Más allá de la Ciencia (Cap.9º): Energetizando las proyecciones mentales

Apreciados amigos lectores:

Este artículo es un pequeño compendio de años de trabajo en los planos de la mente y en lo que es denominado plano etérico por los especialistas en esoterismo. Que podríamos utilizar otros vocablos y conceptos distintos, estamos de acuerdo. Que algunos podrían llamarle magia, también. Que quizás la formulación teórica sea un tanto burda e incompleta, puede ocurrir. Pero lo más importante es que funciona. Por lo tanto, que un vehículo con ruedas sea denominado, automóvil, carro o coche, no tiene mayor importancia, si lo que necesitamos es desplazarnos de un punto a otro.

Ante todo se hace necesario avisar que al igual que no todas las personas son susceptibles de llegar a determinado esfuerzo físico, de igual manera no todos los estudiosos tienen las mismas necesidades y aptitudes. El único que puede decir si se hace el ejercicio adecuado, es la propia persona. Hasta tal punto, que cada uno, a lo largo de la vida, se va conociendo a sí mismo, y puede inventarse un sistema de conexión consigo mismo totalmente distinto.

Podríamos descomponer el proceso de revitalización de las proyecciones mentales en cuatro apartados, cada uno de los cuales pueden insumir bastante tiempo. No en lo que se refiere a la ejecución de un proceso, sino a la adquisición de las facultades necesarias para llevarlo a cabo.

1) Aprender a respirar profundamente

Se podrían utilizar algunos conocimientos de la ciencia del pranayama o alguna técnica similar. Básicamente consiste en aprender a introducir el aire en los pulmones a partir de la utilización del diafragma.

Como norma general, siempre que llenamos de aire los pulmones lo hacemos sin utilizar el diafragma, lo que hace que únicamente lo consigamos en un cincuenta por ciento de su capacidad. Aprender a bajar el músculo necesario y dejar que penetre el aire es imprescindible para poder conseguir una total oxigenación de la sangre que lleva la vida a todo el organismo. El truco para conseguir que descienda el diafragma y sentir el frescor del aire que entra en los pulmones está en observarnos a nosotros mismos cuando bostezamos. En ese preciso instante podemos captar el ejercicio a realizar.

Las ansias del aprendiz pueden llevarle a cometer excesos. Intenta retener el aire mucho más allá de lo necesario, y creo que con un ritmo de 6-3-6-3 es más que suficiente. Seis segundos de inspiración, tres segundos de retención, seis segundos de expiración y otros tres segundos de espera hasta poder iniciar de nuevo la secuencia.

Los occidentales no somos como los orientales, por lo tanto no se hace necesario inundar de agua y sal las fosas nasales para poder respirar mejor, lo que puede llevar a alguna que otra hemorragia en la nariz. Con el tiempo se puede llegar a comprender que es mucho más rápido y eficaz respirar por la boca. Y la secuencia puede ser más corta o más larga dependiendo de la velocidad de los pasos así como de la rapidez de la visualización.

Y tal vez lo más importante. La mejor manera de aprender a respirar rítmicamente es andando y paseando, por lo que no es conveniente sentarse en el suelo como un yogui. Dicho sea de paso, existen cuatro yogas, o más, (supongo) cada una de las técnicas para cada uno de los planos del físicocósmico. Hatha-Yoga o yoga físico, Bhatki-Yoga o yoga de los sentimientos y devocional, Raja-Yoga o yoga de la mente, Agni-Yoga o yoga del corazón en referencia al plano búdico, del que fue un claro exponente el discípulo mencionado en otros artículos D. Vicente Beltrán Anglada.

Se puede llegar a entrar en mundos mentales, y atravesar el planeta entero, simplemente paseando por la calle. Amigo lector, al afirmar esto, tal vez pienses que estoy cerca de la locura. Pero, no es así. Durante varios años, una persona que residía a más de doce mil kilómetros estableció contacto telepático/tele-energético conmigo. Por lo tanto, espero que al menos me concedas una oportunidad y pienses que, aunque pueda estar yo mismo equivocado en mis deducciones e interpretaciones, al menos no intento engañarme a mí mismo ni a otros.

Además dejará de “pensar”
en sus problemas cotidianos

Es importante comprender que algunos métodos orientales no son idóneos para la constitución de las personas educadas en occidente, y que es necesario readaptarlos. Caminar y contar con los pasos que se dan a la vez que se inspira, retiene, expira y retiene (4-2-4-2 ó 6-3-6-3 ó 7-5-7-3) y vuelta a empezar puede llegar a ser inmensamente beneficioso.

Ya sólo el hecho de efectuar un paseo y colmar el sistema circulatorio de oxígeno es un beneficio tan grande que quien lo practique habrá conseguido modificar sus costumbres. Por un lado se sentirá totalmente revitalizado, y por otro aprenderá a concentrarse en algo concreto, al tener que contar. Además dejará de “pensar” en sus problemas cotidianos y el bucle cerebral que puede ocasionarle el darle vueltas a la cabeza con el mismo rollo (en su más amplio significado), y que por lo general nos ocurre a todos, desaparecerá durante media hora. Es bueno recordar que muchas veces cuando sometemos el cerebro a largas épocas de estudio y pensamiento, perdemos capacidad respiratoria, lo que puede llevar a enfermedades pulmonares. Y por último le enseñará a relajarse.

Una vez que el estudiante evite los excesos que, sin duda, llegará a realizar pensando que es lo mejor, conseguirá dominar una práctica inmensamente beneficiosa. Podríamos dar un plazo de seis meses o un año para alcanzar tan importante objetivo. Puede ser suficiente con realizar tal práctica media hora al día, mientras caminamos.

2) Visualizar

A través del estudio, el aprendiz de creador de mundos, es capaz de distinguir entre el pensamiento lineal y lógico que analiza y el poder creador de la visualización de ríos de luz. Se hace necesario entender que el cerebro es capaz de generar materia luminosa. Sinceramente, no sabría decir si es materia mental, sentimental o físico-etérica. Aprender a visualizar es aprender a construir formas materiales.

Se requieren tres elementos: la mente, el sentimiento y la materia física propiamente dicha. Para llegar a tener cierto dominio, es imprescindible para ciertos tipos de mentes, muy en especial las razonadoras, calculadoras y analíticas, un enorme esfuerzo. Creo poder afirmarlo, pues es mi caso. Nunca he estado dotado de un poder innato imaginativo concreto.

Pienso que no es totalmente necesaria una visualización exacta, pues el creador de luz será un visualizador de ríos de luz y colores que circundan y atraviesan figuras humanas. Una inmensa fuente de información para aquel creador de mundos en ciernes puede ser el libro Tratado sobre Fuego Cósmico de Alice Ann Bailey, pues aunque está escrito para mentes mucho más poderosas que las nuestras, sin embargo, su lectura incrementa la actividad imaginativa del estudiante, así como la comprensión de la ubicación del ser humano dentro del Sistema Solar y su inserción en el Universo

¿Qué cantidad de años podrían asignarse a tan largo estudio? ¿Quizás… cinco? ¿Tal vez… diez? ¿Pueden ser veinte? Amigo lector… se podría decir que toda una vida. Llegar a ser un creador en materia mental puede convertirse en la aventura más fascinante de toda una vida. Si bien es verdad que se necesitará tener la suerte (ganada con el esfuerzo) de ser testigo de algún pequeño milagro.

3) Vitalización de la forma mental

Cuando se inicia el trabajo de creación, realmente no sabemos con qué nos enfrentamos. ¿Qué significa vitalizar o entregar nuestro aliento a las formas mentales? Tal vez se pueda entender mejor si somos conscientes de los primeros pasos. Adquisición de energía a través de la respiración para que nuestro cuerpo etérico o red energética se sienta pletórico. Y capacidad mental de visualización.

Dicho de otra manera: dos formas de adquisición de materia. Desde el punto de vista del esoterismo, todo es materia-energía de distintos niveles. Y tanto el proceso de respirar como el de pensar es sinónimo de aglutinación de partículas materiales. Desde oxígeno, nitrógeno, etc. Hasta los fotones luminosos, todas las partículas son asimiladas por el poder de atracción que es el cuerpo eléctrico de un ser humano. Esta es una gran verdad que siempre se ha mencionado, pero que mientras no se llegue a tener un mínimo de éxito, no se podrá comprender.

Es una extraña paradoja afirmar que no entendemos de lo que estamos hablando hasta que no lo conseguimos llevar a cabo. Siempre, el trabajo empieza en la oscuridad. Nos hablan del trabajo de transmutación del hierro en oro. Pero hasta que no se consigue, debemos avanzar a tientas en la oscuridad. En realidad, es nuestra propia materia el componente de una creación mental, por lo tanto está intrínsecamente unida al creador mental. Y esto debe ser una advertencia para aquellos que se aventuren en el arte alquímico de la transmutación de la tierra, que es nuestro cuerpo, en el oro que podría denominarse el cuerpo etérico o cuerpo de energías.

Como curiosidad se podría añadir que el cuerpo etérico se dice que adquiere el color dorado. En algunas circunstancias, visto desde un plano mental me atrevería a decir que se parece a una armadura dorada, incluso a un robot metálico. Algunos opinan que el cuerpo del alma, el segundo cuerpo de luz es de color blanco. Tal vez es por todo ello por lo que se podría afirmar que la verdadera finalidad de algunos alquimistas era adquirir el cuerpo etérico dorado, y no el oro físico.

La vitalización de las formas mentales se origina, además, por la unión del corazón y de la mente de un creador mental, y deberá comprender que lo que haga a su forma mental, se lo hace a sí mismo. Si no lo tiene en cuenta, deberá atenerse a las consecuencias por las que podrá terminar ahogado en las aguas de su propia creación mental.

Puesto que las proyecciones mentales son su propia materia, si las destina para ocasionar algún mal, deberá saber que se lo está haciendo a sí mismo. Por lo tanto, es conveniente no llegar a ser un creador de proyecciones mentales si no se tiene hasta cierto punto activado el corazón, o amor a los demás. Aun así, el mago negro también se dice que tiene activados los pétalos de amor de loto egóico. Situándose la línea de separación unos y otros en el desarrollo del pétalo de voluntad, o el acatamiento de la voluntad de su “padre en el cielo” la mónada.

La energía es un
océano de seres vivos

Las aguas y el fuego le están esperando al creador de proyecciones mentales, y si no las maneja correctamente, podrá ahogarse o quemarse (esotéricamente hablando). Ahogarse, quizás signifique que los sentimientos, por ejemplo de compasión, pueden llegar a envolverle hasta tal punto que le incapaciten para salvar a los demás.

Quemarse, tal vez signifique que la mente es sofocada por formas mentales que le aíslan de la realidad. Pero también puede significar que su vehículo etérico sea incinerado por energías más sutiles y poderosas que pueden quemar su red etérica, y deshacer en un momento lo que con tanto trabajo se ha ido realizando a lo largo de toda una vida.

Afirma el esoterismo que la energía es un océano de seres vivos que pueden estar catalogados desde la inconsciencia a la superconsciencia. Y esos seres vivos de naturaleza eléctrica son atraídos por los campos magnéticos humanos, especialmente del creador mental. Dicho de otra forma son fuegos que hacen vibrar el sistema de canales etéricos paralelos al sistema nervioso, pudiendo convertirse en calor cuando atraviesan la red etérica del cuerpo humano, y por ende del sistema nervioso que percibe el calor.

En mi opinión, hay algo que llega a ser un salvoconducto ante el peligro: el amor que surge de un corazón dorado. El creador mental podrá equivocarse, pero si tiene como base oculta el amor, creo que nada puede ahogarle ni quemarle, pues le faltaría la ambición desmedida, que hace que siempre prevalezca el amor a sus seres queridos y no llegue a extremos insospechados de egoísmo, individualismo y separación de la raza humana.

Así pues, para el último paso, o vitalización de la forma, el creador mental ya está preparado. Ha ido forjando la materia luminosa y reactivando su propia vitalidad con pensamientos positivos, amor a los demás, y colaboración con el Plan, aunque sea minúscula la parte del mismo la que pueda ser captada por su intuición.

4) Emisión de las formas mentales

Hay algo que no se suele decir, y es que la emisión de formas mentales necesita un enlace o destino que las reciba. Por lo tanto se hace necesaria la aparición de un receptor mental que también contribuya con su propia energía a la vitalización de la forma mental.

De esta manera es posible que aquella bondad de la que ha sido dotada una forma mental, llegue a su destino, y pueda culminar con éxito el objetivo para el que ha sido creada. Una de las parcelas en las que se pueden utilizar las formas mentales es en la Curación Esotérica. Se hace necesaria una advertencia: con la Curación Esotérica sucede lo mismo que con la Astrología Esotérica, que cuanto más se estudia, más propenso se es a “no creer”, pues se llega a comprender que ambas ciencias son mucho más difíciles de asimilar de lo que los ignorantes (entre los que me cuento yo mismo) en ambas materias suponen.

Por último podríamos atrevernos a definir a la forma mental como una extensión del propio aprendiz de creador de mundos. Extensión compuesta de las partes y peculiaridades de su propio cuerpo de energías.

En última instancia, el Maestro Tibetano, en su Tratado sobre Magia Blanca o Camino del discípulo indica que el cordón de energía que une el cuerpo del creador mental y la creación mental debe ser cortado, para que el mago no sea drenado de su energía por la forma mental creada. Esta última parte, la de cortar el hilo de unión del creador y lo creado, en mi opinión, pertenece a la alta magia, a la que no accedemos los hombres normales, por lo que el creador mental debe saber que siempre permanece expuesto a la potencia de sus propias creaciones, de donde se infiere que si éstas son bondadosas, recibirá bondades, y si por el contrario tienen como finalidad acarrear el mal del objetivo, su propio cuerpo de energías se verá seriamente afectado. Y puesto que estamos unidos a nuestros semejantes, aunque no perjudicasen al creador propiamente dicho, el mal puede derivarse a otras mentes conectadas con nuestro pensamiento. Lo mismo se puede afirmar de las creaciones luminosas y plenas de bondad, que serán un beneficio añadido para aquellos con los que el creador mental está inevitablemente unido.

Afectuosamente,
Quintín.

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