El descubrimiento del Higgs

El 4 de julio de 2012, después de tres décadas de espera y con la presencia de Peter Higgs- uno de los padres teóricos del suceso- el portavoz de los detectores CMS y Atlas del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN) Jhon Incandela anunciaba el descubrimiento de una nueva partícula, que podría ser el escurridizo bosón Higgs (de spin nulo, sin carga y de masa 126Gev/c2).

Grafico de descubrimiento de HiggsEsta partícula es fundamental para explicar la acción del mecanismo del mismo nombre y la procedencia de la masa y el enigma del vacío. Además se completaría casi en su totalidad, el Modelo Estándar(ME), un modelo que reproduce todo lo conocido (partículas e interacciones) de la naturaleza al nivel más elemental. El diseño del ME comenzó en la segunda década del pasado siglo y hacia 1980 alcanzó su actual formulación. Casi todas las predicciones que le son propias han sido comprobadas con un elevado grado estadístico de precisión.

La noticia tuvo un eco
insospechado a nivel mundial

La noticia tuvo un eco insospechado a nivel mundial, siendo el acontecimiento científico del año, y se estima que puede suponer un necesario impulso a la investigación básica para un mejor conocimiento del origen del Universo. El profesor de Física teórica de la Universidad de Oxford Frank Close fue rotundo al asegurar que: “El hallazgo del bosón de Higs supondría para la Física el fin de un capítulo y el inicio de un nuevo libro”.

Descartado prácticamente que pudiera tratarse de dos partículas, científicos del CERN han asegurado que próximamente se podrían tener datos de confirmación. Recientes declaraciones de responsables del proyecto denotaban un optimismo contenido, poniendo otras fuentes como referencia definitiva el año 2014.

Don't try this one: Professor Peter Higgs with a description of the Higgs model.Parafraseando a Shakespeare, podríamos decir: “Higgs o no Higgs, esa es la cuestión”. Si se trata o no del Higgs es algo que pronto sabremos, pero en ningún caso estaremos ante el fin de la Física. Quedan muchas cuestiones por resolver y los gobiernos europeos no deberían escatimar medios para seguir avanzando y consolidar el liderazgo en física de altas energías.

De momento el británico Peter Higgs y el belga François Englert, junto al CERN, han sido galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación 2013 y muy probablemente pasen a engrosar la nómina de los próximos Premios Nobel de Física, que en lo que a la candidatura de Higgs se refiere, ya se han producido propuestas, alguna de ellas avalada por el popular Stephen Hawking.

Peter Higgs, de ochenta y cuatro años, inició su formación como físico en Bristol, donde conoció a uno de los más renombrados teóricos cuánticos Paul Dirac, y la completó en el King´s College de Londres. Después fue catedrático en Edimburgo hasta su jubilación y ha sido miembro de la Royal Society.

Quedan muchas
cuestiones por resolver

En 1960 propuso la ruptura de la simetría en la teoría electrodébil, explicando el origen de la masa de las partículas elementales en general y de los bosones W y Z en particular. Casi simultáneamente el mencionado Englert y su compatriota Robert Brout llegaron, independientemente, a similares conclusiones. Higgs amplió su teoría en un artículo que publicó años más tarde en Physical Review Letter. A partir de entonces muchos físicos teóricos y experimentales de todo el mundo dedicaron sus esfuerzos a investigar sobre el tema.

Cuadernos del Acantilado ha publicado recientemente El descubrimiento del Higgs. Una partícula muy especial, traducido del inglés por Javier García Sanz. La autora es la estadounidense Lisa Randall, física teórica, que ha sido profesora, sucesivamente, en las universidades norteamericanas de Harvard, MIT y Princeton.

el-descubrimiento-del-higgs-portadaExperta en teoría de cuerdas y cosmología, ha escrito libros de divulgación científica de éxito, entre los que destacan Universos ocultos, Un viaje a las dimensiones extras del cosmos y Llamando a las puertas del cielo.

En este breve libro, Randall nos introduce muy divulgativamente en el entorno del Higgs, comenzando por distinguir e interrelacionar mecanismo, campo y bosón, así como las interacciones y sus consecuencias de esa partícula (divina, diabólica o infernal) con otras o consigo misma, sus posibles desintegraciones, el vacío y las implicaciones cuánticas y energéticas, continuando con la presentación en sociedad del nuevo hallazgo, la historia del suceso y la trascendencia que tienen para la población los retornos tecnológicos que estas investigaciones teóricas y experimentales precisan para su desarrollo .

Ya al final, los interrogantes abiertos tanto si se confirma el evento definitivamente, como en caso contrario y unas reflexiones sobre ciencia y religión en relación con este descubrimiento:

En un universo monoteísta sería una exageración discriminar el bosón de Higgs como una divinidad. Quizá en un universo panteísta podríamos tener muchas partículas divinas. Pero realmente son partículas, y no tienen nada que ver con la religión. (…) Yo quiero creer que este descubrimiento dará credibilidad al método científico y, quizá despertará la curiosidad por entender el mundo a través de la ciencia” escribe Lise Randall.

Su libro consta solamente de setenta y una páginas, pero aquí vale el famoso dicho: lo bueno si breve dos veces bueno.

Esta publicación, de fecha casi inmediatamente posterior al evento, junto a El bosón de Higgs de Alberto Casas y Teresa Rodrigo, de la editorial Libros de la Catarata (colección ¿Qué sabemos de?) del CSIC, se posiciona, a mi entender, entre los mejores textos divulgativos sobre esta cuestión en lengua castellana.

 

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