“El sueño de la mentira”: la verdad

¿Qué soñamos cuando soñamos? ¿Acaso es real la propia vida que cada día vivimos ahí sumergidos en esa locura que todos comemos y respiramos? ¿Es real todo lo que nos cuentan y lo que no nos cuentan… acaso es todo mentira?

Es complicado estar todo el día sin nada que hacer, sin ocupaciones expresas y más aún, de cosas que no nos gustan y con las que nos sentimos obligados a estar bien… bien, sentirse bien, como si la existencia de uno mismo en ocasiones fuese ni siquiera buena, más aún, como si existir fuese “algo” más allá de un corazón que late y unos pulmones cogiendo aire a cada momento… ¿Eso es existir? No, lamentablemente no, la existencia es algo más serio y profundo, la existencia, en sí misma es un estado “consciente” de vida. Lo demás es consumir tiempo, gastar millones de momentos mágicos convertidos en la nada más ridícula y absurda que hay, la de la realidad.

Creemos que hay una realidad ahí fuera y que en nosotros no hay sino problemas, preocupaciones, historias y pajas mentales que nos vamos montando cada momento y cada instante, que como bolas de nieve se van haciendo más grandes y, con ello más erróneas. Una vez que has entrado en esa locura de soñar inventos y mentiras nos creemos lo que nos hemos inventado pues, a fin de cuentas, el invento también es nuestro y lo hemos montado como nos gusta, que no tiene por qué ser como es, pero que iremos a por ello, a por esa mentira tan real que luego cuando la veamos cara a cara no nos la vamos a creer.

¿Es real todo lo que nos cuentan
y lo que no nos cuentan… acaso es todo mentira?

Da igual ser ingeniero que barrendero, ser un preso dentro de la cárcel que un preso dentro de tus pensamientos, la idea está ahí, la realidad tuya está ahí y tú eres parte de ella pero no eres el todo, eres esa parte activa que si quieres puedes disfrutar de lo que te toca o puedes machacarte la realidad que no será existencia. Así no eres consciente de que eso es como es, no digo bueno ni malo, sino como es.

Por eso soñar está bien, sabiendo que los sueños, vivir, existir, ser consciente a cada momento de lo que hay delante de tus narices, eso , eso está aún mejor porque entonces, cuando el ayer pasó y mañana tal vez no llegue da paso a un “ahora”, a un este momento que se me pasó… no , sigue siendo este momento, poco a poco, segundo a segundo y así podemos vivir en la clara eternidad de la vida pues “siempre es ahora” y ahí encuentras tu verdadera libertad, no en esa mentira que te imaginas y que tal vez no llegue y tal vez se escapó miles de veces, sino que está ahí ahora en este momento. Siéntelo, vívelo, no se acaba nunca porque ahora ahora ahora, este es , este, este sigue siendo este ahí … pillaste la idea lo sé, pues ahora suéltala y sigue siendo libre en tu libertad real, en tu mente, en tu instante, en tu propia existencia de tu propia vida ¿A que mola?… pues no te la tiene que regalar nadie, sencillamente porque es tuya y lo fue siempre aunque hasta ahora tal vez nadie te lo contó y te lo dijo y no lo viste, pero ahí está cógela y a por ella.

 

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1 comentario

  1. Hola Rafael,
    Muy muy buena reflexión vital.
    Gracias por compartir un gran “verdad” en el océano de los “sueños” y las “mentiras”.
    Un abrazo.

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