Escrito por: Joan B. Gil  (Un republicano Juancarlista)

Si se le permite a uno decir lo que de verdad piensa, diré que de haber vivido en 1873, en 1931, 1936 o 1939 habría sido republicano, como lo he sido desde 1978 hasta llegar a hoy en día.

Y sin que le parezca mal a nadie que no se declare así, uno sigue erre que erre, claro está que esta clase de declaraciones pomposas y teatrales no significan nada o casi nada a día de hoy, no como buena parte de los eximios republicanos españoles de 1931, con Ortega a la cabeza, que se quedaron sin República en 1933. Y  a muchos de los grandes intelectuales Krausistas que venían bregando por una República desde 1892, con Unamuno a la cabeza, que padecieron destierro por ello y se les orilló sin miramientos.

Hoy mismo no es infrecuente oír declarar a algunos viejos, exiliados en sus centros sociales, incluso con lágrimas en los ojos, que pese a seguir sintiéndose republicanos hasta la médula, no por ello dejarán de proclamarse “JUAN CARLISTAS” de corazón hasta que se mueran.

Un republicano de hoy no olvidará nunca las palabras de Don Juan Carlos en el año 1975, en el que dijo: – Quiero ser el Rey de todos los españoles-. Estas palabras, para los que creíamos en una República, hicieron que dejáramos de tener miedo a la política en este país bajo el mando del Rey de todos los españoles.

Se puede ondear libremente
la bandera de los españoles republicanos

Don Juan Carlos fue capaz de parar un golpe de estado, desmembrar la jerarquía monárquica y, lo más increíble para todos nosotros, hoy bajo su reinado se puede ondear libremente la bandera de los españoles republicanos.

Por todo esto, estoy convencido de que no habría ninguna diferencia de una tercera República a la actual monarquía de Don Juan Carlos.