Llaga

Aún sigo sentado en la misma silla de la sala
escribiendo junto a un cigarrillo que muere abandonado
sigo insistiendo con la vana locura de tocar/rozar el cielo
de perderme entre el cielo y el infierno
de encontrarme con Vallejo y Valdelomar
                                                      y escuchar sus exhortaciones etéreas.

Aún sigo herido del último asalto
donde me masticaste y escupiste
aun sigo herido ¡por la puta madre!
¡ENTIENDELO! Maldita centinela
puta
hereje
adúltera
cochina
y todos los sinónimos que vengan detrás de estas letras.

Aún
.
.
.
sigo herido
con la mano embarrada de lodo
con los pies descalzos
con las uñas masticadas
con ojeras
con bajo peso
con la misma ropa
con las mismas cosas
con el mismo cigarrillo
con los mismos libros
con los mismos amigos/NADIE
con nadie
conmigo
conmigo
CON LA MUERTE.

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