Madres gitanas frente a la Universidad

Hace unos días se me invitó a compartir una mesa redonda junto a varias mujeres universitarias para exponer ante un público formado por mujeres gitanas, las ventajas de tener estudios superiores.

UniversidadContamos nuestra experiencia de vida y lo que había supuesto estudiar en nuestras familias, en nuestro entorno y las mayores oportunidades que se tenían para elegir aquel trabajo en el que nos sentíamos mejor. En resumen, estudiar nos había servido para mejorar nuestra calidad de vida y también para aumentar nuestra capacidad a la hora de afrontar y resolver los problemas cotidianos.

Sin embargo, a este público, no le convencía del todo nuestros argumentos. En sus caras se reflejaban algunas certezas y muchas dudas: dudas respecto a encontrar el trabajo deseado, “estudiar tantos años para acabar trabajando por un sueldo que no permite siquiera mantener una familia de dos o tres hijos”“Pasar tantos años sin aportar a la familia ningún ingreso, aún peor gastando en libros, matriculas, desplazamientos….”

Además ¿dónde se quedaba la identidad gitana?

Efectivamente, a no ser que se haga un esfuerzo por protegerla, contarla, estudiarla, compartirla, la cultura de las minorías acaba desdibujándose en la escuela. Ésta tiende a homogeneizar a todos los niños y niñas que acaban en muchos aspectos comportándose de forma idéntica y hablando de la misma forma y queriendo las mismas cosas.

Estudiar sirve,
mejora la calidad de vida

Y por otro lado, en el caso de las personas gitanas, si solo estudian unos pocos, generalmente los de aquellas familias que se pueden permitir tener a los jóvenes sin trabajar, ¿cómo van a sentirse con respecto a la mayoría que no puede o no quiere estudiar? Se produce una transformación que no tiene vuelta atrás, ya no piensan igual ni se comportan igual y además cuestionan muchas costumbres y hábitos que comparten la mayoría de los gitanos.

TítulosLos gitanos y gitanas que estudian, están condenados a la soledad con respecto a su grupo pero también con respecto a la sociedad mayoritaria, ya que no reniegan de sus raíces, conservan algunas costumbres que no suelen encajar con los hábitos de la sociedad mayoritaria y además, sobre ellos, sigue recayendo el estigma de los prejuicios y el racismo.

Nuestro discurso en este foro iba en la dirección de romper con esas dudas y temores y lanzar un mensaje claro y contundente: Estudiar sirve, mejora la calidad de vida, es importante empezar cuanto antes y todos a la vez para que no se produzcan casos aislados y se sienta esa soledad y ese desarraigo cultural que tanto temen las familias gitanas.

Se dieron algunos datos, que aparecen en los informes realizados por la Fundación Secretariado Gitano, sobre el nivel de estudios de las personas gitanas, son realmente alarmantes: El 80% abandona el centro educativo antes de acabar la secundaria obligatoria. En los cursos de primaria hay un desfase académico de dos cursos en los niños gitanos con respecto al alumnado no gitano.

Lo más importante era para ellas
mantener unida a la familia

La mayoría de las familias gitanas no tiene los estudios primarios completos y todavía son muchos los que están en situación de analfabetismo funcional. El hecho de que en una población de casi un millón de personas en España solo acceda a estudios superiores el 1%, indica que se están perdiendo muchos talentos y esto tiene como consecuencia que el acceso al mercado laboral se limita a trabajos precarios y con una alta tasa de temporalidad.

Bandera gitanaComentamos las consecuencias, estas son visibles: la situación de las familias gitanas es de alta vulnerabilidad, tanta, que con la actual crisis la mayoría ha pasado ya a formar parte del creciente sector de pobreza severa.

Pero los problemas aumentan y no solo por la falta de empleo y el escaso poder adquisitivo, también por no tener capacidad para afrontar esos problemas, para buscar soluciones, para actuar con madurez y responsabilidad y para desenvolverse adecuadamente entre los recursos sociales. Todas esas habilidades pueden aprenderse a través de la formación que ayuda a ir creciendo como personas.

En el interesante y animado debate que se produjo en esta jornada, se puso de manifiesto lo que era más importante para las mujeres gitanas, y en primer lugar, no estaba el trabajo cómodo, ni la mayor calidad de vida, ni tener más conocimientos. Lo más importante era para ellas mantener unida a la familia.

Llegamos a la conclusión de que hay que garantizar el consenso familiar para que sus hijos e hijas estudien sin dificultad y con el apoyo de los padres, a la vez ayudar a los estudiantes gitanos para que no bajen el nivel académico y a preservar su identidad cultural, para lograr esto último la responsabilidad no solo debe recaer en las familias, sino que son los poderes públicos quienes tienen el deber constitucional de garantizar la educación y el acceso a estudios superiores de los gitanos y gitanas desde el respeto a su identidad cultural.

Sería un gran paso en este sentido la incorporación de la historia y cultura gitana en los textos escolares y el impulso de la investigación sobre esta minoría étnica española en las universidades.

Isabel Jiménez
Diciembre 2011

 

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