A las puertas del olvido

Escrito por: Rosario Marcelino

Es explicar, un destino inexplicable. Con título y autor, desgarradora, sensible es mi situación. Pasado desconcertante, se ha vuelto tinieblas, mi alma vaga en un corredor frío, me aprietan sus cadenas. Abismo de una multitud que te desvela, pasa desapercibida, rechazan la ironía, me cansa la rutina. Cada día que pasa intento revelarme en la Esperanza, es un norte frío y tan caluroso a la vez, un faro distante, lejano esclaviza mis sueños. Es distancia y ausencia, que remite un tiempo de inconvenientes que han quedado en el recuerdo.

Perdí mi brújula o fue robada, muy valiosa, su valor mi dignidad, ¿Quién se apoderó del amuleto? Era mi guía conectada con mi interior, recicla un metabolismo de esferas uniforme. Un círculo metafísico, en él nadaban el optimismo y el aire ilícito. Mi vida ha cambiado, entré en una pesadilla destructiva, abre las heridas, en las noches son interrogantes.

Soy náufraga a la deriva, pasajera de un barco, arriaron velas, no superé la travesía. Ese velero era toda mi vida, sin medidas sigo a flote, mi aguante, me queda mucho por vivir, revivir, resistir con la paciencia, haciendo buenas migas, lazos con esta soledad confidente de desvelos, testigo de mi existencia. Una traición me pasa receta, una venganza me dejó sin respuesta. No valió mi palabra, tantos años de espera, ahora qué me queda. No mirar atrás, seguir el camino, divisar el mismo horizonte, el que un día compartí contigo. Sin más te convertiste en mi enemigo, un suspiro, por un aire limpio, la sensación de tenerte para siempre y que me aceptes en tu paraíso.

Resignación, no me resigno. Existe otro lugar más privilegiado, más digno. Cuál es el precio que tengo que pagar, en una prisión enterrada en misterios y delirios, desconcierto de penas, miradas perdidas por un mundo dividido, quedo yo a las puertas del olvido.

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Aquí les envío mi relato, me he aficionado a los relatos cortos, este es uno de los tantos que he escrito desde que estoy en prisión. Llevo dos años, que los cumpliré el 14 de Mayo, mi condena es de 7 años. Es muy crudo decirlo, pero es la realidad. Aquí descubrí lo que mi interior nunca me reveló, escribir todo lo que llevo dentro de mí, una experiencia que jamás olvidaré. Vivo una pesadilla de la cual aún no he despertado, pero creo que soy fuerte, y ahora más que nunca procuro no perder mi equilibrio y estar ocupada todo el tiempo posible, así se aprende a tener resistencia y mucha paciencia. Y a no perder la esperanza, descubrir los amaneceres de un nuevo día. También le he dado mucho significado y he valorado que se puede vivir con poco, a tener en abundancia pudiendo compartir, y lo que yo he compartido, lo he escrito en este relato y en todos los anteriores. Son mis sentimientos y mi corazón, y mi belleza es mi bondad.

 

Se puede aceptar,

en un mundo real,

el abismo que nos rodea,

pero jamás estoy de acuerdo

en que la verdad sea una ausencia y la mentira, una providencia.

 

* 1º Premio categoría Microrrelato en el Certamen ”Picapedreros” de Poesía, Guión y Microrrelato 2012 para centros penitenciarios

 

 

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