El arreglo (Guión)

(1) INT. CAFETERÍA

ABRE DE NEGRO.

 A una mesa está sentado el Chico, alto, guapo, elegante sin exageración, aparentemente perfecto. Habla por el móvil.

                     CHICO

         Sí, claro, cómo no. Mañana me viene bien
a las cinco y media, ¿te vale? De acuer-
do, hasta mañana. Un beso, cariño. Chao.

En los últimos segundos de la conversación, hemos visto acercarse a la Chica, que se sienta frente al Chico. Es poco atractiva, gorda, sonriente. Lleva un vestido amplio y los ojos y las uñas pintados.

                     CHICA

         Hola, amor. ¿Cómo estás?

El Chico le toma las manos sobre la mesa y le dedica la mejor de sus sonrisas.

                     CHICO

         Muy bien, cariño. ¿Y tú?

La Chica se suelta suavemente de las manos del Chico y se las acaricia.

                     CHICA

         Bueno, podía ser peor…

                     CHICO

         ¿Otra vez esa estúpida de Cristina?

                     CHICA

         No, Cristina ya me da igual. Con no
hacerle caso, asunto resuelto. Es el
jefe. A última hora me encarga cosas
para el día siguiente. Vale, si hay
que hacerlo, se hace. Pero tendrá que
pagarme las horas extras, ¿no te parece?

El Chico suelta las manos de ella para indignarse mejor.

                     CHICO

         ¡Pues claro que sí! Si fuera un ca-
ballero te pediría las cosas por
favor y luego te pagaría las horas
extras sin que tú tuvieras que pe-
dirle nada. ¡Vaya un tipejo! No te
merecen en esa empresa, cariño.
¿Estás segura de que no puedes
conseguir algo mejor?

CORTA A:

(2) EXT. CALLE. DÍA

La Chica, sola, camina por una calle concurrida y comercial. Mira escaparates. Entra en una zapatería. Mira, pero no se prueba nada. Sale. Espera en un semáforo. Finalmente, entra en una tienda en cuyo escaparate vemos el vestido que lleva puesto en 1.

CORTA A:

(3) INT. CAFETERÍA (como en 1)

El Camarero se acerca a la mesa en que están el Chico y la Chica. Le pasa una bayeta por encima.

                     CAMARERO

         ¿Qué va a ser?

                     CHICO

               (mirando a la Chica)
¿Lo de siempre?

               (al camarero)
Un café con leche con la leche templada
y una cerveza, por favor.

Cuando el camarero se va, reanudan la conversación.

                     CHICA

         Ayer hablé con mi madre por teléfono.

                     CHICO

         ¿Qué cuenta?

                     CHICA

         Está bien. Me explicó cómo hace las
berenjenas rellenas y volvió a darme
la tabarra con lo de los novios…

                     CHICO

         Es normal, mujer. ¿Tú en su lugar no
harías lo mismo?

                     CHICA

         ¿Decirle a mi hija gorda y fea que a
qué espera para echarse novio? Me
parece que no.

El Chico vuelve a tomarle las manos sobre la mesa.

CHICO

¡No digas tonterías, cariño! ¿Cuánto
te sobra, cinco kilos? Y no eres fea.
Tienes todo en su sitio. ¡Cuántas
querrían tener esos ojazos!

CHICA

Gracias, eres un amor. Y a ti,
¿cómo te va?

CHICO

No puedo quejarme. El trabajo, más
o menos como siempre, y mis padres,
encantados con su primer nieto.

CHICA

¿No será tuyo?

CHICO

¡No, mujer! De mi hermana mayor, la
que se casó con el árbitro de fútbol.

CORTA A:

(4) INT. APARTAMENTO. DÍA

Vemos a la Chica en la cocina de su piso. Mientras oye música (vemos los pequeños auriculares), canturrea y medio baila, prepara cosas: saca un plato con comida de la nevera, lo mete en el microondas, lo conecta; llena un vaso de agua, lo pone en la mesa, así como cubiertos y servilleta; lava una manzana, le da un mordisco y la deja en la mesa; saca el plato del microondas… Finalmente, enciende una pequeña televisión, se quita los auriculares, desconecta el MP3 o similar y se dispone a comer sola.

CORTA A:

 (5) INT. CAFETERÍA (como en 1)

El Camarero les sirve las bebidas, deja el ticket y se va. La Chica lo toma, mira cuánto es, saca su monedero y deja unas monedas en el platillo.

CHICO

Y ese asunto con tu amiga…

CHICA

María José.

CHICO

Sí, eso, María José. ¿Te ha vuelto
a llamar?

CHICA

Anteayer estuve tomando café con ella.

CHICO

¿Y?

CHICA

Se va a Londres, así que ya da igual.

CHICO

Pero te daría alguna explicación…

CHICA

Lo intentó, pero la corté. Qué más
da. Me prometió una postal.

CHICO

¿Y eso es una amiga?

CHICA

Eso creía, pero ya veo que no.

Beben, él su cerveza y ella su café. Se hace un silencio.

CORTA A:

(6) INT. CENTRO COMERCIAL

La Chica está en la cola del multicine. Saca una entrada. Compra palomitas. Entra en la sala. Se sienta en su butaca. Come palomitas mientras espera a que empiece la película.

CORTA A:

(7) INT. CAFETERÍA (como en 1)

La Chica está sentada a la misma mesa, pero sola. Lleva otra ropa. Bebe un sorbo de café con leche. Consulta su móvil. Llega el Chico, la saluda (“¿Qué tal, cariño?”), le da un breve beso en los labios y se sienta.

CHICO

Lo siento, me han entretenido más
de la cuenta.

CHICA

Eso es porque era guapa. Seguro que
con las guapas estás más tiempo.

CHICO

(riendo)
¿Por qué dices eso? No es verdad.
Era… una mujer con problemas,alguien
que necesita una segunda oportunidad.
Con alguna gente la vida es muy perra.

CHICA

(irónica sin exagerar)
Y ahí estás tú para alegrarle el
día a quien haga falta. Vamos, que
tú solito eres toda una ONG.

CHICO

¿Por qué dices eso? ¿Te metes con-
migo por…? Ah, ya caigo. Hoy toca
discursito feminista en contra de
los hombres.

CHICA

Pues mira, sí. ¿Has conocido alguno
que no sea tan elemental como el
mecanismo de un botijo?

CHICO

Dos cosas, cariño: una, lo sencillo
puede ser estupendo si lo sabes
aprovechar; y dos, si lo que quieres
es complicarte la vida búscate
un premio Nobel o un poeta depresivo.

CHICA

Es que si fuerais elementales y de
fiar, no habría mayor problema. Pero
fiarse de un hombre es como suponer
que vas a tirarte a una piscina y no
te vas a mojar.

CHICO

Pues eso no es difícil, basta con que
la piscina esté vacía.

La Chica está a punto de contestarle, pero le cambia la cara y se echa a reír. Él también se ríe.

CORTA A:

(8) INT. APARTAMENTO.

La Chica está hablando por teléfono.

CHICA

Mamá, por favor, ¿quieres dejar ya
eso? Las pocas veces que he salido
con tíos solo he conseguido acabar
hecha polvo y sentirme ridícula.

(pausa)

Las cosas son como son y no como
querríamos que fueran. O me adapto
o me hago lesbiana o me suicido,
¿qué prefieres?

(pausa)

Vale, soy una exagerada, como quie-
ras. Dime una cosa, ¿tú por qué no
sales con tíos, si puede saberse?

(pausa)

Y eso qué más da. Yo no te he dicho
nada de jovencitos, también hay
divorciados y viudos, me parece.

(pausa)

Déjate de historias y de excusas:
estamos las dos igual de necesitadas,
con la diferencia de que yo… Bueno,
de que yo tengo un arreglo…

(pausa)

No, no es eso, no me estás enten-
diendo, y por teléfono no me apete-
ce… Mira, mañana al salir del
trabajo me paso por tu casa, ¿vale?

CORTA A:

(9) INT. CAFETERÍA (como en 1)

Los dos como en 7., solo que el Chico ya tiene su cerveza.

CHICO

(sugerente)
Tú lo que necesitas es lo que yo
me sé… ¿Quedamos para mañana?

CHICA

¿Y por qué no esta noche?

CHICO

¿Qué prisas son esas? Ansiosa, que
eres una ansiosa… Lo siento, para
hoy ya estoy comprometido. Bueno,
mañana también, pero solo por la tarde.

CHICA

Entonces por la noche no estarás
en forma, sobre todo si es una de
esas cincuentonas que quieren recu-
perar el tiempo perdido…

La Chica le coge las manos sobre la mesa y se las acaricia.

CHICO

Eso es información confidencial,
ya lo sabes. Pero yo siempre estoy
en forma, y creo que te lo he de-
mostrado unas cuantas veces…

CHICA

Ya veremos… Hasta ahora, no te
he puesto a prueba de verdad. A lo
mejor mañana tienes alguna dificul-
tad para… seguirme el ritmo.

CHICO

Ni lo sueñes, cariño. ¿Me invitarás
a cenar?

CHICA

Si traes vino, probarás las berenje-
nas rellenas al estilo de mi madre.

CHICO

Estaré allí a las diez en punto.

CORTA A:

(10) INT. APARTAMENTO. NOCHE.

En el piso de la Chica la mesa del salón está puesta para tres comensales. Suena música suave, estilo chill out. La Chica y su Madre charlan sentadas en el sofá.

MADRE

Las berenjenas van a estar riquísimas,
ya lo verás. Lo malo es que son un
poquito pedorras.

CHICA

Cuando venga, ¿no irás a decir ese
tipo de cosas, verdad?

MADRE

¡Perdona, no sabía que teníamos que ser
finolis! Como yo no tengo costumbre de
cenar con chicos de alto standing

CHICA

Tú no habrás venido a boicotearme el
arreglo, ¿verdad?

MADRE

¡Qué dices, si estoy deseando! Lo que
pasa es que hace tanto tiempo que no
me presentan a nadie que no sé si sabré
tratarlo. En los preliminares, me
refiero… Si meto la pata, abre mucho
los ojos como tú sabes y pediré perdón.
Poner carita de inocente siempre se me
ha dado muy bien, ¿ves?

CHICA

Mamá, por favor, no me dejes en ri-
dículo…

MADRE

¡Qué seria eres siempre, hija! A ver,
¿esto es para pasarlo bien o para que
estemos las dos tiesas todo el rato?

CHICA

Está bien, tienes razón. Pero entiende
que esté un poco nerviosa, al fin y al
cabo es la primera vez. Así, quiero decir.

Suena el timbre de la puerta. La Chica da un respingo, se levanta y va a abrir. Se oyen los saludos (“Hola, ¿todo bien?”. “Desde luego. Espero que te guste el vino”), mientras la madre ha abierto su bolso y comprueba en un espejito que tiene el aspecto de quiere tener. Cuando el Chico y la Chica entran en el salón, ella se levanta del sofá y se presenta.

MADRE

¡Hola, guapetón! Soy su madre.
¿Me das un beso?

El Chico se queda de piedra, no se esperaba esto. Mira a la Chica como pidiéndole una explicación, pero antes de que ella pueda decir nada, la Madre le coge la cara al Chico con las dos manos y le planta un beso en los labios.

MADRE

(a su hija)
No exagerabas nada, está que
cruje. Un bomboncito.

(al Chico)
Siéntate, cariño. Las berenjenas
nos han salido mejor que nunca.

El Chico se sienta a la mesa, sin soltar la botella de vino y sin abandonar la expresión de perplejidad. La Madre va a la cocina y la Chica se sienta junto a él.

CHICO

Pero, ¿qué significa esto? ¿No le
habrás dicho a tu madre que soy
tu novio?

CHICA

¡No, no estoy loca! Es otra cosa, algo
así como una ampliación del negocio,
un ligero cambio en las condiciones
de nuestro arreglo…

La Madre vuelve de la cocina con la bandeja de las berenjenas, la deja en medio de la mesa y se sienta.

MADRE

No te preocupes, cariño. Te pagaremos
las dos. Y si te portas bien, tendrás
propina y te conseguiré clientas nuevas
y de fiar. ¿Me pasas el plato?

La cara del Chico es de susto. Deja por fin la botella y le pasa el plato a la Madre.

FUNDE A NEGRO.

FIN

 * Finalista categoría Guión en el Certamen ”Picapedreros” de Poesía, Guión y Microrrelato 2012 para centros penitenciarios

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