lunaOs voy a contar una anécdota: Trabajando en la enfermería de interno de apoyo, por las tardes pintaba e invitaba a pintar a mis compañeros a mi Atelier. Algunos de ellos sufrían esquizofrenia paranoide, trastornos de diferentes tipos, protocolos de suicidio, etc. Pero el caso es que toda esta gente se relajaba mientras pintaba. Una tarde el psiquiatra y todos los funcionarios del módulo no encontraban a ningún paciente para consulta, y ¡es que estaban en mi Atelier! Cuando el psiquiatra y los funcionarios nos encontraron, yo pensé para mis adentros- aquí me juego el parte -. Nada más lejos de la realidad, me sorprendió cuando me felicito y me dijo que era muy bueno para la gente que sufre trastornos psicológicos. Y yo le contesté: “También es bueno para los que se creen que están normales, ja, ja, ja”.

Transcurre el tiempo y don Luis me comunica que del 8 de Enero al 8 de Febrero de 2009, se va a hacer una exposición, en la Sala Torrenueva de Zaragoza, con trabajos seleccionados del curso de pintura y tendré un rincón en dicha sala para exponer mis láminas. No puedo acudir a la inauguración, pero resulta que mis trabajos gustan de verdad y son muy valorados.

La pintura me ayuda mucho en lo personal. Si pongo en un reloj todas las horas que me quito de condena, estoy seguro de que el reloj se lleva la mitad porque cuando pinto, aunque suene vulgar, me transporto hacia esos paisajes lunares que solo están en el universo de mi mente.

¿Cuándo nace en ti el deseo de pintar?
Desde mi más tierna infancia.

¿Qué cualidades crees que necesita poseer un pintor?
Las manos y su mente. El ser humano siempre ha tenido ganas de expresar sus sentimientos, ya lo vemos en Atapuerca, etc.

¿Cómo has llegado hasta tu estilo actual?
Escuchando los consejos de Luis J. Gª. Bandrés, que me decía que tenía una forma loca y demente de pintar, y que todo aquello había que canalizarlo, y me ha ido guiando para que en la práctica consiguiera perfeccionar y definir mi estilo. Y, aunque parezca mentira, también ha contribuído a crear mi estilo actual el encierro físico y mental que estoy sufriendo. Dicha contención, a su vez, me posibilita canalizar hacia el exterior la magia de poder expresar en mis abstractos la luz de la luna y la maravillosa puesta de sol que contemplo desde detrás de las rejas de mi ventana.

abstracción¿Qué quieres expresar con tus obras?
Quiero expresar la libertad de mis seres queridos y de los no queridos también.

¿Pueden la cabeza y el realismo caminar juntos?
Sí. Que hay más bello en la vida que lo irreal para que, finalmente en un lienzo, se convierta en real.

¿En qué técnica te desenvuelves con mayor comodidad y por qué?
En el abstracto. Fue la pintura del siglo XX, al cual pertenezco, a ese pasado y en esa fuente de inspiración me pierdo. En esos ríos, mares y montañas de Marte, Júpiter e, incluso también, en agujeros negros que solo pasan por mi cerebro abstracto.

¿En qué te inspiras para realizar tus obras?
En el color verde de mis rejas, en los rostros rasgados y en los historias de mis compañeros…en cualquier detalle del mundo que me rodea.

En este país, ¿se puede sobrevivir pintando?
Sí. Pero, lamentablemente, asociamos el pintar con un negocio cuando la expresión artística en el ser humano nunca ha dejado de ser algo innato y necesario. Algo que está servido como soporte, vivencia y memoria del ser humano en toda su dimensión. Porqué no seguir pintando para expresar toda la majestuosidad del ser humano.

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