Más allá de la ciencia (Cap.7º): “Hijos de las estrellas I”

Apreciados amigos lectores:

Los años se van pasando. Sin apenas darnos cuenta, buscando la felicidad y la sabiduría transcurren los años de juventud y madurez y nos adentramos en la época en la que se recapitulan los acontecimientos acaecidos a lo largo de la vida. Así pues, si existe algún rayo de luz que se pueda arrojar a partir de las experiencias vividas, es un privilegio y una obligación intentar reconstruirlo para que quede constancia del mismo.

Con la mochilaCuando alguien “sabe” no se preocupa por el “qué dirán”, frase arcáica que se utilizaba extraordinariamente a menudo en los años 1950-60, y que ha perdido gran fuerza en estos tiempos de los que todos somos testigos.

Procederé a narrar un acontecimiento que tuvo enorme repercusión en mi vida, y que tal vez estaba relacionado con otro acaecido treinta años más tarde. En el año 1977 de nuestro Señor, partí con mi mochila y mi tienda de campaña hacia el Pirineo. Había salido, hacía dos años, del seminario, y habiendo perdido la fe en un Dios que permitía el mal, buscaba el sentido de la vida que reemplazase a aquel vacío producido por la ausencia de alguien a quien rezar.

Acampé en un pueblecito cerca del grandioso valle de Ordesa. Y una tarde de Septiembre entablé conversación con otro joven que tenía unos diez años más que yo. ¿Por qué se acercó aquel joven hasta la mesita de camping, bajo la luz de las estrellas, donde permanecía tomándome un vaso de leche con cacao? No lo sé. Supongo que debió ver algo en mí, que ni yo mismo sabía que existía. Y, paulatinamente, la conversación fue derivando hacia la grandeza del Cosmos, los viajes en el tiempo, mitos y leyendas, héroes de la antigüedad, concentración mental…poderes paranormales… Algo que entonces y para la gente común era un lenguaje totalmente desconocido.

Cuando alguien “sabe”
no se preocupa por el “qué dirán”

Es difícil hacerse una idea de lo que podían impactar aquellas extrañas palabras a alguien que siempre había sido educado bajo la tutela de la religión, y de una España cerrada a cualquier influencia exterior. Recientemente se había implantado el U.H.F. y por fin ya teníamos nada más y nada menos que dos cadenas de televisión.

Para hacerse una idea más aproximada de aquellos años, para quien es más joven, en Semana Santa se cerraban los cines, y me imagino que las salas de espectáculos en las grandes ciudades sufrirían la misma suerte. Los cauces de información eran, para el que tenía la suerte de poder estudiar, los libros de la escuela, del instituto y de las bibliotecas, y alguna revista, sólo para los frikis de entonces.

TVE 1977Estudio, trabajo, mili, boda, hijos y trabajo era lo que se esperaba de nosotros. Los intelectuales debían estar inmersos en sus luchas sociales, por lo tanto, el tema de la evolución personal, universos imposibles y lejanos era…ciencia ficción. Intento encontrar en mi memoria el inicio de la conversación, pero ya no recuerdo si fue: ¿No crees que el universo es mucho más de lo que parece?

En unas horas ya había desfilado en su exposición, Einstein, dimensiones, hechos extraños, kárate, concentración, planetas, estrellas y galaxias… Se habían hecho las dos o las tres de la mañana sin darme cuenta, pero sí que comprendí que me estaba ocurriendo algo extraño. Algo parecido a cuando la gente escuchaba a Jesucristo. Mi interpretación de los acontecimientos estaba en consonacia con mi mentalidad, y tardé muchos años en cambiar de lenguaje.

Al año siguiente fui a un camping cerca de Pau, pues él era francés, si bien sabía hablar perfectamente español. Era hijo de emigrantes españoles que debieron cruzar la frontera después de la guerra. Estar a su lado me producía una enorme paz. Sus ojos miraban a la lejanía. Y sus palabras fluían y hablaban sobre misterios de la vida. Como en algún pasaje de los Evangelios, se podía decir que el corazón ardía cuando se le escuchaba. Pero, y esto creo que es muy importante, nunca dijo quién o qué era.

¿No crees que el universo
es mucho más de lo que parece?

Conocí a su familia, y su fisonomía era casi igual que la de sus hermanos y su padre. Personas muy llanas y de pueblo, en el sentido de que nunca habían salido de las cuatro calles de su villa. Tenía un amigo francés al que consideraba un genio. Él fue quien me enseñó el método de abstracción que he comentado en otro artículo. Me contaba que desde niño había ido creando un mundo en su mente basado en abstracciónes. Una ciudad podía ser un espacio de puntos significativos. Y que había vivido en aquel universo el equivalente a varios siglos.

Por mi parte, intenté durante un año abstraer las imágenes convirtiéndolas en puntos y extraer su significado, pero era un esfuerzo ímprobo para mí. Si bien debo decir que el trabajo con el entrecejo llegó a permitirme ver el futuro nítidamente, con un día de antelación. Creo que el trabajo de visualizar objetos, luego miniaturizarlos e intentar entrar en ellos, creaba una energía justo en el centro ajna que reactivaba la visión mental.

Herman HesseEn un libro de Bertran Russell titulado Introducción a la Filosofía se puede encontrar una página muy especial. En ella describe escuetamente algo muy parecido a la miniaturización de las imágenes hasta convertirse en puntos abstractos luminosos. El mencionado párrafo fue para mí algo muy valioso. Confirmaba lo que mi amigo francés me había enseñado. Y nada menos que un insigne premio Nobel sabía algo sobre un tema tan desconocido.

Recuerdo que decía que las abstracciones eran como el resultado trabajar con las matemáticas. Han pasado treinta y cinco años y aún recuerdo cuando me dijo: “He llegado a saber qué son las matemáticas” Y cada vez que lo recuerdo me arrepiento de no haberle preguntado… Y ¿qué son? ¿Qué eran las matemáticas que llevaban a un genio a construir mundos mentales abstractos, totalmente desconocidos para el resto de los mortales?

El idioma que mejor entienden
los extraterrestres es el francés

¿Qué eran las matemáticas que conducían a mi amigo, cuando le comenté que el escritor Herman Hesse , autor de Siddharta, El juego de los abalorios…etc., afirmaba haber entrado en un cuadro, a decir: depende del poder de la mente de cada persona? ¿Qué eran las matemáticas que hacían que un niño de diez años, antes de dormir, entrase en mundos de abstracción y en ocasiones fuese capaz de viajar en platillos volantes?

Las estrellasAmigo lector…¡Cuánto habría deseado escuchar su opinión, aunque me hubiese parecido una contestación tonta, por no estar capacitado para entenderla! Hay que intentar comprender que cuando se está en una situación así, nadie te dice: fíjate bien…estás ante un genio. A posteriori, cuando los hombres sabios han sido reconocidos es fácil atribuirles tal cualidad, pero cuando tenemos ante nosotros alguien de nuestro propio entorno, o similar, no hay ninguna señal luminosa.

Por lo tanto… saber a ciencia cierta quién es la persona desconocida que tenemos delante…es en ocasiones… misión imposible. Rápidamente transcurrieron cinco años… en los que intenté quedar con él cada vez que podía. Me desplacé a Francia, a aquel pueblecito, y permanecía muchos fines de semana sentado en su sofá hasta pasada la media noche, flotando en otro mundo. Los dos mirábamos, alguna vez, la televisión, y él me hablaba. Esporádicamente expresaba algunas extrañas frases que no eran comprensibles, cuyo significado creí desentrañar cuando ya había partido, porque él nunca me dio ni la más mínima pista o insinuación, o no fui capaz de verla en el momento que ocurrió. Sólo un día demostró algo, pero no supe interpretarlo.

En mi mochila, llevaba un libro “Pasaporte a Magonia”.

-“Mira lo que he encontrado -le dije aquel fin de semana- al final hay una relación de todos los pueblos y ciudades de Francia donde se han avistado objetos volantes no identificados”.

-“¿A ver?-me dijo quitándome el libro de las manos. Impulso que me extrañó sobremanera, cuando siempre era una persona tranquila y apacible”.

-“Fíjate-continué diciéndole mientras él observaba la detallada relación de ciudades y pueblos- ¡Qué curioso!… En 1947 hubo un avistamiento en tercera fase a diez kilómetros de aquí. En la carretera que va a Pau. Si no me equivoco: Primera fase: ver un objeto luminoso. Segunda fase: el objeto luminoso lleva pasajeros. Tercera fase:¿ los pasajeros salen de la nave?”

No dijo nada. Él tenía dos años cuando ocurrió el acontecimiento. Unos meses, después de su muerte, fui a ver a su madre y comentó una extraña frase : Unos hombres vinieron a verle”.

Hijos de las estrellasCuando ya había ocurrido todo, vinieron a mi mente algunas frases: “El idioma que mejor entienden los extraterrestres es el francés”,  “Deberías ver algunos laboratorios, para saber qué es el mundo”. Para quien no sea versado en el tema… y yo no lo soy… diré que hubo una gran oleada de avistamientos de luces extrañas en el Pirineo en los años 40-50-60. ¿Ocurrió algo extraordinario en Francia…en los Pirineos en aquellos años? ¿Quién lo puede saber? Mi amigo…conoció a otra persona de su edad más o menos. Y dijo de él a su madre: “Mamá, él y yo somos una misma alma en dos cuerpos distintos”.

Con estos detalles y algún otro que me reservo, llegué a una conclusión: Había tenido un amigo francés, cuyo cuerpo físico pertenecía a la Tierra, pero a la edad de dos años, justo cuando ocurrió el avistamiento, algo sucedió en su cerebro. Incluso he pensado que su alma sustituyó al alma que ocupaba aquel cuerpo. O bien intervinieron su mente de tal forma que aceleraron e incrementaron sus cualidades mentales. La intervención no fue únicamente con mi amigo, sino también con alguien que a partir de entonces quedaría unido a él de por vida.

Quizás creías que los hijos de las estrellas
llevaban escafandra y escamas

Y respecto a la posibilidad de soldar dos mentes con lazos de energía, creo tener alguna idea, porque treinta años más tarde, tal vez se repitió un experimento parecido, si bien en éste segundo caso no hubo intervención foránea, sino autoimpulsada por dos humanos, y a juzgar por las afirmaciones del segundo sujeto, supervisada por tres ángeles. Pero ésta es otra historia…antes pasarían treinta años de estudio, meditación, continuos fracasos y esporádicos éxitos.

Querido amigo lector: tal vez lo escrito no responde a tus expectativas…Quizás creías que los hijos de las estrellas llevaban escafandra y escamas… o eran lagartos como en V. Pero…parece ser que no es así…Quizás en alguna ocasión, algún compañero tuyo…era uno de ellos…¿Quién lo sabe?

Afectuosamente,
Quintín

Imprimir artículo Imprimir artículo

Comparte este artículo

1 comentario

  1. La realidad no está fuera, es solo un reflejo de nuestro interior. Si no has tenido oportunidad de leer a osho, hazlo, es bastante inspirador; al igual que Eckhart Tolle o Alejandro Jodorowsky. Feliz año

Deja un comentario

Por favor ten presente que: los comentarios son revisados previamente a su publicación, y esta tarea puede llevar algo de retraso. No hay necesidad de que envíes tu comentario de nuevo.