Fandangos, Bulerías y Tarantos desde Botafuegos
Escrito por: Aurelio Barragán
Hola compañeros y compañeras de prisión, me llamo Aurelio Barragán. Estoy interno en Botafuegos, condenado a cumplir dos años por lesiones en defensa propia y un año y medio y un día por robo con violencia de un móvil, delito este que no he cometido, y por cuyo motivo mi abogado me ha solicitado un indulto TOTAL.
Bueno, como soy también cristiano evangelista y practicante y agarrándome por la fe a Cristo espero que me lo concedan. Si no me lo dieran no pasa nada, también lo acepto. Lean en la Biblia: Romanos Capítulo 13 Versículo 1, donde dice el apóstol Pablo que debemos obedecer a las autoridades y así lo acato.
Por lo mismo yo me entregué a la prisión para cumplir, nadie es perfecto. En mi interior desde que conocí la palabra de Dios hace ya doce años, no existe rencor, ni odio y por supuesto mucho menos la venganza por dura que sea la experiencia en todo caso, mi obligación es y será siempre orar a Dios y pedir lo mejor en la vida para quien me acusó y me juzgó. Os invito a que actuéis de igual manera, os sentiréis mejor persona.
Suerte a todos los presos de España en especial y a todos los presos del mundo. Dios os bendiga.
La intención de que me decida a escribir es que soy aficionado al cante hondo o al cante flamenco, como mejor os parezca. Aquí mando una letra de mi creación por bujería, por fandango y por Taranto.
Gracias por todo.
FANDANGOS
Y qué bien lo sabe Dios
cuánto me acuerdo de ella,
y qué bien lo sabe Dios
la traté como a una cualquiera,
de ella espero el perdón
y me vuelvo loco por verla.
Cuando tú viene a comunicar
y nos vemos por los cristales
no sé quién de los dos sufre más
yo que vuelvo o tú que sales
o los dos sufrimos igual.
BULERÍA
Entre bareta y cañaverales
te voy a hacer prima, una chabola
para vivir, prima, los dos a solas,
donde nos llevamos los pañuelos de las mozas
donde más nadie sabe,
donde las gitanas entregan sus tres rosas
entre bareta, prima y cañaverales.
Secreto de los gitanos
son las buenas maneras
de pedir a sus padres las manos
de las gitanas puras, puras y canasteras.
¡Qué lástima no poder escuchar todo ese talento!