¡Allá van las Marimoñas!- exclamó una tía mía-

¡Allá van, esas candajas!,

Juntas al trote, silenciosas…

En horas de la siesta y por las madrugadas,

Florecían de a montones,

Vistosas de colores las polleras

Al pasar frente a la casa,

Santafesinas rubias, morenas, mestizas, indias,

Con críos sin apellidos

De jovenzuelo pillo,

De padre y marido de estancia,

Crecían como yuyo guacho, Marimoñas,

Apenas salidas de niñas ya en amoríos, y

Pasada la primavera temprana…

Niños, hijos, críos…

Forjados con luz de la noche

Sombría, bella y clara,

Después de amar a sus anchas,

Con luna y estrellas a cielo abierto,

Salvajes en brazos engarzadas,

Golpeteo de piernas, mueca,

Grito en seco,

Ruido a teta, culo y panza, ¡sí!

Teta, culo y panza así, Federico,

Con mucho ruido amaban,

Vestían polleras de colores…

Marimoñas floreciendo de a montones pasaban

Frente a la casa,

Provincia de Santa Fé, Federico,

Cerca del pueblo Esperanza, pasando

La estancia: La Pelada.