Escrito por: Emilio F. B.

Generalizar, casi siempre es equivocarse; decir que los colores son todos blancos o todos negros es un error; que un preso piense que todos los funcionarios de la cárcel son malos tampoco parece acertado; y que alguna persona crea que toda la población reclusa responde al perfil criminal típico, todavía es mayor error.

Cada persona es un mundo, y etiquetar a un individuo como si fuese un objeto en un almacén, no parece correcto. Imagínense un panorama en el que todos los políticos sean corruptos, todos los funcionarios “malos” y todos los encarcelados “criminales”. La suma de estos elementos daría como resultado una sociedad imbécil por necesidad.

Parece más adecuado tener claro que las cosas no son así. Es cierto que vivimos momentos difíciles. Cuando no se sufre una guerra, asolan enfermedades graves; cuando no se desbordan las aguas por causa de la naturaleza, se produce una crisis económica mundial. Y en ocasiones sucede todo esto a la vez.

Pocas son las generaciones que han venido al mundo sin problemas. Averigüemos, cada uno, qué cosas positivas podemos aportar; si aflojamos en egoísmo y apretamos en humildad es más probable que todos nos llevemos algo.