Una jornada particular
Escrito por: Inti F., Maialen S., Maialen B., Oihana G., Kepa G., Ane M.
En noviembre nos comunicaron que un grupo compuesto por 30 personas presas actualmente en el Centro Penitenciario de Nanclares de la Oca nos haríais una visita a la Escuela Universitaria de Trabajo Social ubicada en Gasteiz, donde estudiamos primero del recién estrenado grado, comenzando así los preparativos a través de una comisión de trabajo para organizar una jornada que resultase entretenida, interesante y amena.
El primero de diciembre llegasteis a Gasteiz a las 11:00 de la mañana, y cuatro compañeras/os os dimos la bienvenida para después dirigirnos hacia la facultad. Una vez allí, formamos un círculo en el “hall” y comenzamos con un discurso de acogida. A continuación, nos dirigimos hacia un aula que estaba dividida en diez mesas, en la cual, nos fuimos presentando y conociendo un poco más mientras debatíamos sobre dos temas: la actual crisis económica y el modelo que queremos de trabajo social. Todo ello, acompañado de unos cafés y unos dulces que endulzaran una realidad que en ocasiones se presenta agridulce.
Disfrutamos y aprendimos
mucho con vuestra visita
La media hora que duró cada mesa de debate dio para mucho, por un lado, pudimos comprobar cómo la crisis nos afecta a todas las personas en mayor o menor medida, aunque en ocasiones, nos desviamos bastante del tema, lo que nos llevó a tratar temas de interés común que condujeron al intercambio de perspectivas y opiniones, creando un clima de confianza.
Por otro lado, la necesidad de un trabajo social inclusivo, integrador y sensible con las personas más vulnerables de nuestra sociedad. Este tema, nuestro tema, fue sumamente útil e interesante, nos ayudásteis, de alguna forma, a conocer, de forma más amplia, la realidad en la que nos vamos a ver envueltos/as dentro de unos pocos años, indicándonos los posibles errores y debilidades que existen, y en los cuales, hemos de recapacitar y estar atentos/as como profesionales. Una vez terminados los debates nos fuimos a almorzar al comedor universitario donde seguimos conociéndonos entre plato y plato.
La verdad es que disfrutamos y aprendimos mucho con vuestra visita. Nada más encontrarnos, tanto en el discurso de bienvenida, como en los debates, nos ayudasteis a perder la vergüenza tomando vosotros/as mismos/as la iniciativa; y, hemos de decir que nos alegró ver el ambiente natural, espontáneo y agradable que se creó. Pero, sobre todo, nos dimos cuenta de una cosa, por un momento nos olvidamos de vuestra condición actual de presos/as. Pasásteis a ser personas con nombres, con historias, con inquietudes… como nosotros/as…
Hemos disfrutado mucho de esta experiencia, y os queremos agradecer todo lo que hemos aprendido tanto en los debates como a lo largo de toda la jornada.
Esperamos con ilusión el momento en que seamos nosotros y nosotras quienes os podamos devolver la visita ¡Muchas gracias y hasta pronto!