El Camino de San Frutos discurre por el nordeste segoviano, afecta a 20 núcleos de población y se extiende por varios términos municipales, muy pequeños, perdidos en el mapa, pero todos ellos lugares de gran valor artístico, cultural, histórico, natural y gastronómico.

A su riqueza románica y arqueológica, el patrimonio natural que aporta la falda de la Sierra de Guadarrama o la contribución culinaria de lugares como Pedraza, se une su relevancia como ruta de espiritualidad y peregrinaje, recorrida por Frutos (hermano de los santos Valentín y Engracia, cuyos restos se pasean en las Mojadas de Caballar), en el siglo XI, antes de convertirse en santo y patrón de Segovia, que festeja su memoria el 25 de octubre.

Dicen de San Frutos que fue el primer santo moderno, anacoreta y ecologista, que se retiró a la contemplación en las Hoces del Duratón y ha pasado a la historia como amigo de las aves; de ahí el sobrenombre de San Frutos ‘pajarero’.

Os presentamos un pequeño reportaje de quienes estamos realizando este Camino.