Un oasis en el desierto
Escrito por: Achí
Desde pequeña, en casa, me inculcaron la idea de que en los libros se encuentran la enseñanza, diversión y la amistad que en la vida diaria no logras encontrar o que, si lo haces, no entiendes.
Provengo de una familia con bastante cultura y mucho apego a la lectura, lo que me facilitó la amistad con esos “chicos” de papel que sin pedirles nada, te lo dan todo.
Hace más de un año que estoy en prisión, y gracias a poder acceder a la biblioteca, (tanto a la del módulo de mujeres como a la de los hombres a través de la coordinadora del servicio) consigo que mis días y noches pasen con mayor rapidez.
Nos han cambiado de centro penitenciario y por suerte para mí, me han puesto al cargo de la biblioteca. Un lugar pequeño, íntimo y tranquilo, donde poder aislarme de todo: ruido, conversaciones más o menos maliciosas, y en definitiva, tener mi propio oasis dentro de este desierto que es la cárcel.
Los libros te dan mucho
y no esperan nada a cambio
Os invito a todos, y -como dicen ahora-, a todas, a entablar una relación con los libros, para que -veáis que un rato de lectura- aplaca los ánimos, te hace “viajar” a otros sitios, y provee la libertad de la que se carece.
¡Ven! Los libros te dan mucho y no esperan nada a cambio. Gracias a Dios no son egoístas como las personas.
Así es, en los libros hay tesoros inmensos que no pueden revelarse de otra forma. Sin duda, las imágenes en muchas ocasiones valen mil palabras, pero ¿cómo se expresan en imágenes conceptos internos, espirituales, filosóficos o matemáticos sin aburrir al espectador?